REALIDADES
Y FICCIONES
—Revista Literaria—
Nº
6 — Septiembre de 2011 — Año II
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apellido, ciudad y país.
Sumario:
Narrativa (Héctor Zabala):
• “El espejo desordenado (1643)” de Manuel Mujica Lainez.
Cuento y análisis.
• “Esopo y su obra”. Biografía y algunas fábulas.
• “El fin de la historia”
de Liliana Heker. Reseña.
Poesía (Luis Benítez):
• Reportaje al poeta Diego Formía.
• Selección de poemas del autor.
Ensayo:
• Algunos apuntes para la literatura de un tal Julio Florencio.
(Agustín Romano)
Y algo más…
• Cuando el periodismo se porta mal. (Héctor Zabala)
EL
ESPEJO DESORDENADO (1643)
Manuel
Mujica Lainez ©
Simón
del Rey es judío. Y portugués. Disimula lo segundo como puede, hablando un
castellano de eficaces tartamudeos y oportunas pausas. Lo primero lo disfraza
con el rosario que lleva siempre enroscado a la muñeca, como una pulsera sonora
de medallas y cruces, y con un santiguarse sin motivo. Pero no engaña a nadie.
Asimismo es prestamista y esto no lo oculta. Tan holgadamente caminan sus
negocios, que con sus manejos mueven una correspondencia activa, desde Buenos
Aires, con Chile y el Perú. Se ha casado hace dos años con una mujer bonita, a
quien le lleva veinte, y que pertenece a una familia de arraigo, parapetada en
su hidalguía discutible. La fortuna y la alianza han alentado las ínfulas de
Simón, hinchándole, y alguno le ha oído decir que si se llama del Rey por algo
será, y que si se diera el trabajo de encargar la búsqueda a un recorredor de
sacristías, no es difícil que encontraran un rey en su linaje.
—Pero
no lo haré —comenta, mientras acaricia el rosario—, porque no me importa y
porque fose caer en pecado —aquí tartamudeaba— de vanidad.
Vive
en una casa modesta, como son las de Buenos Aires. La ha adornado con cierto
lujo, haciendo venir de España y de Lima muebles, cristales, platerías y hasta
un tapiz pequeño, tejido en Flandes, en el cual se ve a Abraham ofreciendo a
Melquisedec el pan y el vino.
—Los
judíos —dice cuando lo muestra a un visitante— solo me gustan en el pa...
paño.
—¿En
el qué?
—En
el pa... paño, texidos. —Y se persigna.
Tiene
celos de su esposa, doña Gracia, cuya juventud provoca galanteo. Para no
perderla de vista, ha instalado la mesa de trabajo tan estratégicamente que,
con levantar la cabeza, domina sus hogareñas actividades, más allá del patio
donde las negras cumplen sus órdenes de mala gana.
A
doña Gracia le bailan los ojos andaluces. Simón del Rey sospecha que no le ama
y de noche, en el lecho matrimonial que parece un altar entre tantos ex votos,
reliquias, escapularios y palmatorias, se inclina sobre su bello rostro, con
paciencia de pescador, para atrapar lo que murmura en sueños.
Alguna
vez se escapa de los labios de su mujer un nombre: un nombre y nada más, que se
echa a nadar con agilidad de pececillo entre las sábanas, las almohadas y las
tablas de devoción. El prestamista lo aprisiona en su tendida red. Al día
siguiente, doña Gracia deberá explicar quién es Diego o quién es Gonzalo, y
siempre son parientes lejanos o amigos de su hermano mayor, que acudían a su
casa cuando era niña. Simón masculla una frase ininteligible y se mete en su
aposento, a embolsar las monedas de plata y a calcular cuánto le adeudan su suegro
y sus primos políticos.
Pero
hoy está contento por varias razones. Ha conseguido que el caballero que le
diera en prenda su estancia, con molino, corrales y tierras de pan llevar, a
cambio de una miseria, se resigne a entregársela sin pleitos, pues no puede
pagarle. Además está conversando con un emisario recién venido de Chile,
portador de buenas noticias. Es un muchacho con cara de tonto, quien se
embarulla al informarle del éxito de sus negocios en el otro lado de la
cordillera. Le trae un regalo de parte de su socio chileno. León Omes, también
judío, también portugués. Lo despoja cuidadosamente del lienzo que le cubría, y
el espejo veneciano fulge, como una gran alhaja, en medio de la
habitación.
Simón
del Rey lo mira y remira, en pos de rajaduras, pero está intacto. Asombra
comprobar que ha cruzado los desfiladeros traidores, balanceado sobre una
acémila, sin sufrir daño alguno. Tanto crece su entusiasmo que, distraído el
temor, llama a doña Gracia. La señora hace su reverencia, pasmada ante la gloria
del espejo, y ojea al muchacho de cara de tonto, que tiene un lunar en la
barbilla y el pelo negro y brillante como ciertos géneros ricos.
En
el fondo del espejo, como en un agua verde, turbia, asoma su cara fina de mujer
del sur de España, un poco árabe. Y detrás se esfuman las facciones aceitunadas
de su marido, que divide la acusadora nariz de gancho, y las del emisario de
Chile, sonriente.
—No
me veo bien —declara doña Gracia.
—Es
un espejo antiguo —expone el extranjero—; ya me previno mi amo que en eso
reside su mérito principal.
—¡Y
claro! —tercia Simón del Rey, que se las da de conocedor de artesanías
refinadas—, ¡muy hermoso... e... e muy antigo!
Lo
ha hecho colocar en el aposento donde duermen, frente al lecho, entre las
pinturas de santos y de la
Virgen María. Es, en verdad, un espejo muy hermoso. Su marco
ha sido ejecutado con la misma materia, al modo veneciano, y las talladas hojas
y volutas que le forman se destacan sobre su color de vino rojo. La luna es
casi verde. Si el prestamista tuviera imaginación y algo más de lectura, todo
el hechizo de Venecia le encantaría por la sola virtud de ese espejo singular,
en cuyo encuadramiento persiste la delicadeza de los margaritaios, los sutiles
fabricantes de perlas de esmalte y de vidrio y de pendientes con granates, que
Marco Polo hizo enviar a Basora y a los puertos del Asia Menor, del Mar Negro y
de Egipto, para que de allí las caravanas los transportaran hasta China, donde
decorarían los botones de los mandarines. Y en su luna vería la seducción del
agua sensual que frota su lomo tornasolado al rubor de los palacios patricios,
aéreos como los cristales que el sol de Murano enciende. Pero aunque nada de
eso ve, algo especial, algo secreto encierra este espejo italiano, algo que le
perturba, cuando súbitamente se vuelve a buscar en él su imagen, porque se
dijera entonces que la luna tarda en reflejarla, en devolvérsela, y es como si
su rostro ascendiera sin premura de lo hondo del agua.
A
medida que transcurren los días, Simón del Rey se preocupa. ¿Qué demonios le
pasa al espejo? Una vez, observándolo a la distancia, desde el lecho, tuvo la
impresión de que, en lugar de copiar su cuarto, otro aposento y otras personas
habitaban su marco rojo. Se incorporó vivamente, pero cuando se plantó ante él,
su faz cetrina esta allí, como brindada por una fiel bandeja. Acaso le estaba
aguardando, para tranquilizarle.
Doña
Gracia irrumpe una mañana en su pieza de trabajo:
—El
espejo está embrujado —le dice.
_¿Y
por qué?
—Porque
hoy he visto en él algo que no es de hoy, sino de ayer.
Simón
del Rey se enfada. Le irrita que su mujer entre, contraviniendo órdenes, en su
despacho. También le irrita que cualquier mala influencia pueda imponerle
desprenderse de tan suntuoso obsequio.
—Vocé
está boba —replica, y la manda a ocuparse de lo suyo.
Luego,
de puntillas, se desliza en el cuarto que el espejo preside con su azogue
misterioso, el cual se apresura a serenarle, retratándole de inmediato.
Simón
se encoge de hombros. No dispone de tiempo para dedicarlo a femeninas
extravagancias. Le solicitan problemas más graves. Y no es el menor,
ciertamente, aquel cuya solución le obligará a alejarse de su casa durante diez
días. Tendrá que trasladarse a recibir la estancia que es ahora suya y que se
agrega a sus otros campos. Habrá que redactar inventarios, firmar papeles: solo
él puede hacerlo. Y lo más sensato será no dejar transcurrir el tiempo, porque
para los portugueses soplan vientos de tempestad, y aunque él se ilusione con
la idea de que ya le consideran castellano viejo, a veces le roe la duda y le
entran unos grandes apuros y un afán de estar bien con todos y de que todos le
calmen con unas sonrisas que se traducen así: ¡Pero, Simón del Rey!,
¿portugués, vuesa merced? ¿Vuesa merced, judío? ¿A quién se le ocurre tal
dislate?
Hace
menos de dos años, en 1641, fueron condenados a muerte en Buenos Aires los
pilotos del navío Nuestra Señora de Oporto y dos lusitanos más, que trajeron al
Río de la Plata
anuncios de la rebelión del reino portugués. Y ¡qué comunicaciones! Doña
Margarita de Saboya, Duquesa de Mantua y gobernadora del reino, había sido
detenida; el pueblo se había levantado en masa y coronó al Duque de Braganza
bajo el nombre de don Juan IV; ardía la guerra entre España y Portugal. Simón
del Rey se tapaba los oídos. No le interesaba... no le interesaba... que le
dejaran en paz... él era súbdito de Su Majestad Católica... y español... y
católico también... tan católico como Su Majestad Catoliquísima.
Deberá
irse hoy mismo. Le duele alejarse de su mujer y multiplica las recomendaciones:
que no salga a la calle bajo ningún pretexto; que permanezca enclaustrada, como
corresponde a una señora de su posición y alcurnia.
—¡Cómo
una monja! —insiste—, ¡como una monjiña!
Se
va, muy erguido, después de persignarse y de echar una última mirada a su
espejo inquietante, dentro del cual, evidentemente, algo raro pasa, algo que es
mejor no analizar de cerca, porque entonces la Inquisición no le
daría cuartel con sus interrogatorios; pero que se podría interpretar como una
descompostura, como un desorden en el mecanismo reflector de imágenes, que se
acelera o se atrasa. Ni aun tales consideraciones y la presunción de que en la
fábrica del espejo veneciano —¡hay tanto hechicero en Italia!— intervinieron
recursos mágicos, le decide separarse de él. Quizá, con el tiempo, se adormezca
esa agua revuelta. El procedimiento más cuerdo, por ahora, será no mirarlo
mucho, y sobre todo no dejar que se transforme en obsesión. Y no exagerar... no
exagerar... para que el Diablo no se frote las palmas candentes.
Diez
días después, Simón del Rey está de vuelta. La operación salió a pedir de boca
y la estancia es la más importante que posee. En su casa, doña Gracia le espera
vestida con el guardainfante opulento, el gris y rosa, y una lazada de seda
azul en el cabello. ¡Qué hermosa es, Dios Todopoderoso! Hermosa como un navío
dorado del Infante don Enrique con sus velas y sus banderines vibrantes en la
brisa del mar.
Simón
del Rey la escudriña con los ojitos hebreos, guiñadores bajo la capota de los
párpados. No la interroga. Un caballero no pregunta a su dama cómo se condujo
en su ausencia. Pero va y viene por la casa, con su señora en pos, olfateando
como un perro de jauría, y aguzando unas miradas oblicuas que resbalan sobre
los muebles y ascienden como insectos voraces por el tapiz de Abraham y
Melquisedec.
Esa
noche, mientras se desviste en el aposento a la luz de una vela —doña Gracia se
despereza en el lecho sin cobijas, desnuda— Simón se detiene ante el espejo y
ahoga una exclamación.
Lo
que la luna brumosa le ofrece no es su imagen, con el jubón desabrochado y la
gorguera abierta bajo la faz expectante, sino —como si en vez de un espejo
fuera un cuadro de verdoso barniz— la imagen de su mujer que retrocede hacia el
lecho en brazos del emisario de cara de tonto. Y ese cuadro atroz se mueve
lentamente, sonambúlicamente, lo que, si por un lado torna irreal el episodio,
por el otro detalla y subraya sus aspectos más reales. A poco la escena se
enlobreguece, se deshace como si estuviera pintada en velos muy pálidos, hasta
que termina por desaparecer, y del abismo del espejo sube su propio rostro
descompuesto; con los ojos reventándole en las órbitas.
El
espanto mantiene tieso a Simón del Rey. Más todavía que la definitiva prueba
del sortilegio, le demuda la otra prueba, la de la infidelidad de su señora;
porque la primera sobrepasa la razón y no es asunto que un pobre ser humano
pueda aclarar, en tanto que la segunda tiene un significado diáfano y, aunque
quisiera eludirlo, solo a él atañe.
Doña
Gracia, en el lecho, le llama con una voz baja que es casi un maullido. De un
salto, Simón se arroja en él. Se acurruca en su costado, ante el fingido
despecho de la dama, y no responde a sus tentativas insistentes. Minutos
después hace como que ronca, para que ella se duerma. Necesita reflexionar sin
que le distraigan. No cierra los ojos durante la noche entera. Le quema la
sangre. ¿Qué hará? Castigarla, sin duda... pegar, pegar hasta que le duelan las
manos que hunde en la almohada... pero no ahora, porque los negros podrían oír
sus gritos y presentarse con mucha alharaca; no ahora sino en la estancia, a
salvo de todos...
A
lo largo de la noche le acosa la escena que enmarcó el espejo, ese espejo que
es como un reloj desordenado, cuyas manecillas dementes se paran donde les
place. Al alba, concilia el sueño.
Despierta
con el sol alto. Doña Gracia abandonó el aposento hace horas y andará
trajinando con los servidores. Simón del Rey se frota los ojos y en seguida
vuelve a apoderarse de él la evidencia desagradable... Pegar... pegar hasta que
las manos le duelan... En la estancia, cerca del molino, hay una choza...
Arrastrarla allí y pegar... pero no aquí... aquí hay testigos, parientes... un
mundo de parientes orgullosos... y ese gobernador que aprovechará para vejarle,
porque le odia... le odia como un caballero odia al judío con quien tuvo tratos
por dinero y a quien debió soportar y agasajar y palmear en el hombro... No
aquí sino allá, en la estancia, en el fortín extraviado entre talares y lagunas...
Se
levanta, salpica sus mejillas y su nariz palestina con agua y se pone ante el
espejo, deseoso y temeroso a un tiempo de que el cuadro que certifica su burla
haya regresado a él. Pero en su lugar la luna de Venecia muestra en su
retablillo de títeres lamentables otro acto, en el cual él desempeña el papel
principal. Asómbrase Simón, pues la escena que se desarrolla —esa en la cual
dos soldados le prenden y se ve al señor alcalde con un gesto torcido— no ha
tenido efecto aún, y el prestamista, tras breve vacilación, adivina que el
reloj loco, cuyas agujas corren hacia delante y hacia atrás con movimientos
incoherentes, le está exhibiendo algo que un día sucederá y que se reflejará
dentro de esa misma luna prodigiosa. Y de inmediato se da cuenta de que le
arrestarán por asesino de su mujer; se da cuenta de que aunque su venganza se
esconda en la soledad de la llanura, le descubrirán, y comprende que esos
vanidosos castellanos que matarían a sus esposas por la sospecha más nimia, no
tolerarán que un portugués judío haga lo mismo con una que procede de su altiva
casta, no obstante que haya pecado, y deduce que él será quien saldrá
perdiendo. Procura apaciguarse. Ya abundarán ocasiones para el desquite. Ahora
en menester quedarse quieto.
—¡No,
no —se repite tartamudeando—, no sucederá, no me meterán entre fierros!
Simón
del Rey se dirige a su despacho. Le está aguardando su amigo Juan de Silva con
novedades de bulto: la situación ha hecho crisis; mientras él se hallaba fuera
de la ciudad, el gobernador don Jerónimo Luis de Cabrera hizo pregonar un bando
por el cual ordena que los moradores de nación portuguesa se inscriban en un
registro y entreguen allí sus armas. Han acudido trescientos setenta; más de la
cuarta parte de la población porteña es de ese origen. Todos concurrieron, del
maestre de campo Manuel Cabral de Alpoin abajo, con arcabuces, con espadas, con
dagas, con picas.
