jueves, 22 de junio de 2023

REALIDADES Y FICCIONES

—Revista Literaria—

Nº 54 – Junio de 2023 – Año XIV

ISSN 2250-4281 – Edición trimestral


Inscripción