El
mal humor del prestamista encuentra desembocadura y se lanza por ella a
borbotones, como un torrente. Golpea la mesa con ambos puños y vocifera que él
no irá, que no es portugués, que no lo fue nunca, sino un vasallo leal del Rey
Felipe; y echa a su compadre.
Su
mujer se arrima, medrosa, porque ha captado el chisporroteo que atiza el
peligro.
—El
espejo... —comienza a decir.
Simón
del Rey explota, furioso:
—¡Nāo
me cuente del espejo... nāo me lo nombre..!
La
tarde caliente se cuela por la ventana, en la penumbra de la siesta, para
atisbarle, empacado delante del cristal veneciano que sin reposo estudia, como
si fuera un mapa mural y él un jefe que se apresta a dar una batalla, y que
titubea antes de marcar la mudanza de las posiciones. Pero el espejo, quizás
alertado por esa vigilancia, ha suspendido la oscilación que trae y lleva las
imágenes cuya custodia se le confía, y lo único que le da, a cambio de su
presencia avizora, es su propia efigie de medio cuerpo, como un irónico retrato
velazqueño, con una mano crispada bajo la gorguera.
—No
la tocaré —dice Simón del Rey—; no iré a presidio por culpa de esa perra
cristiana... Después... después...
Y
cuando lo está diciendo o pensando, entran en su habitación, sin previo aviso,
los dos soldados y el alcalde que vio reflejados allí.
—Simón
del Rey —manifiesta el alcalde solemnemente—, traigo orden de conduciros ante
Su Señoría, por no haber cumplido lo que dispuso sobre el desarme de los
portugueses.
Simón
se desconcierta. Esto no figuraba en sus planes. ¿Cómo iba a presentirlo,
cuando tenía que considerar un asunto tan arduo y de tan distinta condición?
¿Qué pretende don Jerónimo Luis: que se vuelva loco? ¿Por qué no le dejan
tranquilo, con su intranquilidad? ¿Cómo va a conjurarla o por lo menos a
narcotizarla, si le torturan con estupideces?
Tartajea:
—No soy portugués...
—Tendréis
que acompañarme.
—No
soy... no soy portugués...
Exasperado,
porque la rabia impotente de ser portugués hasta la punta de las uñas y de que
por ello invadan su casa se suma ahora a la de saberse engañado, descarga su
ira sobre el alcalde, perdido el dominio, y le da un empellón.
El
funcionario se alisa la ropa y dice:
—Vendréis
conmigo a la cárcel, Simón del Rey, por rebelaros contra la autoridad.
El
prestamista se agita como un poseído. En la luna espectral, cópiase exacta la
escena que vio esa mañana: los soldados avanzan y el alcalde del torcido gesto.
Ante la sorpresa de los esbirros, rompe a reír. ¿Así que esto era todo? ¿Nada
más que esto? ¿No le conducirían al Fuerte para ajusticiarle, sino para una
simple declaración? Ríe hasta las lágrimas. ¡Ay —solloza—, ya regresaré, pronto
regresaré! Su risa se muda repentinamente en cólera. Como un látigo le hostiga
el recuerdo del mal rato que pasó por culpa del espejo. Antes de que los
soldados puedan apoderarse de él, exclama:
—Este
es... este es o culpable... o maldito...
Y
alza lo que más cerca encuentra —un Cristo de plata del Alto Perú— y lo
estrella contra la luna que, al partirse arrastra entre sus fragmentos las
imágenes rotas. Saltan los fragmentos púrpuras y verdes. Uno se clava en la
mejilla izquierda del alcalde y la sangre mana:
—¡Me
habéis herido —gime el funcionario— y voto a Dios que lo pagaréis!
Los
hombres se abalanzan sobre el portugués y le tuercen las muñecas para
sujetarle, pero Simón del Rey no cesa de reír. Cruzan el patio, rumbo al
zaguán. Doña Gracia aparece, asustada por el estrépito. Al mismo tiempo surge
de la calle el muchacho con cara de tonto, que apenas puede murmurar que venía
a despedirse, porque ya se llevan a Simón.
El
prestamista cruza maniatado el corro que se amasó frente a la puerta, dentro
del cual hay chicos que le gritan judío y negras que le sacan la lengua. Se
vuelve para ver a su mujer y al extranjero que permanecen ante su casa y que
luego entran en ella, muy juntos, a recoger los restos del espejo veneciano,
del espía muerto.
Huirán
a Chile con su pasión desesperada, pero Simón no lo sabrá nunca. Su proceso
ambulará por tribunales indiferentes, acumulando papelería, de Buenos Aires a
Lima, de Lima a España, hojeado distraídamente por magistrados e inquisidores,
que se devolverán la carpeta cada vez más abultada, hasta que nadie entienda
cuál es la causa que se debate, ahogada en un mar de sellos y de rúbricas, los
que se repiten como si el expediente se hubiera llenado de espejos laberínticos
que copian las idénticas fórmulas latinas y los rostros iguales de los jueces.
Y Simón del Rey perderá todas sus estancias. Le enviarán de una a otra celda,
por tentativa de asesinato en la persona de un representante de Su Majestad;
por ocultamiento sedicioso de armas a favor de los enemigos portugueses; y por
herético judío, que no vaciló en arrojar un Cristo contra la pared, quebrando
un espejo, después de jurar que ese Cristo —que llamó maldito— era el culpable
de su desgracia. Y se transformará en un viejecito cuyo temblor hace tintinear
su rosario, y que susurra a los carceleros sordos:
—Le
pegaré... La llevaré a la estancia... le pegaré... me dolerán las
manos...
ANÁLISIS
DE “EL ESPEJO DESORDENADO”
DE MANUEL MUJICA LAINEZ
DE MANUEL MUJICA LAINEZ
Héctor
Zabala ©
Esta
obra es parte del libro Misteriosa Buenos Aires,
extraordinaria creación de Manuel Mujica Lainez, quien, pretextando una
colección de cuentos, aprovecha para mezclar anécdotas, hechos históricos y
leyendas, en las que no faltan costumbres y supersticiones de época (incluso
magia y hechicería), relacionados con personajes de diversa condición y fortuna
desde 1536, año en que la población fuera fundada por primera vez [1] por
don Pedro de Mendoza, como aldehuela apenas protegida por una empalizada, hasta
1904 cuando comienza a vislumbrarse la moderna ciudad que es hoy. En estos
cuarenta y dos cuentos, el autor demuestra un trabajo de profunda investigación
y hace alarde de una tensión dramática que mezcla con descripciones de
exquisita elegancia.
El
cuento El espejo desordenado se
sitúa en 1643 cuando Jerónimo Luis de Cabrera se desempeñaba en Buenos Aires
como gobernador del Río de la
Plata (1641-1646), colonia española que por entonces dependía
del Virreinato del Perú.
EL
CONTEXTO HISTÓRICO Y LA
PERSONALIDAD DEL
PROTAGONISTA
Simón
del Rey es judío y portugués, dos detalles que no son precisamente simpáticos
en una colonia española cuya metrópoli viene manteniendo tensiones políticas
con la corte portuguesa, apoyada a su vez por Gran Bretaña, potencia que
disputa el imperio mundial al reino hispano. Por otra parte, hace un siglo y
medio los judíos fueron expulsados de España por los Reyes Católicos, Isabel y
Fernando, y su sola presencia o mención es particularmente odiosa a los
habitantes de todos los dominios peninsulares, desde ya profundamente
católicos. En este contexto histórico se desarrolla el tema del cuento.
Por
si esto no bastara, Simón es prestamista, profesión vista con desprecio porque
equivale a usurero. Nótese que por unas migajas que prestó, se queda con toda
una estancia, garantía del préstamo. Desde la Edad Media y aun hasta
mucho después hubo una larga tradición literaria sobre el tema, en la que los
usureros casi siempre son judíos (vgr. en el Mío Cid, en El
mercader de Venecia de Shakespeare, etc.) y donde los diversos autores
no los dejan bien parados, cosa que refleja el prejuicio ancestral de las
sociedades europeas para con ellos, prejuicio que más tarde llegará por dicha
vía al continente americano.
En
medio de esa situación delicada, Simón se esfuerza por demostrar su catolicismo
e hispanidad sin lograrlo en absoluto, pues a menudo cae en errores de dicción
que demuestran su origen portugués (vgr. cuando dice: fose caer…,
texidos…, e muy antigo…, nāo…, como una monjiña, etc.), errores que no
solucionan ni ocultan sus pausas y tartamudeos adrede. En cuanto a la religión,
Simón exagera su fe católica: se lo encuentra siempre con un rosario a cuestas,
a cada rato alega ser católico, la cabecera de su lecho matrimonial está
recargada de imágenes cristianas, todo demasiado ostentoso y artificial como
para que alguien lo crea sincero.
Por
otro lado, muchas de sus actitudes cotidianas son justamente las que la gente
de la colonia reprocha al judío: desvivirse por el dinero, ser avaro o casi
miserable (Simón, pese a ser rico, vive en una casa modesta), ahogar las
finanzas de los deudores para sacar mucho provecho, asociarse con otros
mercaderes judíos, etc.
En
el orden amoroso, la obra sugiere que consiguió una esposa cristiana gracias a
oportunos préstamos monetarios a la parentela política, la cual a su vez parece
bastante frívola pues vive de las apariencias, obligada quizá por una hidalguía
española discutible, detalle social de relevancia en un medio como el de la Buenos Aires del
siglo XVII.
Esto
hace de Simón un hombre respetable solo en apariencia. En efecto, aunque todo el mundo le rinda homenaje o
le muestre gran consideración mientras está presente, por detrás con seguridad
se burlan, lo critican o hablan de su persona con ironía. Y él intuye ese
desprecio. Un ejemplo palpable de tal cinismo social lo brindan las esclavas
negras, quienes cumplen sus órdenes a regañadientes, indicio indirecto de que
están al tanto de lo que piensan de Simón los vecinos y conocidos de la
familia. Asimismo, sus parientes políticos quizá también lo odien por verse
obligados a una genuflexión degradante, humillante, para quienes se consideran
a sí mismos hidalgos, es decir “hijos de alguien”, por tener entre sus
ancestros alguna gente de alcurnia, noble, ya sea real o imaginaria. Este
rechazo hacia su persona, saltará a la vista cuando caiga en desgracia y sea
arrestado: “…hay chicos que le gritan judío y negras que le sacan la
lengua…”.
Esto
no ocurriría jamás si su origen fuera sin mácula según los cánones sociales de
su tiempo y lugar, es decir si fuera genuinamente español y católico. Así que,
en realidad, el pobre Simón al tratar de demostrar lo que no es, sin duda
cumple un ridículo rol de comediante.
Y
es que interiormente, y pese a todo (incluso contra sus propios deseos), Simón
sigue siendo judío por sus actitudes y portugués por sus pensamientos, y baste
para ello estos párrafos:
• “¡Qué
hermosa es [dice de su mujer], Dios Todopoderoso! Hermosa como un navío dorado
del Infante don Enrique con sus velas y sus banderines vibrantes en la brisa
del mar”. Pasaje en el que obviamente se refiere a Enrique el Navegante,
príncipe portugués del siglo XV e iniciador del desarrollo ultramarino de
Portugal [2].
• “Exasperado,
porque la rabia impotente de ser portugués hasta la punta de las uñas…”. Es
decir, por más que lo disimule y quiera demostrar su hispanidad, el hombre se
sabe, se siente, portugués. La nacionalidad no es cosa que se pueda dejar así
como así.
•
Y en cuanto a ser un judío convertido a medias, lo delata en parte su
entusiasmo por el tapiz de Abraham y Melquisedec, obra de arte que reproduce un
pasaje del llamado Antiguo Testamento [3], pero sobre todo el
crucifijo arrojado contra el espejo. Un despropósito en cualquier época y un
acto sacrílego para su tiempo, que un hombre educado desde pequeño en la fe
católica jamás hubiera hecho por más irritado que estuviera, aunque mas no sea
por mera superstición sino le alcanzara el respeto.
Doña
Gracia es una joven bonita, fogosa, que fue obligada a contraer nupcias con un
viejo que, además de judío y portugués, encima es un renegado, un vergonzante,
en ambos casos.
Este
matrimonio desparejo hace que Simón la esté celando de manera permanente, lo
cual no impide que ella mantenga fantasías sexuales con otros hombres en la
forma de sueños eróticos, cuestión que provoca la ira del marido, a quien la
muchacha debe dar explicaciones cada mañana al levantarse, la más de las veces
confusas o poco creíbles. La obra deja entrever que ella quizá hasta haya
tenido algún amante de soltera.
La
joven finge amor y deseo hacia este marido molesto, a la par que probablemente
en su interior lo odie o le tenga asco: “Doña Gracia, en el lecho, le
llama con una voz baja que es casi un maullido. De un salto, Simón se arroja en
él. Se acurruca en su costado, ante el fingido despecho de la dama, y no
responde a sus tentativas insistentes”.
Esa
tensión sexual de mujer insatisfecha estalla al llegar un muchachito con el
espejo mágico que trae de Chile, regalo del socio trasandino del marido: “La
señora hace su reverencia, pasmada ante la gloria del espejo, y ojea al
muchacho de cara de tonto, que tiene un lunar en la barbilla y el pelo negro y
brillante como ciertos géneros ricos”. En resumen, pese a la cara de tonto
o quizá alentada por eso (un amante así no traería problemas a su condición de
casada, al menos a priori), la mujer ve en ese cuerpo juvenil, acorde al de
ella, la solución a su pospuesto apetito sexual.
DETALLES
DE ÉPOCA
Mujica
Lainez siempre fue muy cuidadoso del transfondo histórico en su narrativa. No
cometía errores de ese tipo. Así por ejemplo:
• “Tan
holgadamente caminan sus negocios, que con sus manejos mueven una
correspondencia activa, desde Buenos Aires, con Chile y el Perú…”
En
efecto, el comercio entre España y sus colonias tenía como base la férrea
política monopólica que enriquecía a los comerciantes organizados en torno a
la Casa de Contratación de Indias, con sede en Sevilla [4].
Esta entidad controlaba el flujo de mercancías hacia y desde España, y el
asunto estaba relacionado a concesiones reales que interesaban mucho a la
recaudación impositiva del Imperio. Una de las rutas de ese comercio obligado
(comerciar de otra forma se consideraba contrabando) fue la marítima desde
Sevilla al Caribe, que tras escalas llegaba al istmo de Panamá, donde las
mercancías se cargaban en mulas para luego volverlas a cargar en la flota del
Pacífico con destino a Lima, ciudad privilegiada al efecto, y parte a Chile.
Desde Chile y Perú, se proveía después Buenos Aires.
De
ahí que Lima y Valparaíso (verdadero puerto de Santiago) fueran de suma
importancia en el comercio con Buenos Aires, ciudad que por entonces existía solo
oficialmente como puerto para caso puntual. De ahí también que Buenos Aires
(vía Colonia del Sacramento, actual Uruguay) se hiciera más tarde famosa por el
contrabando de importación de mercaderías británicas, a través de intermediarios
portugueses.
•
Simón piensa que “…si se llama del Rey por algo será, y que si se diera
el trabajo de encargar la búsqueda a un recorredor de sacristías, no es difícil
que encontraran un rey en su linaje…”
Esto
nos recuerda que para conocer la prosapia era necesario recorrer sacristías, es
decir los lugares donde se asentaban nacimientos, matrimonios y defunciones,
pues las iglesias funcionaban como verdaderos registres civiles. Con seguridad
existían profesionales que se dedicaban a tal actividad para comprobar
genealogías y encontrar eventuales hidalguías por encargo de personas
dispuestas a pagar el servicio.
•
La frase “Simón… se mete en su aposento, a embolsar las monedas de
plata” nos refleja un hecho muy importante: la plata era un elemento
esencial en la economía de la colonia, metal extraído en su mayor parte del
cerro de Potosí, Alto Perú o actual Bolivia.
El
nombre de Río de la Plata
(más un estuario que río), sobre cuya margen derecha fue edificada Buenos
Aires, se debió en gran medida a los rumores que cundían desde las primeras
conquistas españolas respecto de la existencia de grandes cantidades de ese
metal en la región. El Río de la
Plata sería teóricamente la puerta de acceso a dichas
riquezas. El nombre de nuestro país, Argentina, como se puede apreciar
(de argentum ~i, plata) comparte esa misma etimología.
•
Con “La ha adornado con cierto lujo [la casa], haciendo
venir de España y de Lima muebles, cristales, platerías y hasta un tapiz
pequeño, tejido en Flandes…” se muestran dos cosas: la falta de
artistas locales finos y de verdaderas industrias. Por entonces, Buenos Aires
era una ciudad pobre, perdida en el borde mismo del imperio español y dejada a
la mano de Dios en cuanto a suministros de uso cotidiano. Tales problemas
traerían como reacción el contrabando con los ingleses y portugueses para
hacerse de manufacturas (también de esclavos aunque no en grandes cantidades) a
cambio de cueros y lingotes de plata como exportación. Este comercio ilegal
sentará las bases de la futura riqueza relativa de la ciudad, de la pugna para
que España legalice su comercio con británicos y portugueses y, finalmente,
para el levantamiento de 1810, primer paso hacia la independencia, que luego se
extendió como reguero por toda América hispana ante la tozudez de los Borbones
que deseaban continuar con el sistema de monopolio, si bien tomaron algunas
medidas liberales que no fueron suficientes. Pero eso sería otra
historia.
INDICIOS
DE QUE SIMÓN SERÁ DETENIDO
A
lo largo del cuento, Mujica Lainez nos avisa que el protagonista será
arrestado:
• “…para
los portugueses soplan vientos de tempestad…”
• “…aunque
él [Simón] se ilusione con la idea de que ya le consideran
castellano viejo, a veces le roe la duda y le entran unos grandes apuros y un
afán de estar bien con todos y de que todos le calmen con unas sonrisas que se
traducen así: ¡Pero, Simón del Rey!, ¿portugués, vuesa merced? ¿Vuesa merced,
judío? ¿A quién se le ocurre tal dislate?”
• “Hace
menos de dos años, en 1641, fueron condenados a muerte en Buenos Aires los
pilotos del navío Nuestra Señora de Oporto y dos lusitanos más, que trajeron al
Río de la Plata
anuncios de la rebelión del reino portugués”.
• “Y
de inmediato se da cuenta de que le arrestarán por asesino de su mujer…”
•
Incluso hay un indicio inverso cuando dice: “—¡No, no —se repite
tartamudeando—, no sucederá, no me meterán entre fierros!”
INDICIOS
DE QUE SIMÓN SE VOLVERÁ LOCO
Varios
indicios desperdigados a lo largo del cuento, anuncian la futura locura del
protagonista. Así, por ejemplo:
• “¿Qué
pretende don Jerónimo Luis: que se vuelva loco?”
• “…y
del abismo del espejo sube su propio rostro descompuesto; con los ojos
reventándole en las órbitas”.
• “…porque
la primera sobrepasa la razón…”. Esta frase si bien se refiere en principio
al sortilegio que supone un espejo mágico, también puede interpretarse como
perder la razón.
• “…un
reloj desordenado, cuyas manecillas dementes…”
• “…adivina
que el reloj loco, cuyas agujas corren hacia delante y hacia atrás con
movimientos incoherentes…”
•
Aquí también hay un indicio inverso: “El procedimiento más cuerdo,
por ahora, será no mirarlo mucho [al espejo mágico], y sobre todo
no dejar que se transforme en obsesión”.
CONCLUSIÓN
Lo
interesante es que el narrador astutamente nos confunde durante el desarrollo
de la trama sobre el porqué de esa detención o al menos nos
mantiene en la duda permanente. Uno puede imaginar, mientras lee, que Simón
será finalmente encarcelado por algún daño grave inferido a su propia esposa
tras un ataque de celos. O por su condición de portugués, agravada por los
prejuicios antisemitas, que se desbocan en épocas de crisis
político-militar.
Pero
no, lo irónico del asunto es que el pobre judío portugués terminará preso por
un simple arrebato sobreviniente de la tensión acumulada por el temor a caer en
las desgracias referidas en el párrafo anterior, y justo cuando comienza a
sentirse liberado de una posible ejecución o de la cárcel rigurosa por tales
asuntos. Y lo más sarcástico, rayano en el humor negro, es que su juicio penal
se desarrolle por las acusaciones de ataque a un funcionario imperial español
tras intento de desacato y por cometer sacrilegio, siendo que tales delitos
nunca estuvieron en su intención de súbdito fiel.
De
ahí que sea notable la paradoja para quien vivió en una falsa apariencia
como católico y español: tener que sufrir una cárcel de por vida por
delitos aparentes que siempre cuidó evitar.
[1] Buenos Aires fue fundada dos veces. La primitiva, el
3 de febrero de 1536 por Pedro de Mendoza que la llamó Nuestra Señora
del Buen Ayre. Fue abandonada por orden de Domingo Martínez de Irala en
1541 luego de graves conflictos con los indios querandíes, que derivaron en
duros enfrentamientos, sitios y hambrunas. Buena parte de estos conflictos con
los indígenas se debieron a la falta de tacto y previsión de los conquistadores
españoles, en especial del propio Mendoza. El 11 de junio de 1580, tuvo lugar
la segunda y definitiva fundación de Buenos Aires, bajo el título de Ciudad
de la Santísima
Trinidad y Puerto de Santa María del Buen Ayre, por Juan
de Garay. Con el tiempo, el nombre fue acortado por razones prácticas y sus
habitantes tomarían el gentilicio de porteños (gente del puerto). Las ruinas de
la primera población fundada por Mendoza no se han encontrado y hay muchas
dudas sobre el lugar exacto de su emplazamiento.
[2] Enrique el Navegante se llamaba Enrique de Avis y
Lancaster y también era conocido por Infante de Sagres o Infante Don Enrique
(Oporto, 4/3/1394 — Sagres, 13/11/1460). Fue la figura histórica más importante
de la era de los descubrimientos. Gracias a ser hermano del rey portugués,
logró llevar a cabo grandes empresas marítimas al reunir en Sagres a
experimentados navegantes, geógrafos y astrónomos. Sus marinos realizaron el
descubrimiento de los archipiélagos de Madeira, Tristão Vaz Teixeira, Azores y
Cabo Verde, así como la exploración en detalle de la costa occidental de
África. Pero lo más significativo fue que sus desvelos sentaron las bases del
desarrollo ultramarino portugués y su subsiguiente imperio.
[3] La anécdota de Melquisedec y Abraham (por entonces
Abrán o Abrám) se encuentra registrada en el libro bíblico de Génesis, capítulo
14, vss. 18 al 20. Alrededor de la vigésima centuria antes de Cristo,
Melquisedec fue rey y sacerdote en Salem, nombre con que se conocía a la ciudad
de Jerusalén en aquel tiempo.
[4] La Casa de Contratación de Indias cambió
su sede de Sevilla a Cádiz en 1717.
MANUEL
MUJICA LAINEZ
(Buenos
Aires, 11/9/1910 - Cruz Chica, Córdoba, 21/4/1984).
Novelista,
poeta, ensayista, biógrafo, crítico de arte y periodista argentino.
Sus
obras
Novelas: Don Galaz de Buenos Aires (1938); Los ídolos (1953); La casa (1954); Los viajeros (1955); El retrato amarillo (1956), novela corta publicada por la revista Ficción; Invitados en El Paraíso (1957); Bomarzo (1962); El unicornio (1965); De milagros y melancolía (1968); Cecil (1972); El laberinto (1974); El viaje de los siete demonios (1974); Sergio (1976); Los cisnes (1977); El Gran Teatro (1979); El escarabajo (1982).
Cuentos: Aquí vivieron (1949), Misteriosa Buenos Aires (1950), Crónicas reales (1967), El brazalete y otros cuentos (1978), Un novelista en el Museo del Prado (1984).
Novelas: Don Galaz de Buenos Aires (1938); Los ídolos (1953); La casa (1954); Los viajeros (1955); El retrato amarillo (1956), novela corta publicada por la revista Ficción; Invitados en El Paraíso (1957); Bomarzo (1962); El unicornio (1965); De milagros y melancolía (1968); Cecil (1972); El laberinto (1974); El viaje de los siete demonios (1974); Sergio (1976); Los cisnes (1977); El Gran Teatro (1979); El escarabajo (1982).
Cuentos: Aquí vivieron (1949), Misteriosa Buenos Aires (1950), Crónicas reales (1967), El brazalete y otros cuentos (1978), Un novelista en el Museo del Prado (1984).
Poemas: Canto
a Buenos Aires (1943), con ilustraciones de Héctor Basaldúa.
Ensayos: Glosas
castellanas (1936), Héctor Basaldúa (1956), Los
porteños (1979).
Traducciones: Cincuenta
sonetos de Shakespeare (1962); Fedra, de Racine
(1972).
Biografías: Miguel
Cané (padre) (1942); Vida de Aniceto el Gallo, biografía
de Hilario Ascasubi (1943); Vida de Anastasio el Pollo, biografía
de Estanislao del Campo (1947).
Crónicas
periodísticas: Placeres y fatigas de los viajes I (1983), Placeres
y fatigas de los viajes II (1984).
Misceláneas: Estampas
de Buenos Aires (1946), con ilustraciones de Marie Elisabeth
Wrede; Bomarzo (1967), libreto para una ópera con música de
Alberto Ginastera; Letra e imágenes de Buenos Aires (1977) [1]; Más
letras e imágenes de Buenos Aires (1978) [1]; Nuestra
Buenos Aires (1982) [1]; Jockey Club un siglo (1982) [1]; Páginas
de Manuel Mujica Láinez seleccionadas por su autor (1982),
recopilación de textos inéditos con Prólogo de Oscar Hermes Villordo; Vida
y gloria del Teatro Colón (1983) [1].
Obras
completas: Tomo I (1978), Tomo II (1980), Tomo
III (1981), Tomo IV (1981), Tomo V (1983).
Editorial Sudamericana.
Obras
póstumas: Cuentos inéditos (1993), incluye El retrato
amarillo; Genio y figura de Manuel Mujica Lainez (1996) de
Jorge Cruz, EUDEBA, que incluye Los libres del sur, novela
inconclusa; Los
porteños II (1998), ensayos; Cuentos completos. Tomos I y
II (2001), con prólogo de Jorge Cruz; Luminosa espiritualidad (2004),
recopilación de dibujos (laberintos) y textos de Mujica Lainez con prólogo de
Guillermo Whitelow; Los dominios de la belleza (2005),
antología de cuentos y crónicas periodísticas seleccionadas por Alejandra
Laera; El arte de viajar (2007), crónicas periodísticas
seleccionadas por Alejandra Laera; Manuel Mujica Lainez en El Paraíso (2009),
incluye su diario sobre la compra de la estancia “El Paraíso”; Cuentos
escogidos (2009), selección de Jorge Cruz y Gregory Clemons; El
hombrecito del azulejo (2010), reedición del cuento en versión
cuatrilingüe (castellano, inglés, francés y alemán) con ilustraciones de Sophie
le Comte.
[1] En todos los casos con fotos de Aldo Sessa.
ESOPO
Y SU OBRA [1]
(circa
620 — 560 a.JC)
Héctor
Zabala ©
Esopo
habría sido un fabulista griego de los siglos VII y VI antes de Cristo, cuya
existencia está muy en duda. Hay pocos datos sobre su persona, que ya desde la
época clásica (si es que realmente existió) se vio envuelta en leyendas.
Heródoto (480 — circa 420 a. JC) narra algunos pasajes de su vida, que la
crítica dominante considera como meras fantasías de tradiciones orales
recogidas por este historiador. También Aristóteles (384 — 322 a. JC) y
Plutarco (circa 50 — circa 150 d. JC) le han dedicado alguna que otra página.
Existe además una supuesta Vida de Esopo, escrita por el monje
benedictino Planudo en tiempos tan avanzados como el siglo XIV, detalle que la
hace aún más dudosa que las versiones más antiguas.
La
confusión de sus biógrafos es tan grande que su nacimiento se sitúa tanto en
Frigia como en Samos, en Sardes, Lidia o, incluso, Tracia y Egipto. Habría sido
un esclavo hortelano vendido a Xantos de Samos, filósofo que le habría
concedido la libertad tras no poder competir con su ingenio. También se dice
que Esopo era de piel oscura, grotesco, deforme (cabezón, mofletudo,
cuellicorto, jorobado, con pies y boca grandes), defectos a los que se sumaba
su tartamudez. Sin embargo, su fealdad física se habría visto compensada por
una inteligencia audaz y el gran ingenio que plasmaría en sus fábulas.
Asimismo,
habría alcanzado importantes dignidades (hay anécdotas que lo relacionan con
embajadas del rey Creso o en la corte del Faraón), aunque la desdicha lo
acompañaría toda la vida, al punto que hasta un hijo habría intentado matarlo.
Su vida acabaría en Delfos, al ser despeñado como consecuencia de una falsa acusación
por robo sacrílego. Se cuenta que, aun al borde del precipicio, habría
intentado convencer a los verdugos con sus fábulas y metáforas, si bien
inútilmente.
COLECCIONES
Pero
más allá de que haya existido o no, parece estar fuera de duda que en la época
clásica toda nueva fábula —género de origen esencialmente popular— era
atribuida a Esopo, lo que contribuyó a acrecentar todavía más su ya legendario
prestigio.
El
ateniense Demetrio de Falero (circa 350 — 280 a. JC) llevó a cabo la primera
recopilación de sus fábulas. Antes de este filósofo peripatético, las fábulas
se transmitían oralmente o bien a través de citas de diversos autores. Incluso
se las incluía en textos escolares.
El
número de fábulas atribuidas a Esopo comprende unas 584, según el especialista
Ben Edwin Perry (1892-1968), creador del índice que lleva su nombre. Autores
posteriores han extendido este índice a más de 700.
Entre
las más conocidas se cuentan La zorra y las uvas (# 15), El
labrador y sus hijos (# 42), El león y el ratón agradecido (#
150), El pastorcito mentiroso [2] (# 210)
y La liebre y la tortuga (# 226).
Versiones
completas de estas fábulas fueron publicadas y traducidas por Émile Chambry (Aesopi
Fabulae, París, Les Belles Lettres, 1925 y 1927) y August Hausrath (Corpus
Fabularum Aesopicarum, Leipzig, Teubner, 1940-1956). En ambos casos se tomó
como base el índice Perry así como reconstrucciones indirectas de colecciones
antiguas y medievales conocidas como Augustana (siglo I) [3], Vindobonense (siglo
VI) y Accursiana (siglo IX) [4].
En
castellano existe una interesante versión editada por Planeta-DeAgostini
(colección Los Clásicos de Grecia y Roma) en 1995, Esopo,
Fábulas, con traducción y notas de Pedro Bádenas de la Peña.
En
esta edición de nuestra revista se incluyen algunas fábulas de Esopo poco
difundidas, cuyas enseñanzas nos sirve a todos. Y algunas en particular a los
políticos de cualquier país o partido y, por supuesto, también a quienes nos
toque elegirlos desde el llano.
Entró
una zorra en el taller de un escultor y, tras revolver en todas y cada una de
las cosas que allí se encontraban, se topó con una máscara de teatro [5],
y levantándola dijo: “¡Oh, qué cabeza, lástima que no tenga seso!”
Que
se ajusta a la persona hermosa de cuerpo pero falta de juicio.
EL
CARBONERO Y EL LAVANDERO [6] (# 29)
Un
carbonero que tenía su negocio en una casa, viendo que un lavandero se había
establecido en las cercanías, fue a pedirle que fuera a instalarse con él,
aduciendo que así aumentarían su amistad, amén que bajarían sus costos pues al
compartir el mismo local todo les saldría más barato. Pero el otro le
respondió: “Al menos para mí esto es imposible porque lo que yo blanquee, muy
pronto lo vas a ennegrecer de hollín”.
Que
muestra que lo desigual por naturaleza es imposible de asociar.
EL
ENTRECANO Y LAS DOS AMANTES [7] (# 31)
Un
hombre entrecano tenía dos amantes, una joven y otra vieja. La de más edad,
avergonzada de tener intimidad con alguien más joven, no dejaba de arrancarle
pelos negros. A su vez, la jovencita, intentando disimular que tenía un amante
viejo, le arrancaba los blancos. Así fue cómo el pobre hombre llegó a quedarse
calvo.
Algo
similar a la anterior. Lo que anda desacompasado resulta perjudicial.
LAS
RANAS QUE PIDIERON UN REY (# 44)
Las
ranas, cansadas de no tener un gobierno, pidieron al Olimpo que les diera un
rey. Zeus, viendo su simpleza, les tiró un palo [8] a la charca
donde vivían, diciéndoles: “Ahí tienen a su rey”. Al principio, asustadas por
el ruido de la caída del palo, las ranas se escondieron en el fondo de la
charca. Sin embargo, como vieran que el palo permanecía quieto, salieron a la
superficie y de a poco se fueron acercando. Más tarde, notando que el palo solo
flotaba y seguía sin hacer nada, llegaron a despreciarlo tanto que se subían y
se sentaban sobre él y hasta no faltó quienes le saltaran encima y croaran con
escándalo. Por fin, indignadas de tener un rey tan manso, lo tiraron a un lado
del charco y recurrieron de nuevo a Zeus para que les cambiara de gobernante,
alegando que el que tenían ya ni siquiera las asustaba. Entonces, Zeus,
irritado por el poco respeto que mostraban a su rey, les envió a cambio una
hidra (serpiente de agua) que las devoró a todas.
Que
enseña sobre la preferencia de tener un gobernante poco activo pero sin maldad,
a otro muy activo pero malvado.
LOS
CAMINANTES Y EL OSO (# 65)
Dos
amigos iban por el mismo camino cuando de repente apareció un oso. Uno de ellos
se subió de inmediato a un árbol y allí se escondió; el otro, al verse solo y a
punto de ser destrozado, se dejó caer y se hizo el muerto. El oso se acercó y
mientras lo olfateaba, el caído contenía la respiración, pues dicen que el oso
jamás toca un cadáver. Cuando el oso se marchó, el del árbol le preguntó qué le
había dicho el oso al oído y el otro respondió: “Que nunca más viaje en
compañía de amigos que no permanecen al lado de uno en los peligros”.
Solo
en las malas se conocen los verdaderos amigos.
EL
MONO ELEGIDO REY Y LA ZORRA
(# 81)
En
una asamblea de animales, un mono —tenido en buena opinión— fue elegido rey. La
zorra, sedienta de su puesto, al ver un pedazo de carne en una trampa, llevó
allí al mono diciéndole que había encontrado un tesoro y que, como buena
súbdita, en vez de aprovechárselo para sí, lo había guardado como digno regalo
de un rey y lo animó a recogerlo. El mono, despreocupado, se acercó. Luego, y
ya preso en la trampa, acusaba a la zorra de haberle tendido una sucia celada.
La zorra le contestó: “¡Mono! ¿Con inteligencia semejante pretendes ser rey de
los animales?”
Los
ineptos siempre se exponen al fracaso y al ridículo.
LOS
LOBOS Y LAS OVEJAS (# 153)
Unos
lobos andaban al acecho de un rebaño de ovejas. Como no podían apoderarse de
ninguna por causa de los perros que las protegían, decidieron hacerlo mediante
una estratagema. Enviaron emisarios a decirles que la enemistad entre ovejas y
lobos se debía a los perros pastores, pero que si se fiaban de ellos (los
lobos), tendrían paz. Las ovejas, sin prever lo que pasaría, echaron a los
perros. Fue así que los lobos se apoderaron de las ovejas y se comieron todo el
rebaño.
Los
pueblos que abandonan fácilmente a sus jefes terminan en manos del enemigo.
[1] No está claro que estas fábulas se escribieran
originalmente en verso o en prosa. De todos modos, como en nuestra lengua hoy
se las encuentra en prosa, se justifica la ubicación de este artículo en la
sección de narrativa.
[2] También conocida como El pastor bromista.
[3] El erudito Francisco Rodríguez Adrados la ubica en el
siglo V de nuestra era, pero esto no obsta a que el fondo de la colección pueda
ser mucho más antiguo.
[4] El especialista Ben Edwin Perry postuló que esta
colección sería del siglo XIV pero su opinión sería minoritaria entre los
eruditos.
[5] O máscara de tragedia, como se la traduce
en algunos casos.
[6] También se la conoce como El carbonero y el
batanero.
[7] Hay versiones que la vierten como El
entrecano y las prostitutas, pero la idea general del texto no admite tal
título.
[8] En algunas versiones se lee estaca.
“EL
FIN DE LA HISTORIA ” DE
LILIANA HEKER
Héctor
Zabala ©
A
Liliana Heker la descubrí hace años cuando leí su cuento La fiesta
ajena, una obra magistral en la que nos expone la psicología de tres
personajes centrales: la señora de clase media (o media alta, quizá) con ideas
muy propias de su entorno, probablemente atávicas, de las que ni ella misma
parece darse cuenta; las ilusiones de la chiquilina de clase baja por
“pertenecer” y la de su madre, sirvienta, realista, desconfiada por su
experiencia de vida y, por ahí, hasta algo resentida. Esto me incentivó a leer
más de esta escritora, que no conozco personalmente, y la verdad es que hasta
hoy todo lo que he leído de ella me ha gustado.
La
novela El fin de la historia me la regaló una de mis hijas
para un cumpleaños y recuerdo haberla leído con mi mujer en apenas unas horas.
Su narrativa es estupenda, sus silencios hablan, la tensión dramática es
permanente, sus personajes viven. La novela nos trae un tema urticante para la
sociedad argentina: la subversión y la lucha antisubversiva en los
llamados años de plomo. Un asunto que la gente de izquierda quiere poner
sobre el tapete en todo momento y lugar, sin fijarse demasiado si viene o no a
cuento con el tema que se toca, y que la gente de derecha pretende ignorar, al
estilo “de eso no se habla”, como dice un título de Julio Llinás, o “esto no
existió”. Ambas posiciones, ridículas, demostrativas de una actitud adolescente
de nuestra sociedad, o al menos de parte de algunos de sus referentes que
pretenden ser o erigirse en líderes de algo, son conductas que se repiten hasta
el cansancio en muchos políticos, y mejor no hablemos de cierto periodismo, que
hoy habla lo que ayer calló o, peor aún, hoy calla lo que nunca se atrevió o
tuvo ganas de decir, pese a que continúan jactándose de que fueron y siguen
siendo el “cuarto poder”.
La
versión de Liliana Heker, en cambio, es madura, tal como corresponde a una
intelectual que busca la verdad por sobre todas las cosas. A ella no la
influyen las ideologías —que las debe tener como cualquiera, claro está— pero
que no trasunta a su pluma más allá de los personajes. Su narrativa está hecha
desde la visión de cada individuo de la novela, con los sentimientos e ideales
tal como se dan en un contexto de alianzas espurias, traiciones, deberes
(reales o supuestos), ilusiones, prejuicios, lujurias. Ni los “buenos” son tan
buenos, ni los “malos” son tan malos, parece decirnos como moraleja, sin
importar demasiado a quiénes consideramos buenos y a quiénes, malos. Porque lo
que se dio en ese enfrentamiento sucio es mucho más complejo: es esto, les
guste o no, tanto a los nostálgicos de izquierda como a los de derecha.
El
tema desde ya es terrible, como es lógico suponer. Incluso se detecta en varios
personajes características de personas reales, históricas, aunque no figuren
con nombre y apellido, pero la señora Heker nunca apela al melodrama ni al
golpe bajo para mostrar hechos o desarrollar situaciones. Algún crítico
simplista dirá que el nudo narrativo podría caratularse en un expediente
judicial como síndrome de Estocolmo pero la novela no se queda solo en eso. Hay
mucho más y muy jugoso. De ahí que valga la pena leerla. Una obra realista y
profundamente psicológica y sociológica, que hace de Liliana Heker una gran
escritora y un verdadero orgullo para quienes hemos nacido en esta parte del
mundo.
LILIANA
HEKER
El
libro Los que vieron la zarza (1966) la consagró como una de
las grandes narradoras contemporáneas. Sus cuentos completos han sido
recopilados en el volumen Los bordes de lo real (1991), que se
tradujeron al inglés. Y muchos también se han publicado en Alemania, Canadá,
Holanda, Polonia, Rusia, Israel, Irán, Serbia y Turquía, después de haberse
traducido a sus respectivos idiomas. En 1996 se editó la novela El fin
de la historia y en 1999 Las hermanas de Shakespeare,
libro que comprende artículos publicados en diferentes medios entre 1971 y
1977.
Es,
además, autora de las siguientes obras: Acuario (1972), Un
resplandor que se apagó en el mundo (1977), Las peras del mal (1982), Zona
de clivaje (1987), Diálogos sobre la vida y la muerte (2000), La
crueldad de la vida (2001), Cuentos (2004) y El
legado inagotable (2005).
Entre
los premios obtenidos, figuran: Hispanoamericano de Casa de las
Américas (Cuba, 1966), Faja de Honor de la SADE (1967), Primer
Premio Municipal de Novela (Buenos Aires, 1986-1987) y , Diploma
al Mérito en Cuento, quinquenio 1989-1993, de la Fundación Konex.
Actualmente
integra el directorio del Fondo Nacional de las Artes de la Argentina.
Entrevista
al poeta y animador cultural Diego Formía.
Fotografías:
archivo personal del autor
Luis
Benítez: ¿Cómo fue el desarrollo de su poética, desde su primer libro hasta el
último que ha publicado?
Diego Formía |
Creo
en lo que dice Eduardo Milán, en su libro “Resistir. Insistencias sobre
el presente poético” (habría que agregar Latinoamericano), cuando
habla de la poesía de lo errático y del poeta como un vagabundo que es
hablado. “El poema como errancia significa el fin de la dependencia de
la poesía respecto de la realidad. Sin lugar, solo queda el poeta derivar o, en
términos de Gilles Deleuze y Félix Guattari, “devenir”, ser otra cosa, ir de
identidad en identidad, estar en movimiento continuo. El poeta pierde identidad
en ese vagabundeo interminable y el poema pierde al titular de su habla. Ya no
hay identidad: hay identidades. Ya no hay una realidad que obedecer: hay
realidades y todas intercambiables según el punto en que se encuentra el poeta
en esta verdadera fuga de un centro ausente”. (“Resistir. Insistencias
sobre el presente poético”, artículo de Eduardo Milán. FCE, México,
2004.)
Mis
libros:
• “Un
velero en el vacío” (1999, imprenta municipal de Río Cuarto) fue mi
primer libro y si bien es genuino y potente en su particular intento de
transmutar el dolor, tiene muchos problemas técnicos, porque en esa época (a lo
que hoy entiendo como una postura adolescente) no le daba importancia a los
aspectos formales de la poesía.
•
Luego vendrá el libro-disco “Sonajeros” (2002, editorial
Universidad Nacional de Río Cuarto) que nace como un planteo lúdico, infantil y
por ende ingenuo, una postura adrede para crear un mundo cerrado, un mundo de
opciones positivas en un país que se caía a pedazos, un lugar en donde hacen
ronda los hijos, la familia, los amigos. Los textos de Sonajeros fueron creados
para ser leídos y musicalizados (y plasma el interés que aun hoy permanece en
mí: el de buscar cruces de lenguajes para examinar posibilidades expresivas que
siempre comparto con artistas de otras disciplinas). Todos los poemas del libro
fueron leídos y grabados en un disco experimental que completa el
volumen.
•
Luego vendrá “Crol en el invierno líquido” (2006, Cartografías
Editora) que es un nado hacia adentro, un personaje que está tirado en la cama
que no puede o no quiere levantarse, es de tono existencial y minimalista,
rompe abruptamente con la “fiesta infantil” del libro anterior para ponerse en
el otro extremo, en el de la soledad y la angustia que se pregunta.
•
Mi último libro es “El pez del ojo” (2010, Cartografías
Editora) que tiene una unidad muy fuerte entre sus poemas. Toma recursos
poéticos del pasado (como la aliteración, por ejemplo) para decir lo
contemporáneo; bajo la idea de que la “única verdad es la ilusión general” que
se plasma en imágenes poéticas, en el sentido de que el ojo y los órganos de
percepción son imperfectos y que la física, que estudia la estructura de la
materia, a través de sus teorías subatómicas ha descubierto el vacío cuántico
de las “cosas”. Esto es algo que a los físicos les cuesta explicar pero que es
de una belleza admirable y que, al menos yo creo, acabará con nuestra fuerte
influencia del materialismo para comprender el universo.
DF: He descubierto tres pasiones en mi vida, claro
que con distintas pulsiones e intensidades: la poesía, la comunicación y la
animación cultural. A esta última la encuentro hace unos diez años y de hecho
es uno de mis trabajos en el municipio de Río Cuarto. Si bien la animación
cultural es hoy toda una disciplina de estudio (mi formación específica en
realidad es en comunicación social) creo que lo básico de esta labor es tener
cultura general, sensibilidad ante los procesos sociales para saber cuáles son
los hechos culturales (cultura en términos de valores y como toda actividad que
desarrolla el hombre) pertinentes a promover en una determinada sociedad a
partir de necesidades concretas de desarrollo social. Y en esto de promover
comienza a jugar un aspecto artístico-social en términos creativos.
Vamos
a un ejemplo, el encuentro anual de poesía que se hace desde hace cinco años en
Río Cuarto, Encuentro Nacional Aguante Poesía, nace en el momento en que te
pones a pensar con otros (siempre con otros, porque la animación cultural no es
una cuestión de un tipo, de un iluminado, es justamente una cuestión social)
que en tu ciudad no hay un espacio que le permita a la poesía local entrar en
diálogo con la poesía que se hace en el país; algo que evidentemente,
enriquecerá a la poesía local en los más diversos aspectos, y se supone que lo
local, en una visión federal de país, tiene algo que decir en términos
nacionales. Luego vendrá cuestiones más prácticas y de organización, por
ejemplo, cómo hacer comprender a los funcionarios sobre esta necesidad porque
son ellos los que determinan en qué se invierte y en qué no.
Una
vez alcanzada la decisión política hay que determinar cómo se administra el
dinero que el Estado determina invertir en esta actividad. Luego pensar las
acciones concretas que se desarrollarán en el encuentro cada año: cuales son
los poetas que se van a invitar teniendo en cuenta la heterogeneidad que existe
hoy en la poesía argentina, si se van a desarrollar lecturas, charlas, talleres
literarios, etc… Aspectos que, si bien soy quien de alguna manera ejecuta, se
van discutiendo, charlando, consensuando entre los poetas locales que conforman
el grupo Cartografías, agrupación que en realidad es la organizadora del
encuentro y la creadora de este espacio que es de todos; incluso de poetas, editoriales
independientes y revistas especializadas de otras ciudades, que se sienten
parte del Aguante Poesía porque comprenden profundamente su espíritu.
También
podría contarte sobre un ciclo de difusión científica que llevé adelante
durante cinco años y que para mí es entrañable… pero lo dejaremos para otro
oportunidad… Lo único que voy a agregar es que la animación cultural, para
hacerla bien y que funcione en términos de desarrollo cultural, es de una
logística increíble, que lleva MUCHÍSIMO TRABAJO. En eso si me ha sorprendido
esta labor; en su complejidad, en los distintos planos a tener en cuenta. Se
planifica (por ejemplo para el encuentro de poetas) desde un micrófono, un vaso
con agua, una mesa, el lugar, el pasaje, la comida, el hotel de los visitantes…
pero también la poesía que escucharemos en esos días.
LB:
¿Cuáles son las propuestas de su revista electrónica, Vuelo
Digital (http://www.vuelodigital.com.ar)?
DF:
Vuelo digital es un SEMANARIO que se pensó y diseñó durante un año a partir de
la nueva ley de medios; hecho político que devolvió “la poesía” a la formación
en comunicación de los que hacemos Vuelo Digital, medio que comparto con el
diseñador gráfico y webmaster Germán Sayago y mi hija Violeta Formía que es
estudiante de comunicación social y de diseño gráfico.
Conscientes
de que los medios son apenas herramientas tecnológicas y que detrás, delante y
en los contenidos siempre estamos las personas, se ideó los distintos aspectos
del medio en un sentido social que respondiera a las circunstancias de la
época.
El
equipo tuvo en cuenta las nuevas tecnologías y los nuevos hábitos de la gente a
la hora que decide “mirar para afuera” a través de los medios. Entendimos que
internet y las redes sociales son herramientas válidas para comenzar a pensar
en un espacio colectivo para la comunicación. En este marco también se tuvo en
cuenta los diversos formatos y lenguajes en los que hoy la gente “lee”: textos,
audios, videos, fotos, música y los cruces de estos lenguajes.
Vuelo
Digital se propone publicar contenidos para público general (sin dejar el
objetivo de entretener) desde la construcción de un espacio que escuche las
necesidades de difusión de artistas, educadores, agentes culturales,
trabajadores sociales, organizaciones no gubernamentales e instituciones
educativas para erigir una red que apueste a la construcción colectiva. La
ideas es dar visibilidad a una cultura que el equipo llama “emergente” porque
los medios masivos tradicionales parecen no advertir la importancia de ciertos
hechos sociales y culturales que a nosotros nos resultan centrales al momento
de empezar a ver una “realidad” diferente; conscientes de que la perspectiva en
que miramos y aquello que miramos también genera realidad.
También
se propone como un espacio de confluencia y de diálogo entre lo que se genera
en la ciudad de Río Cuarto y las producciones, proyectos, ideas que existen en
otras ciudades del país.
El
semanario actualiza todos los jueves y el material se almacena en sus distintas
secciones. Hoy se puede encontrar:
Videos:
Las grandes aguas (video poema de Griselda García), Hombre en dos (cortometraje
de Gastón Molayoli), Al perder la dentadura (video poema de Raúl Mansilla), El
imperio de los colores (presentación del documental sobre la inmigración de
Marcos Altamirano), realizaciones del Programa de Educación Audiovisual del
IAER Paraná, Entre Ríos, el último video clip del grupo Anímica Lunar dirigido
por Guillermo Mena, entre otros.
Audios:
Entrevista a Tiembla Delirio Orquesta (música), Entrevista a Amigos por la
música (autogestión cultural), Audios experimentales “Comunión” y “Leche”,
Entrevista en dos partes a la organización Wichán Ranquén, Entrevista a Rosana
Daniele sobre Biodanza, Meditación, tema del músico Lost Tigres, entrevista a
Marcelo Babini.
Notas:
reseña del libro Digresiones de Luis Benítez, entrevista a Lisandro Aristimuño,
nota sobre María Fux, de Ana María Ferrari, entrevista a Asociación civil ACLAP
(Circo Social), texto homenaje al poeta Javier Adúriz, crítica de la obra El
Cetro de Renzo Fabiani (teatro), un ensayo sobre Cine y Literatura de Luis
Benítez, entre otras.
Poesía:
de Yanina Magrini, Marcelo Fagiano, César Cantoni, Germán Arens y María Teresa
Andruetto, Alejandro Schmidt y Enrique Solinas.
Fotografías:
de Manuel Maurino, Leo Fagiano, Violeta Formía, Romina Rovere y Germán
Sayago.
Cuentos:
de Pablo Dema, Marcelo Díaz, Marcelo Dughetti y fragmentos de novelas de
Rudyard Killing (seudónimo de Gustavo de la Arada ) y Juan Filloy.
Recomendados:
el blog de Carlos Márquez y Guillermo Mena (artes visuales), Teatro infantil
Chicos a lo Grande (Kika producciones, Dispar Nuevo Circo), y la obra infantil
Chucherías del querer en El Mascaviento, la pintura de Licia Montesanto, entre
otros.
Sección
Especial: la Casa
Cultural El Hormiguero y su Club del Trueque, el colectivo de
poesía, artes plástica y diseño Coacción, discurso de “Marcelo Ruiz: el rector
que se define como un trabajador”, entre otros.
SELECCIÓN
DE POEMAS DE DIEGO FORMÍA
consume
/ consume / boquea poco
poco
y nada / boquea vacío
lo
virginal.
Hacia
lo mínimo / mínimo / se mueve el pez
sus
coleteos excluyen / adrede
la
tele del minishop
un
filtro / al saturarse global / donde el pez se mueve
menos
por
contaminación mirar
sacarse
un poco el ojo / al que dilata el paisaje
fundirse
en negro la imagen
de
la invasión.
El
pez se mueve / se mueve / saca de raíz
no
es agua firme la poesía del humor vítreo
para
meter la cabeza abajo
el
pez del ojo te viaja
te
avecita, te levanta el ala la tormenta
en
la tierra blanca / oblicua / del globo ocular
el
pez a los golpes de timón te deja fuera
del
lujo de la inocencia / al mismo tiempo anima
como
a un dibujíto
japonés.
………………………………………………………………………………
Hay
que dejar / que sean las algas adentro / la gramilla afuera las que se eleven
sobre lo construido sin reparar siquiera en cuidados desde abajo ya se pisoteó
todo / lo suficiente hay que dejar el método de la cima / dejar de nadar /
trepar la miseria.
…………………
Currículo de Luis Benítez en
Suplemento de Realidades y Ficciones Nº 22:
Email: lb20032003@gmail.com
ALGUNOS
APUNTES PARA LA LITERATURA
DE
UN TAL JULIO FLORENCIO
Agustín
Romano ©
Esta va pa' usté,
don Florencio,
con su licencia.
con su licencia.
EI recuerdo imposible de una esquina y una noche en la que nunca estuve
Hola,
querida amiga. Hola, amable lector.
Sí.
Son muchos los hombres que se parecen a su voz. En cambio son realmente
excepcionales aquellos que logran parecerse a sus imágenes.
Este
Florencio de nuestra memoria, igual que Borges, fue uno de esos pocos que lo
lograron. Pero mientras que a Borges, con su aspecto de señor victoriano, no
podemos imaginarlo más que en unos escasos sitios eternos —una biblioteca del
suburbio (o de Babel, que es lo mismo), un salón de conferencias, un laberinto,
la calle Florida o en Egipto en el momento de posar sus manos sobre una de las
pirámides— a nuestro Florencio, en cambio, con esa pinta suya, mezcla de
Gulliver, de intelectual y de pibe (con un no sé qué de atorrante), podemos
calcarlo sin esfuerzo sobre cualquier paisaje, ya sea una calle de París o de La Habana , un globo a lo Julio
Verne o un monasterio de la
India , el Luna Park de Buenos Aires o una escuela de
provincia, un sindicato o una universidad o —simplemente— parado en una
“vedera” de algún cafetín de mala muerte (donde solía tocar el piano su hermano
Felisberto). ÉI llenaba todas esas imágenes y también toda su Inmensa
literatura con el fuego de una pasión Insobornable.
Por
eso, antes que nada, quiero confesarte algo: Me hubiera gustado estar en
aquella esquina del pasado cuando en el año 83 del siglo anterior, nuestro
Florencio y este país se abrazaron para siempre.
A
veces me sueño en medio de aquella multitud de muchachos que avanzaba por
nuestra calle Mayor y que de pronto comenzó a gritar “Ahí está
Cortázar”, “Ahí está Cortázar”. Porque parado en una esquina, de vuelta en
Buenos Aires, se encontraba nada menos que Julio Florencio Cortázar.
¡Mirá
si debió haber sido como para no salirse nunca de aquella noche de
primavera!
I.
Tres universos
Me
gustaría compartir con vos, a lo largo de estas breves páginas, algunas cosas
que he estado mascullando desde hace tiempo con respecto a nuestro entrañable
“Cronopio”, que tienen que ver muy íntimamente con una pregunta: ¿Qué es
literatura? y con algunas cuestiones concomitantes. Pero antes de entrar en
estos vericuetos, quiero comunicarte previamente algunas impresiones
mías.
Pienso
que a lo largo de su vida Cortázar generó tres universos literarios que, si
bien se relacionan íntimamente, al estudiarlos es preferible otorgarles
independencia, ya que la estricta ubicación cronológica de sus obras no siempre
nos orienta. Esto equivale a decir que dos obras contemporáneas pueden
pertenecer a espacios distintos o que otras dos, alejadas en el tiempo, deban
ser colocadas juntas.
EI
primer universo creado por él —del lado de acá (Buenos Aires)—, que se abre
con Casa tomada, es muy similar al kafkiano. Es decir, un universo
misterioso con tiempos y espacios arbitrarios y en donde lo maravilloso sucede
porque sí. Por el que transitan personajes pasivos o angustiados que suelen
terminar transformándose en otros o en bichos, o largándolos por la boca. Un
universo en el que la pérdida del territorio se da, generalmente, sin ninguna
lucha y en donde el suicidio y la muerte son muy frecuentes.
EI
segundo universo creado —del lado de allá (París)— es un espacio en el cual
están presentes muchos elementos del primer período. Esto en cuanto a las
características subjetivas de los personajes pero allí el universo en tanto tal
tiende a ser menos raro en su funcionamiento objetivo. Su característica desde
el punto de vista estrictamente literario es fundamentalmente, como veremos, la
de albergar una de las mayores renovaciones formales del siglo XX. Este es el
universo de Los premios, Rayuela, 62-modelo
para armar y Todos los fuegos el fuego.
EI
tercer universo —creado mirando hacia aquí y hacia allá (América y Europa)— es
el que se abre con el cuento Reunión. El compromiso social es una
de sus características. Los personajes que lo pueblan son activos y en varios
casos se manifiestan en pugna palmo a palmo por un territorio. Este universo
puede ser duro, pero en él existe claridad sobre valores como la justicia y las
luchas de los pueblos. También expresa una notable conciencia sobre la función
de los intelectuales, en especial la de los latinoamericanos.
De
estos tres universos —en cualquiera de ellos podemos encontrar obras maestras—,
elijo un texto del segundo: Rayuela. Lo hago así porque considero
que tal vez sea su obra más “revolucionaria” e Inquietante.
II.
La pregunta
Tomando
el concepto de paradigma de Thomas Kuhn, me atrevo a responder: Literatura son
todos los modelos que alguna vez fueron aceptados por alguna “comunidad
literaria” (escritores, lectores, teóricos, críticos, medios, escuelas,
universidades, etc.) para cualquiera de sus prácticas y que tarde o temprano
fueron o serán reemplazados por alguno nuevo.
Y
ya que entramos en el terreno de lo teórico, aprovecho esta ocasión para
recordarte que los formalistas rusos concibieran la obra literaria como un
“artificio”, donde cualquier tipo de automatismos —tan comunes en la vida
cotidiana— deben ser eliminados. Y también que Umberto Eco, entre otros,
teorizó sobre un tipo de obra que es “armada” por el lector y que llamó “obra
abierta”, cuyo ejemplo máximo es para él el Ulises de James
Joyce.
III.
¿Novela o contranovela?
La
primera cuestión que se nos plantea con respecto a Rayuela es
saber “qué” es.
Si
bien es cierto que el problema de los géneros es un embrollo que no vamos a
resolver aquí, debemos tener en cuenta que ya desde la contratapa de las
primeras ediciones se la denominó “contranovela”. Es decir, desde antes de
iniciar su lectura, advertimos que tendremos que enfrentarnos con algo
“distinto”.
Lo
primero que nos llama la atención al recorrer sus páginas es el “tablero de
dirección”, que nos propone que elijamos —por lo menos— entre dos tipos de
lecturas posibles: una lineal hasta el capitulo 56 y otra que comienza en el
73, salta al 1, pasa al 2 y nos remite al 116.
Pero
lo más notable es el hecho de que el tablero nos autoriza a realizar nuestro
propio armado, ya que afirma misteriosamente: “A su manera este libro
es muchos libros”. De aquí en más, las “desautomatizaciones” que nos
veremos obligados a enfrentar serán tales que en algún momento deberemos
replantearnos todos nuestros “hábitos de lectura”. Seguramente, una pregunta
que no nos hacemos todos los días es: ¿Qué significa leer? La respuesta, sin
embargo, aunque parezca obvia, es bastante compleja. “Habitualmente” leer —para
nosotros— es un acto continuo en que avanzamos letra tras letra, renglón tras
renglón, página tras página, capítulo tras capítulo.
Uno
de los modos de leer Rayuela, como ya hemos visto, es este. EI otro
que podemos adoptar es un modo “cuántico” de lectura, es decir por “paquetes
discretos” (los capítulos), similar a la celebre teoría de física de Max Planck
sobre la emisión de radiaciones energéticas. O sea, pasar a manipular a saltos
dichos capítulos, como nos propone el tablero, de un modo parecido al de los
electrones cuando pasan de una órbita a otra de acuerdo con el modelo atómico
de Bohr.
Esta
discontinuidad, sin embargo, no es la única. EI capítulo 34 nos propone una
lectura doble. Los renglones pares responden a un texto y los impares a otro,
tomado de una novela de Galdós: Lo prohibido. Pero aquí no terminan
las “rarezas”.
Vos
y yo estamos acostumbrados a que cada vez que nos encontramos con alguna
palabra, en tanto significante, automáticamente le atribuimos un significado.
Por eso, otra de las “rarezas” de Rayuela es presentarnos un capítulo, el 68,
de puro significantes, cuyos significados parecen haberse volatilizado.
Debido
a todas estas experiencias, el lector, o bien deja la lectura para otra
oportunidad o pasa a tener conciencia de sus funciones activas y a ejercerlas,
ya sea en el armado de la estructura de la obra o en el otorgamiento de
sentidos.
Es
a partir de aquí que se renuevan, desde su raíz, todos los conceptos actuantes
en el campo literario y se recomponen todos los contratos de lectura.
¡Un
nuevo paradigma se ha instalado!
Desde
este momento, el lector deja de ser aquel a quien el autor debe educar, guiar
políticamente o convertir a alguna religión, como era el caso, por ejemplo, del
lector pensado por el Romanticismo, tanto de Víctor Hugo como de Echeverría.
Desde ahora es un coautor.
Y
como imaginarás, si la función de lector ha cambiado, deberán cambiar también
todas las otras funciones, en especial la de autor.
Estamos
acostumbrados desde siempre a que el autor sea el amo y señor de su texto, y
que ejerza el principio de propiedad privada y el poder de decidir de una
manera absoluta. Desde siempre ha sido algo “natural” que él sea quien elija
cada uno de los significantes que deben figurar en cada uno de sus textos, el
que disponga del montaje de su obra y de todos sus significados. Este tipo de
autor, por lo tanto, es similar al Dios Cartesiano, que dispone no solo de la
estructura de su universo objetivo, sino también de las estructuras mentales de
los sujetos, que también son su creación. Este tipo de autor, para quien la
originalidad es uno de sus más altos valores, es el que puede proclamar, como
Huidobro: “EI poeta es un pequeño Dios”. Rayuela, en
cambio, nos propone un modelo de autor análogo, por un lado, al Dios de
Giambattista Vico, que debe compartir su creación con otro sujeto: el hombre
(en el caso literario, el lector). Y por otro, semejante al bricoleur de
Lévi-Strauss, quien trabaja para armar su artefacto o artificio con materiales
ya elaborados o de segunda mano. R.Barthes nos dice que todo escrito es un
mosaico de citas. Así, en Rayuela, podemos observar que se insertan páginas de
otros, pero con los respectivos nombres, o sea que Cortázar quiere hacer de
esta novela una obra colectiva pero no anónima, sin borrar autorías.
Encontramos desde un texto del inefable César Bruto o uno de Galdós hasta los
tomados de Lévi-Strauss, Meister Eckhardt, José Lezama Lima, Anais Nin, Artaud,
Cambaceres, Octavio Paz, etc., que la convierten en un auténtico
“centón”.
De
este modo, la obra se transforma en una construcción abierta al infinito, dado
que podemos incorporar o sacar de ella innumerables páginas o (¿por qué no?)
rescribirlas. La literatura se transforma de este modo en algo similar a
la Sociedad civil de Vico, es decir en una construcción
colectiva y humana que puede ser, por este motivo, conocida, dado que es
nuestra obra. Si es que tenemos en cuenta el principio viqueano: “Solo
podemos conocer aquello que hemos hecho”.
No
hay duda de que si consideramos la historia que nos narra y los personajes, la
de Rayuela es idéntica a otras historias, y los personajes
semejantes a otros que solemos encontrar en el primer universo. Pero es su
forma la que plantea una verdadera revolución. Es a partir de ella que esta
obra, sea lo que sea, se transforma en un verdadero ritual de iniciación, al
modo de la antigua alquimia que enseñaba que no se puede transmutar la materia
prima y llegar a la piedra filosofal si no se efectúa un cambio en el
alquimista mismo.
IV.
A modo de conclusión... o de principio
Rayuela nos postula tres formas de leerla:
1)
La tradicional. Su espacio en el libro ocupa (en nuestra edición) 404
páginas.
2)
La que nos propone el tablero de dirección. Esta es la que se constituye como
un ritual de iniciación. Opera sobre nosotros obligándonos a optar por la
discontinuidad y a replantearnos todos nuestros “hábitos de lectura”. Ocupa 635
páginas. Pero, el propio Cortázar propuso en “La vuelta al día en ochenta
mundos” darle soportes distintos a la forma libro. Esta lectura, sin embargo,
encierra dos trampas: a) ella misma puede convertirse en un automatismo más; o
b) podemos quedar atrapados en una estructura cerrada, puesto que su último
capitulo, el 131, nos envía al 58, que a su vez nos remite al 131.
3)
La que podemos realizar como Lectores-coautores. Esta lectura excede al libro o
a cualquiera de los soportes que adopte. Los textos escritos o incorporados por
Cortázar pueden ser reescritos o reemplazados al infinito hasta llegar a
constituir la Obra Total.
Sé
de una sociedad anónima y sin fines de lucro que ha asumido esta tarea y ya ha
elaborado miles de textos nuevos e incorporado todos los libros existentes en la Biblioteca Nacional.
También sé de otra que se propone hacer lo mismo, pero no con textos sino con
los objetos del mundo. A ambas organizaciones puede pertenecer cualquiera que
se lo proponga. No es necesario realizar ningún trámite. Si querés integrarte a
alguna de ellas, podés empezar, por ejemplo, reestructurando este
artículo.
¡Animate!
Currículo de Agustín Romano en: http://www.polisliteraria.blogspot.com/
Email: polis_literaria@yahoo.com.ar
CUANDO
EL PERIODISMO SE PORTA MAL
Héctor
Zabala ©
La
experiencia histórica demuestra que muy a menudo y en todo el mundo occidental,
los medios periodísticos —no importa si particulares o del estado— cuando
quieren imponer una determinada idea que les conviene, apelan a técnicas para
“formar opinión”. Entre estas técnicas encontramos:
•
La selección interesada de la noticia
Toda
noticia que se emite es seleccionada a partir del universo de
hechos nuevos que se producen a diario. Esta selección, en principio, se haría
por razones de espacio y tiempo. Nadie puede imaginar que un diario cualquiera
pueda, por ejemplo, informarnos en su sección policial de todos los crímenes
que se produjeron en la víspera a lo largo y ancho del mundo. Hoy por hoy quizá
lleguen a unos 1500 por día o cosa así, con lo cual ni ellos terminarían nunca
de editarlos y publicarlos ni nosotros de leerlos. De ahí que la selección sea
en principio una necesidad razonable. Hasta aquí bien.
Pero
la técnica non santa del medio periodístico es seleccionar
aquellas que le conviene resaltar para favorecer a su línea de
pensamiento político, económico, social, religioso, etc. y desechar las
otras, dentro de un contexto en el que no cabrían simples razones de
espacio y tiempo. Y esto es así porque en principio, todo medio periodístico
responde a intereses creados, sea de los anunciantes que tiene en
cartera (y que le sostienen el negocio editorial), sea del gobierno de turno a
que responde, sea del grupo político opositor a ese gobierno de turno, sea de
los grupos económicos o sociales que presionan al gobierno de turno o lo
favorecen, sea de una combinación determinada de algo de esto.
•
La prioridad interesada de la noticia
Otra
técnica más sutil, pero con objetivo similar, es dar prioridad a
determinadas noticias. Esto se fundamenta en la idea de que una noticia puede
serle de interés al gran público más que otra.
Pero
muchas veces el asunto es “inducido” porque al medio periodístico le conviene
que una noticia quede en el inconsciente del público en lugar de otra más
molesta para sí o que no responde a sus intereses editoriales o a los de sus sostenedores.
En
este sentido, en los medios gráficos se utilizan primeras planas, mayor cuerpo
de letra, páginas impares, páginas centrales, determinados colores fuertes o
recuadros, para destacar las noticias que desean priorizar.
Y,
por el contrario, “sueltos” que pasen desapercibidos, menor cuerpo de letra,
páginas pares, colores apagados, para todo aquello que hay que
comunicar pero pretendiendo que se lea como “al pasar” o no se
lea.
Algo
similar puede (y se hace) con el tamaño o color de letra cuando se trata de
canales de televisión, a la que se suman imágenes que resulten adecuadas a los
fines buscados.
En
materia radial se recurre al tono de voz. Por ejemplo, a recalcar con voz
tonante cuando se quiere poner énfasis en determinado hecho; o bien a usar un
tono indiferente y rápido cuando la idea es que la noticia pase
desapercibida.
•
La repetición de noticias similares
También
es muy común la repetición de series de noticias diarias que dan una
determinada sensación en favor o en contra de lo que se busca. Por ejemplo, si
uno hace hincapié diariamente y de manera sistemática en algunos robos o
asaltos “tomados al azar”, la sensación será de mayor inseguridad.
Si
uno, en cambio, hace hincapié en el apresamiento diario de delincuentes
“tomados al azar”, quizá no disminuya mucho el malestar público, pero al menos
dará la idea de que el gobierno se está ocupando del tema. Esta aplicación
técnica fue muy utilizada durante las dictaduras militares en Argentina. Quien
revise diarios de época se encontrará con mayor cantidad de crímenes resueltos
o en vías de resolución que de los otros. Con la llegada de la democracia en
1983, sorpresivamente la policía, según esos mismos diarios, parece que
“capturaba” menos delincuentes que antes.
•
El supuesto prestigio del medio periodístico
Somos…
“el diario más vendido”, “la radio más escuchada”, “el canal de TV más visto”,
“la revista de mayor circulación”. Estas constituyen algunas de las infinitas
variantes que buscan dar un halo de renombre para influir en el ánimo del
público con miras a que se razone así: si este medio tiene tantos seguidores es
porque debe ser bueno. Y lo peor es que muchos lo creen.
Otra
forma similar es ponerse a sí mismo determinados clisés a fin de grabarlos en
el inconsciente colectivo: “el gran diario argentino” (“chino” o
“suazilandés”), “la revista por excelencia”, “nuestro noticiero, sinónimo de la
verdad”, “una TV junto a la democracia”, etc. Hasta hubo casos en que una misma
fórmula pasó de un medio a otro por circunstancias desconocidas o, tal vez, por
no haberse registrado a tiempo.
Ahora
bien, si cualquiera de estas frases de autoelogio las lanzara una persona
física en una reunión, se traduciría como “soy el mejor” e inmediatamente
provocaría la repulsa de amigos, vecinos y parientes, pero como lo dice una
persona jurídica, a todo el mundo le parece correcto o al menos no parece
producir demasiado desagrado. Sin embargo, se trata de un caso igual de
detestable, solo que colectivo. Y para graficarlo, pongamos por caso que varios
hermanos dijeran “somos los mejores”; esto también volvería a provocar la
repulsa de amigos, vecinos y parientes, tal como al principio. Pero la gente
parece ser así de contradictoria: lo que no le perdona a un grupo de
personas físicas, sí se lo perdona a un grupo de personas asociadas
jurídicamente.
Por
supuesto, y lo más importante, es que nadie se pondrá a investigar
sobre si es cierto de que se trata del medio periodístico de mayor
audiencia o si el clisé responde a lo que realmente ese medio practica todos
los días, tal como pretende que aceptemos a priori.
•
Apelar a una supuesta autoridad en la materia
“Si
lo dice el doctor Fulano, entonces no pueden caber dudas”. Obviamente puede ser
cierto que el doctor Fulano sea un honesto entendido en la materia y testimonie
con absoluta imparcialidad científica. Pero a veces puede no ser tan cierto y
el medio periodístico buscar ante una controversia cualquiera al idóneo que más
le conviene para formar una opinión específica en el público. Esta
técnica tiene por fortaleza para quien echa mano de ella (sobre todo si la usa
aviesamente) el hecho simple de que la mayoría de las personas jamás se pondrá
a investigar quién es ese famoso doctor Fulano “que sabe tanto” y si es
cierto que en verdad sabe tanto. Ni tampoco el hombre de la calle se
pondrá a comprobar si hay opiniones científicas igual de atendibles contra la
postura de Fulano “que sabe tanto”.
•
Aplicación de sofismas
Hay
muchas variantes pero la más clara consiste en utilizar los mismos elementos
para argumentar que una decisión cualquiera puede ser buena o mala, según le
convenga al medio periodístico o a su patrocinador.
Por
ejemplo, si se pretende un aumento de la exportación de trigo, bien puede
hacerse hincapié en que esto incrementará las reservas de divisas para el país.
Y buena parte del público lo creerá. En cambio, si por la razón que sea, se
pretende que no aumente dicha exportación, bien puede
recalcarse en que ese mayor aumento de la exportación triguera producirá como
consecuencia indeseada una suba del precio interno del pan, por la menor
disponibilidad de trigo para los molinos harineros del país. Y buena parte del
público también lo creerá.
Por
supuesto, todo esto acompañado de los adjetivos que exageren debidamente la
“catástrofe” futura, sea en un caso, sea en el otro.
El
secreto está en pronosticar un efecto positivo o negativo determinado o
exagerar sus consecuencias futuras en uno u otro sentido, olvidando acompañar
la opinión contraria o el análisis absolutamente imparcial con rigurosidad
científica.
•
La supuesta opinión mayoritaria de la gente
Consiste
en permitir o incentivar a que el público llame o escriba al medio
periodístico, apoyando o denostando determinados hechos, actos o personajes
para dar la impresión de que una gran mayoría opina tal como
lo hace el medio en cuestión. Como esta “encuesta” puede salir al revés de lo
que el medio pretende, muy bien puede este hacer previamente una “selección” de
los mensajes orales o escritos que deben entrar y los que no.
Este
fenómeno también se da en internet. Si el medio periodístico opina “equis” y ve
que “equis” resulta ser una posición minoritaria, puede simplemente borrar las
opiniones opuestas, o mejor aún, una parte para disimular. Digamos de paso que
como los distintos estamentos sociales ya se identifican naturalmente con tal o
cual medio periodístico, la tarea de borrar a los más molestos no se les hace
tan engorrosa.
La
otra manera es hacer la pregunta de tal manera que solo quepa moralmente una
respuesta. Por ejemplo, después de un crimen aberrante, si el medio
periodístico está dispuesto a promover la pena capital, puede iniciar una
encuentra sobre si debe aplicarse tal pena en ese caso particular. Y por
supuesto que, en caliente, obtendrá una buena mayoría de entre sus lectores,
sin importar que un principio elemental del derecho impida legislar en materia
penal con carácter retroactivo. Por supuesto que el medio no logrará la
aplicación de una ley que restaure la pena de muerte, pero entonces como
“premio consuelo” apuntará a la llamada “mano dura”, noción indefinible rayana
en el cuasi delito policial. Y mucha gente, con la inocencia que la
caracteriza, también se prenderá en el asunto.
•
Acudir a las malas comparaciones o comparaciones deficientes
“Esto
en Europa o en USA no pasa”. Por supuesto, en Europa o en USA pueden pasar
cosas similares y hasta peores, pero de eso no se habla. (Aquí también entra la
selección diaria de las noticias.) Y si no se habla, no hay comparación
posible. Solo se deja indicado en el inconsciente colectivo que lo de fronteras
para afuera siempre todo es mejor que lo nuestro.
•
Apelar a la supuesta imparcialidad del periodista
“A
mí nunca me presionaron para decir (o no decir) una determinada noticia” o bien
“a mí nunca me bajaron línea” se escucha a menudo en todo el mundo de parte del
personal contratado por los medios. Pocas personas del público lo creen, pero
muchos periodistas insisten en declararse tan independientes que parecen
carecer de jefes y patrones. Hay quienes exageran agregando que tampoco
gobiernos y anunciantes influyen en su opinión personal (salvo si de pronto los
echan a la calle), lo cual es aún menos plausible.
Es
más, algunos de estos periodistas nunca explican por qué cambian de un medio
periodístico a otro de línea de opinión completamente opuesta a la del primero.
Tampoco nos aclaran a veces cómo es que han cambiado de pronto “sutilmente” de
opinión.
•
Apelar al montaje
Hay
medios que hacen de la noticia un espectáculo, una cuasi película, a fin de
influir favorable o desfavorablemente en el inconsciente colectivo. Para eso el
locutor se muestra relajado y alegre o por el contrario pone cara de
circunstancia, engola la voz, y se convierte en un actor que “deja filmar” a la
cámara hasta sus mínimos gestos. Es decir se monta un show donde el locutor es
una especie de comediante o de actor dramático, según el caso. Si hay más de un
locutor, por supuesto el efecto será mayor en el inconsciente colectivo, será
“más creíble” para el público. Esto se parece a cuando a uno se le muere un
familiar y el dueño de la funeraria se nos acerca para decirnos: “¡Cuánto lo
lamento!” (Y solo falta que nos agregue: la sociedad anónima que conformo está
muy pero muy compungida.) ¿Pero lo lamenta de verdad, si ni nos conoce ni
conoció al muerto y encima su negocio personal se fundamenta en que siga
muriendo gente?
Para
aumentar la sensibilidad del público en uno u otro sentido, el sonidista del
canal de TV o de la emisora de radio pondrá música de fondo acorde a la idea
que se quiere transmitir: trágica, alegre, sensiblera, etc. Incluso recurrirá a
ciertas bandas sonoras de películas muy conocidas (que ya están en el
inconsciente colectivo) a fin de crear un paralelo en el estado de ánimo del
oyente o del televidente. Y si se quiere pasar como ridícula una resolución
oficial o un pedido de la oposición política, aplicará música de circo o de
carrusel, lo que provocará una sensación de frivolidad o burla en el público,
aunque después los directivos del medio periodístico jurarán y perjurarán que
nadie dijo una sola palabra ofensiva. Si se quiere por el contrario apoyar esa
misma resolución oficial se recurrirá a una marcha triunfalista, a música
clásica o simplemente se suprimirá la música de fondo.
Se
podrían agregar más técnicas que utilizan los “formadores de opinión”, pero
creo que con esto ya es suficiente. Ahora bien,
¿Cuál
es la idea de “formar opinión”?
Y
aquí está el quid. Las preguntas del millón serían: ¿acaso no soy mayor de
edad?, ¿acaso no tengo capacidad de análisis por mi propia cuenta?, ¿debe
alguien “pensar” por mí y yo seguirlo como una oveja metida en un rebaño?, ¿el
medio es acaso mi gurú o guía espiritual?, ¿y todo esto por qué?
Bueno,
la idea central es que uno piense como ellos, que se identifique con ellos. Una
especie de idea de pertenencia al medio periodístico en cuestión.
En
realidad, “formar opinión” es anular la que uno pudiera tener,
si analizara todo con su propia cabecita. En síntesis, se busca una especie de
esclavitud intelectual. Una sumisión benigna, “voluntaria”, obviamente, porque
ninguna ley o contrato une al lector (o televidente o radioescucha) pasivo con
el medio que ejerce la acción activa; y uno puede dejar de comprarlo (o verlo o
escucharlo), pero no deja de ser una esclavitud al fin. De ahí que resulte
ser la mejor manera para que la gente no analice y reciba todo
perfectamente deglutido. Una manera de tener idiotas útiles que afirmen con
gusto “qué bien que hablan en ese medio periodístico”, “esta gente sí que nos
dice la verdad”, “yo los escucho todos los días”.
¿Es
efectiva esta manera de influir en la opinión pública?
Si
recurrimos a la historia, parece ser que —como las leyendas urbanas— estas
técnicas pueden resultar efectivas a corto plazo para el medio
periodístico cuyas ideas morales no sean demasiado estrictas. Aunque cabe
aclarar que no siempre les resultan, aun en períodos así. Digamos que a veces
el machaque terco y sensacionalista sobre determinados temas puede influir en
alguna medida en el ánimo de la gente en favor de la opinión que se quiere
lograr.
Sin
embargo, la misma historia demuestra que tales técnicas son un verdadero
fracaso a plazos medianos o largos en ambientes democráticos (y probablemente
en otros ambientes también), y lo que es peor, a medida que pasa el tiempo,
estas técnicas (que siempre dejan su hilacha) hacen que la gente pierda
credibilidad en el medio periodístico que las utiliza de continuo.
Conclusión
La
gente no perdona que le mientan o la manipulen. Esto debería grabárselo a fuego todo
periodista que pretenda hacer una carrera larga y honesta. La gente,
tarde o temprano, se da cuenta si la intención es manipularla, mentirle o ambas
cosas. Y cuando el público toma consciencia de tal, es inflexible: se la cobra
con el sambenito de “ese periodista es un chanta” o con el simple del olvido.
Para cuando el periodista caiga en desgracia y solo aparezca en ignotos canales
de cable o en perdidas FM barriales ya no habrá retorno.
Ningún
periodista debería olvidar que es siempre él quien da la cara, y no los
gerentes, anunciantes, el gobierno o la oposición de turno. Y que cuando su
técnica no resulte o salga a la luz su indecencia profesional, el medio
periodístico que lo indujo a aplicarlas se sabrá deshacer de él, como papel
viejo, con el apoyo de otras técnicas empresarias bien aprendidas a través de
centurias.
Porque
quienes se dejaron presionar durante años para seguir una línea editorial de un
medio determinado, que no resultó la verdad manifiesta e inocente que se
pretendía, no puede venir a decirnos después “no, a mí nunca me presionaron”,
“yo siempre dije lo que pensaba” o cosa similar. Y un periodista nunca debería
olvidar que mentir “inocentemente” a un individuo en particular puede ser una
travesura que el otro quizá hasta pueda perdonar, pero mentirle a la multitud
resulta casi un delito que jamás se perdona.
REALIDADES Y FICCIONES
—Revista Literaria—
Nº 6 — Septiembre de 2011 — Año II
ISSN 2250-4281
Exp.966996 Dirección Nacional del
Derecho de Autor
Propietario
y Director: Héctor R. Zabala
Ciudad
de Buenos Aires, Argentina
zab_he@hotmail.com
Currículo:
http://www.polisliteraria.blogspot.com/
COLABORARON EN ESTE NÚMERO:
• Héctor Zabala, Ciudad de Buenos
Aires, Argentina
• Luis Benítez, Ciudad de Buenos
Aires, Argentina
• Agustín
Romano, Ciudad de Buenos Aires, Argentina
El listado completo de
colaboradores se encuentra a la derecha del blog bajo el acápite COLABORADORES
de Revista REALIDADES Y FICCIONES.
Las opiniones
vertidas en los artículos de esta publicación son de exclusiva responsabilidad
del autor pertinente.
me parecio muy bueno el contenido.
ResponderEliminarTe felicito Héctor. Es una de mis revistas literarias preferidas y nunca dejo de leerla.
ResponderEliminarVamos siempre por más!!!
Hola,pasaba por esta ruta de letras y de paso te dejo un saludo.Muy buen blog.
ResponderEliminarcreo que es una execelente revista y felicitaciones a sus creadores es una buena forma de fomentar literatura y no la dejare de leerla
ResponderEliminarSUSCRIPCIÓN A REALIDADES Y FICCIONES
ResponderEliminarMi saludo:
Mi nombre es Asunción Velilla
E-mail …
Ciudades y países:
Bogotá, Colombia
Barcelona, España
Re: Revista literaria REALIDADES Y FICCIONES
ResponderEliminareduardo martinez
muchas gracias, estaremos en contacto
maldonado, uruguay
Subscripción a Realidades y Ficciones
ResponderEliminarTheresa Sophía Zuloaga, Monterrey, México.
SUSCRIPCIÓN GRATUITA a revista literaria REALIDADES Y FICCIONES
ResponderEliminarfelipe barroeta m
venezuela ed lara Barquisimeto
SUSCRIPCIÓN A LA REVISTA REALIDADES Y FICCIONES
ResponderEliminarHOLA, mi nombre es PATRICIA ZAMPIERI, vivo en ARGENTINA, en la ciudad de BUENOS AIRES y estoy interesada en suscribirme a vuestra revista.
Desde ya muchas gracias, saludos cordiales.
suscripción a la revista
ResponderEliminarNombre: Nicolás fernando montoya posada
Manizales, departamento de Caldas, Colombia
pais MÉXICO
ResponderEliminarciudad Distrito federal
Solicitud de inscripción a revista literaria REALIDADES Y FICCIONES. Gracias por su atención.
Dalia Mendieta.
Suscripción
ResponderEliminarPatricia Ortiz
Buenos Aires, Argentina
Soy María Eugenia Sánchez, de Cali, Colombia y me interesa la suscripción gratuita, como ustedes, tambien soy escritora.
ResponderEliminarGracias y un abrazo fraterno
mariú
SUSCRIPCIÓN GRATUITA A REVISTA LITERARIA REALIDADES Y FICCIONES
ResponderEliminarHola, estos son mis datos:
Nombre: Edgar Contreras Alcántara
E-mail: …
Ciudad: Atlacomulco de Fabela, Estado de México.
País: México.
Gracias.
Saludos.
Suscripción gratuita.
ResponderEliminarHola,
Les envío mis datos, gracias.
Andrade González Ana Laura
Email: …
México, D.F.
suscripción
ResponderEliminaralicia werber
Envio mail para suscribirme. Alicia
CABA, Argentina
suscripción
ResponderEliminarCristina Isabel Matus Mendez
Hola !!
Mi nombre es Cristina Matus
País Chile
Ciudad OSorno
Correo: …@gmail.com
suscripción gratuita
ResponderEliminarMando los datos solicitados: jorgelina caial figoli –
Email …@ymail.com –
Morón - Argentina- Agradecimientos 1000 y más p el espacio dado a los escritores. Cariñosamnete jorgelina
Revista literaria REALIDADES Y FICCIONES
ResponderEliminarGRACIAS POR ENVIARME ESTA INFORMACIÓN.
UN ABRAZO FRATERNAL..
BENDICIONES
I. Ibeth Ortíz L.
Ciudad de Guatemala
Gracias por la revista, me interesa la suscripción. A continuación le mando mis datos:
ResponderEliminarAsmara Gay
Email: …@hotmail.com
México, D.F.
Suscripción
ResponderEliminarLuz Ramallo
…@infovia.com.ar
Azul, Pcia. Bs. As., Rca. Argentina.
Gracias.
Estimados amigos: muchas gracias por enviarme el correo con la informaciòn de sus publicaciones, que, a juzgar por los tìtulos son todas muy interesantes, ( aùn no he podido leerlos con detenimiento).
ResponderEliminarDe paso tambièn les agradezgo haberme aceptado en fb.
Seguiremos en contacto ya que estoy realizando mi suscripciòn. Un gran abrazo.
Alejandra Delgado
Concordia, Entre Ríos, Argentina
suscripción
ResponderEliminar…@gmail.com
Bogotá D.C.
Colombia
Arturo Mora
Buenas tardes, mi nombre es Melody Geraldine, me dirijo a ustedes por un lado para suscribirme a su revista, por el otro querría saber si hay posibilidad de publicar textos en su revista...
ResponderEliminarDesde ya muchas gracias y saludos.
Melody Sztamfater
Capital Federal, Argentina
Gracias Héctor por el envío de su correo, le paso los datos porque estoy interesada en formar parte de la lista de suscriptos. Saludos
ResponderEliminarAlicia Gómez Muñoz
…@hotmail.com
CABA
Argentina
Gracias. Revista literaria REALIDADES Y FICCIONES
ResponderEliminar…@libero.it
Hola Yo soy escritora y poeta desde l'talia
SIRIA EVANGELISTA
Estimado director de Realidades y Ficciones gracias a usted por su amistad y por este contacto.
ResponderEliminarLe propongo que realicemos un intercambio de baners entre nuestros respectivos Blogs.
http://www.arteriasdelaciudad.blogspot.com/
Atentamente
Mauro Albarracin
Director y propietario
buenas tardes!
ResponderEliminarme interea inscribirme
le paso mis datos;
MARIA FERNANDA SUAREZ LOPEZ
…@hotmail.com
ciudad autonoma de bs as. Argentina
saludos cordiales.
INVITACIÓN A SUSCRIBIRSE A REVISTAS LITERARIAS
ResponderEliminarCESAR RIVAS ES MI NOMBRE.... EXCELENTE
CARACAS, VENEZUELA.
INVITACIÓN A SUSCRIBIRSE A REVISTAS LITERARIAS
ResponderEliminarPara Realidades y Ficciones
sí acepto, gracias
Graciela Soledad Alvarez
…@yahoo.com.ar
Castelar pcia de Buenos Aires
Argentina
le envìo mis datos a fín de recibir la publicación mencionada
ResponderEliminarStella Maris Bocman
smbocman@yahoo.com.ar
Martín Coronado
Argentina
suscripción gratuita
ResponderEliminarLourdes Gordaliza, Madrid, España, correo-e: …@yahoo.es
Detallo los datos solicitados para poder ser lectora
ResponderEliminarLiliana Abilleira,
…@yahoo.com
C.A.B.A.,
Argentina
Muchas gracias.....
suscripción gratuita a revista RyF
ResponderEliminarEstimado Héctor Zabala:
Muchas gracias por aceptar mi suscripción gratuita.
Un saludo,
Lourdes Gordaliza
Para Realidades y Ficciones
ResponderEliminarMuchas gracias, Héctor. La seguiremos.
Tengo muchas ganas de que lleguen mis novelas a Argentina, porque yo soy de allá. De hecho, todavía no estoy muy seguro pero creo que mi anterior novela La sombra de Masada ya está por allá.
Un abrazo.
Javier Arias Artacho
Valencia, España
desde ya muchas gracias, he pasado por todos los datos y está todo okey. nos mantenemos en contacto...
ResponderEliminarmaximiliano garcía
carmelo, uruguay
favor suscribirme a la revista realidades y ficciones
ResponderEliminar--
Atentamente
Victor A. Bueno M.
caracas
venezuela
Quiero suscribirme a tu revista
ResponderEliminarSoy Mir Rodriguez Corderí
C.A.B.A / Tristán Suárez-Ezeiza-Bs As
Muchas gracias por su recomendación...Lo tendré muy en cuenta y pasaré a visitar el blog.
ResponderEliminarSaludos
Amparo Coronas
Valencia, España
Hola estaba mirando su Blog y me gusto mucho, yo escribí un libro y lo estoy difundiendo en forma gratuita, Quería preguntarle si le es molestia publicar mi dirección del Blog el cual pueden descargar el libro.
ResponderEliminarEl mismo es una historia fantastica al estilo Harry Potter pero con sabor latino.
http://loscuatrovientosyelarcoiris.blogspot.com/
Miguel Ángel Ravina
La Plata, Argentina
Suscripción
ResponderEliminarJAVIER PÉREZ PINEDA
Cartagena (Colombia)
…@gmail.com
Para Realidades y Ficciones - zab
ResponderEliminarGracias, por esa gran información.
--
JAVIER PÉREZ
Cartagena, Colombia
De Blog literario Tierra de Trampas
ResponderEliminar¡Hola, Héctor!
Muchas gracias por el mensaje que me ha enviado aquí, al correo, y por el que me dejó en el blog.
Con todo gusto acepto intercambiar esos links, aunque mi ignorancia en materia de informática aún es bastante y no sé muy bien cómo es el intercambio. Por lo tanto, pregunto: ¿se trata de agregar el enlace en la lista de sitios amigos de nuestros blogs, o debo enviarle alguna imagen con código HTML?
He pasado por sus dos blogs, que ya conocía. Siempre me gustó mucho ese micro del que ensobra la hoja en blanco y gana un segundo premio, que debió ser primero. También he revisado alguno de sus análisis de cuentos muy conocidos; lo felicito, se ve que le dedica tiempo y corazón a las letras.
En un momento lo suscribiré a mi blog, tal como me pidió en el otro mensaje. Le llegará un aviso de FeedBurner pidiendo que confirme la suscripción; de este modo, los nuevos posteos irán a su e-mail no bien se hayan publicado. Le agradezco su interés y le pido que me suscriba a la revista. Mis datos son:
Daniel Paredes
Buenos Aires
Argentina.
El correo es este mismo.
Un gran abrazo,
Daniel
De Miguel Angel Ravina
ResponderEliminarPara Realidades y Ficciones
Hola, coloque sus links en el blog, comprueben si estan bien, y nuevamente Gracias.
Saludos de Miguel
suscripción
ResponderEliminarLuis Antonio Ismael Muro Mesones
Chiclayo Perú
suscripción
ResponderEliminarPara zab_he@hotmail.com
Mi nombre es Gabriela y solicito la suscripción a las revistas
Muchas gracias
Gaby Randazzo
Suscripción Gratuita
ResponderEliminaretzel omar basilio zavala
Para zab_he@hotmail.com
Nombre y apellido : Omar, Basilio Zavala
Email: …@hotmail.com
Ciudad y pais: Lima, Perú
Estimado Héctor Zabala
ResponderEliminarCiudad de Buenos Aires, Argentina
Un fuerte abrazo desde la Ciudad Incontrastable Huancayo.
Te envió la obra: El amanecer peruano. Se los dedico a todos ustedes los que construyen día a día la Revista Realidad y Ficción.
El halcón y el gorrión, la gallina y la lombriz, el sapo y la lechuza. Estas son las ecofábula.
Dos poesías cortas uno de corte social y la otra de identidad cultura.
Gracias por tenerme en cuenta
Dra. Bertha Rojas López
Ciencias de la Educación
Huancayo, Perú
Revista literaria REALIDADES Y FICCIONES
ResponderEliminarLuz del Corazon Encuentro Literario Internacional
Datos para inscripcion Revista:
Nombre: Mery Larrinua
emial: …@hotmail.com
Ciudad: Miami
Pais: Estados Unidos
SUSCRIPCION REVISTA REALIDADES Y FICCIONES
ResponderEliminarRemitente:
Dr. Lionel Rial
Montevideo
Uruguay.
Estimados amigos, felicitaciones por su proyecto literario.
ResponderEliminarPor favor, solicito mi suscripción a su revista.
--
Atentamente,
José López Mauricio
…@gmail.com
Lima-Perú
Suscripción gratuita a Realidades y Ficciones
ResponderEliminarBuenas tardes, les envío mis datos para suscribirme a la revista, gracias.
Yurena González Herrera
…@gmail.com
San Cristóbal de la Laguna
España
Desearía subscribirma a la revista REALIDADES Y FICCIONES.
ResponderEliminarGracias y un cordial saludo
--
Áurea López
Alicante, España
suscripcion revista
ResponderEliminarPara zab_he@hotmail.com
Miguel A. Ferreira. Posadas.Mnes.-
Desearía recibir la publicación de la revista Literaria
ResponderEliminarRealidades y Ficciones
Inés Punschke
…@gmail.com
Montevideo
Uruguay
Desde ya gracias
Inés
Suscripción
ResponderEliminarMi nombre Héctor Scaglione, somos tocayos, me parece excelente el blog que conforman. Vivo en Mar del Plata y con un pequeño grupo de siete formamos una peña gastronómico-literaria o al revés, llamada "El Carancho" www.elcarancho.wordpress.com y sería un placer estar en contacto con ustedes.
Mi blog: www.hscaglione.wordpress.com y mi correo hscaglione@hotmail.com
solicitud de suscripcion
ResponderEliminarJose Pivin
Haifa, Israel
suscripcion
ResponderEliminarPara zab_he@hotmail.com
Intereso suscribirme par arecibir la revista, gracias
Leticia Rossy
…@onelinkpr.net
San Juan Puerto Rico
QUERIDOS AMIGOS DE REALIDADES Y FICCIONES (POLIS LITERARIA ARGENTINA): al final del relato que les envío con solicitud de publicación a fin de acreditar la posibilidad de formar parte de los usuarios colaboradores con la revista de marras, les adjunto un breve CVL con mis datos personales. Formalizo de este modo la suscripción gratis a la revista REALIDADES Y FICCIONES. Espero con esperanza y ansiedad v/atenta respuesta.
ResponderEliminarLes dejo un fuerte abrazo, desde Santa Fe de la Vera Cruz (Argentina):
ADRIAN N. ESCUDERO
muy buenos dias Hector Zabala
ResponderEliminarmi nombre es carmen montoya soy colombiana y estudio lic en lengua castellana y quería perirte un gran favor he leído tus documentos y me parecen muy interesantes además de la claridad que tienes , y quería que tú me ayudaras con un ensayo de cuento Cómo se salvo Wan fo _ de margatite youcenar ya que me parece un poquito complicado porque mezcla muchas cosas te agradezco tu colaboración y atención prestada. y tu pronta respuesta
GRACIAS
un saludo desde Colombia
inscripción revista
ResponderEliminarruben_antolin_mza@yahoo.com.ar
Rubén Antolín Heredia - General Alvear, Mendoza
…@yahoo.com.ar
solicito suscripción a revista REALIDADES Y FICCIONES
ResponderEliminarNombre : Vladimir Valenzuela Lillo
Email : …@gmail.com
Ciudad : Valparaíso
País : Chile
Solicito suscripción gratuita publicación literaria
ResponderEliminarClaudio Fernando Sincovich
Pablo Podestá, Buenos Aires, Argentina
Suscripción
ResponderEliminarconsultora.visionempresarial
bs as, argentina
…@gmail.com
Suscrpción
ResponderEliminarYolanda Fidanza
CABA, Argentina
Saludos y subscripción
ResponderEliminarDra. Hilda Smith Vivas
…@infomed.sld.cu
La Habana.
Cuba.
Saludos
Hildita.
"El deseo muere automáticamente cuando se logra, fenece al satisfacerse.
El amor, en cambio, es un eterno deseo insatisfecho"
José Ortega y Gasset
suscripción
ResponderEliminarAna María Serra
…@yahoo.com.ar
…@live.com.ar
Ciudad: Mar de Ajó- Provincia de Buenos Aires
Argentina
Re: Nº 6 (NUEVO) de REALIDADES Y FICCIONES – Septiembre 2011
ResponderEliminarGracias, y un cordial saludo.
Daniel de Cullá
Madrid, España
Señores revista Realidades y Ficciones, cordial saludo.
ResponderEliminarPor medio de éste me permito manifestarles que me interesa mucho la suscripción a la revista. Mis datos son:
Blanca Nubia Orozco Rueda
Barrancabermeja, Colombia
…@yahoo.es
Agradezco la atención a mi solicitud
suscripcion
ResponderEliminarBibliothèque Communale de Xhoris, biblio.xh@hotmail.be, FERRIERES, BELGIQUE
suscripción
ResponderEliminarHola!
Me interesaría suscribirme a la revista "realidades y ficciones"
Aquí paso los datos.
Nombre y apellido: Eduardo Casas
…@gmail.coom
ciudad: Córdoba
País: Argentina
Muchas gracias!
EC
Bueno, pues, ya te paso mis datos y entonces podrá estar lista la suscripción.
ResponderEliminarSUSCRIPCIÓN GRATUITA a revista literaria REALIDADES Y FICCIONES
Nombre: Mía
Apellidos: Pemán
…@hotmail.com
Ciudad: PALENCIA
País: ESPAÑA
Pero, seguro te habrá llegado esta madrugada un email para que no se me envíe nada entre el 12 y el 19 de septiembre, ya que estaré fuera de mi ciudad y no tendré opción de conexión a internet.
Y, al mismo tiempo, ya puestos, me agradaría saber, si podría tener opción de publicar en mis blogs alguna cosa de la Revista Literaria… ellos son: http://hilvanandoletras.wordpress.com y http://mapiemsa.wordpress.com, a lo mejor ya te ha llegado alguna actualización… de las que ya he ido enviado a varios compañeros que pertenecéis a Ciudad Seva.
Como veo que tienes dos blogs, ya les iré echando un vistazo de tanto en tanto y también, se lo pasaré a mis amistades para que tengan la oportunidad de visitarlos.
Un saludo,
Mía Pemán
Solicito suscripción gratuita
ResponderEliminarMario Magadán
…@yahoo.com.mx
México.
Mario Adrián Magadán Briones
Colectivo cultural "Trakatrán"
Sala de Lectura Itinerante "Tierra Cobriza"
Héctor, lo he difundido entre los lectores de léeme un cuento.
ResponderEliminarSaludos
Maria Fernanda
www.leemeuncuento.com.ar
Ciudad de Buenos Aires, Argentina
Héctor: acá va la difusión de tu sitio....
ResponderEliminarhttp://www.facebook.com/profile.php?id=1262169573&ref=notif¬if_t=friend_confirmed#!/profile.php?id=1267466910
Abrazos
Karina García Albadiz
Mag.Interdisciplinario en Estudios Humanísticos
Valparaíso, Chile
Gracias por esta revista
ResponderEliminarrealidades y ficciones
literatura a montones
estilos narrativistas
incrèdulos y realistas
se reunen a montones
y leen a borbotones
poniendo mucha atención
a esta publicación
muchas felicitaciones
el frayle.
walter emilio ramirez marin
manizales, colombia
Claro que quiero colaborar con Uds. Envio mis datos personales y currículo.
ResponderEliminarArturo Santos Ditto
Guayaquil, Ecuador
Gracias por la Revista. Es excelente. Deseo seguir recibiéndola.
ResponderEliminarJenny Londoño
…@yahoo.com
Jenny Londoño, Quito-Ecuador
Gracias por escribirnos, y no deje de Leer las ediciones de El Nuevo Mundo en: http://sites.google.com/site/revistaelnuevomundo/Home
ResponderEliminarMiami (Florida), Estados Unidos
Con mis saludos desde Chile, agradezco las informaciones,
ResponderEliminarhttp://www.mucurycultural.org/2011/09/rem-rapid-eye-movement.html?spref=fb
Leo Lobos
www.leolobos.blogspot.com
Gracias Héctor, un abrazo, Astrid
ResponderEliminarAstrid Teresa Fugellie Gezan
Punta Arenas, Chile
Gracias por esta publicación. Me alegra mucho recibir este tipo de material.
ResponderEliminarBeatriz Mir - Be@
Pilar, Argentina
gracias y espero pueda tambien enviarnos si lo desea material para nuestra revista lak-berna atte
ResponderEliminaralicia lorena calbaño
v.domínico, argentina
Nº 6 (NUEVO) de REALIDADES Y FICCIONES
ResponderEliminarMaria de los Angeles Casola
Ciudad de Formosa-pcia de Formosa-Argentina
DE: OSCAR MARCHESIN POLINELLI
ResponderEliminarMIS SALUDOS. EXCELENTE, GRACIAS POR EL ENVIO.
ADJUNTO ALGUNOS TRABAJOS Y REFERENCIAS.
UN ABRAZO.
OSCAR
MONTEVIDEO
suscripción
ResponderEliminarDeseo suscribirme a la revista. Es esto todo lo que tengo que hacer?
Leyda Fuentes
San Juan, Puerto Rico
Para inscripción
ResponderEliminarSería un placer inscribirme para recibir siempre Realidades y Ficciones.
Envío mis datos:
Alicia Borgogno
E-mail: …@hotmail.com
Cañada de Gómez- (Santa Fe)
Argentina
Muchas gracias
Hola, ¿cómo están?
ResponderEliminarEscribo para suscribirme a la revista que promocionan. Van mis datos.
Saludos desde Argentina
Victoria Tarelli
…@gmail.com
Posadas
Argentina
SUSCRIBIR A REVISTA
ResponderEliminarNombre: Jonathan Exaú Torrez Arroliga
Mail: …@hotmail.com
Managua Nicaragua
Solicito suscripcion gratuita,envio datos:
ResponderEliminarElba Alicia Gottig Junco
Rosario
Argentina
…@gmail.com.ar
hola, escribo porq acabo de conocer su revista Realidad y ficciones y la encontre interesante, pues yo me dedico a la literatura. Escribo para suscribirme.
ResponderEliminarmi nombre es Benjamín Carvallo Carvallo, soy chileno, vivo en Santiago, Chile
mi mail es …@gmail.com
saludos!!
suscripcion
ResponderEliminar…@yahoo.com
Juan Grinberg
San Marcos Sierras (C), Argentina
Hola!! me suscribo a vuestra revista.
ResponderEliminarMi nombre es Mónica Oliver, y el correo es …@gmail.com
Gracias!!
Bahía Blanca, Argentina
Para Realidades y Ficciones
ResponderEliminarEstimado Héctor:
Estuve navegando en el blog, me encantaron los cuentos, con su permiso los recomendaré a mis alumnos del curso de narración oral.
Saludos cordiales
Niré Collazo
Caszacuento, escuela de narración oral
www.teatrosolis.org.uy (otras actividades)
www.museogurvich.org (programa educativo)
www.cuentacuentos.eu
http://Blogs.montevideo.com.uy/caszacuento
Uruguay
suscripcion
ResponderEliminarNombre: Rosa Marina Campos
Pais: El Salvador
Correo electrónico: …@hotmail.es
Ciudad: Berlin
Para revista literaria REALIDADES Y FICCIONES
ResponderEliminarholaaaa!!! gracias por el mensaje.! encantada de leerlas, gracias por los links.. d verdad que amp profundamente la literatura, en especial la poesia, pero me preocupa d manera casi subliminal la perdida d amor porque no hay otro nombre a pesard que sigue estando alli el amor, nos perdimos comko seres humanos que tristeza .. por eso hago toooodo lo posible desde mis estudios (cuarto año de derecho) de dar lo mejor de mi para inyectarle amor al mundo
MaryE. B.H.
Trujillo, Venezuela
Para zab_he@hotmail.com / REALIDADES Y FICCIONES
ResponderEliminarGracias a ustedes!
cariños.
Piero Pablo Rossi
Ciudad de Buenos Aires, Argentina
Suscr.
ResponderEliminarNelson Barreiro Gougeon
nelbagou@mail.com
Montevideo
Uruguay
Hola.
ResponderEliminarRecibí un correo que me invitaba a suscribirme de manera gratuita a su revista, para ello envío mis datos.
Nombre: Isaac Arriaga Rojas
País: México
Ciudad: Distrito Federal
Correo: …@live.com
Gracias y saludos.
suscripción gratuita
ResponderEliminarEstimados señores:
Por la presente deseo solicitar la oferta de suscripción a su revista que, tan gentilmente me hacen, agradeciendo su generosidad y su interés en la creación literaria, que ciertamente comparto.
Mi nombre es Isabel Ascensión M. Miralles
E-mail: …@gmail.com
Ciudad: Murcia
País España
Si admiten colaboraciones, me gustaría colaborar con Vds en dicha revista, así como pasarles información de actividades y eventos literarios, entre ellos el próximo fallo del I Premio de Literatura basada en valores, "Concha de luz", en su modalidad de Poesía, Narrativa breve y Teatro.
Reiterando mi reconocimiento y gratitud, reciban un atento y cordial saludo,
Isabel Ascensión. M. Miralles
SUBSCRIPCIÓN
ResponderEliminarPara zab_he@hotmail.com
Andrés Fornells Fayos
Málaga, España
revista digital DeGlozel
ResponderEliminarPara hector_zabala_literatura@hotmail.com
Saludos!
Navegando por la red encontramos tu blog, nos ha gustado el contenido que allí públicas y queríamos decirte, que tenemos una revista literaria en la que puedes colaborar con tus escritos, de ésta manera aumentamos nuestra lista de autores y blogs.
Puedes enviarnos poemas, relatos, ensayos, citas, fotografías, dibujos e ilustraciones, reseñas literarias, a nuestro correo electrónico: Deglozel@gmail.com
Comentarte que en nuestra revista digital otorgamos premios cada mes al mejor relato, poema y microrelato, también tenemos varios concursos en marcha, como “La sagrada biblia quinqui” compilaremos todos los relatos para publicar un libro. Así como nuestra revista trimestral (fanzine en papel) donde todos los colaboradores tienen su espacio con sus escritos.
Nuestra dirección de blogguer es la siguiente: http://deglozel.blogspot.com/
Sin más agradecerte el tiempo que has perdido leyendo este correo y las posibles molestias.
Muchas gracias y suerte en tus proyectos.
suscripcion
ResponderEliminarPara zab_he@hotmail.com
SOY ROMAN DE LA VEGA. ABOGADO, POETA Y ESCRITOR DOMINICANO. DESEO FORMAR PARTE DE SU TAN PRESTIGIOSA REVISTA LITERARIA. GRACIAS.
SUSCRIPCIÓN GrRATUITA REVISTA
ResponderEliminarHOLA:
Me interesa suscribirme GRATUITAMENTE a la revista" REALIDADES Y FICCIONES"
mi nombre es:María Fernanda Gómez MacKay,soy de Paso de los LIBRES ,CORRIENTES,el contenido de la misma me parece muy interesante,mi email es:ferchirol@hotmail.com
Atte.Ma.Fernanda Gómez M.
Suscripción
ResponderEliminarQuisiera suscribirme a su revista. Gracias.
Adriana Helena Moreno Guataquira
…@hotmail.com
Bogotá
Colombia
suscripción gratuita
ResponderEliminarNombre y apellido: Lara Sánchez
Email: …@yahoo.es
Ciudad: Andorra la Vella
País: Principado de Andorra
Suscripcion y consulta
ResponderEliminarEstimado Héctor Zabala:
Escribo este mail para suscribirme a la revista Realidades y Ficciones, y para preguntar si existe la posibilidad de enviar material a la revista como colaboración. Una muestra de mis trabajos está en la revista AXXON nº 217 -Julia (confinada en el muro)- , y se puede ver una reseña biográfica tanto al final del cuento, como en el facebook : Hugo Orland Yáñez.
Bueno, desde ya muchas gracias,
Hugo O. Yáñez.
Actualmente domiciliado en la Ciudad de Córdoba, Barrio Aeronáutico, Cba. Argentina.
Email: …@mixmail.com
…@yahoo.com.ar
SUSCRIPCIÓN Revista literaria - Buenos Aires, Argentina
ResponderEliminarNombre: Alvaro
Apellido: Catoira
e-mail: …@hotmail.es
Ciudad: Caracas
País: Venezuela
Interesantísimo y necesario blog para todos los amantes de la buena literatura.
ResponderEliminar¡Enhorabuena!
Me gustaría suscribirme a la Revista Literaria:
nombre: Marlene
apellido: Denis
e-mail: mdenis.is.marlene@gmail.com
ciudad y país: Barcelona, España
De paso, os dejo mi blog para que, de vez en cuando, me hagais la visita: marlene-cumulos.blogspot.com
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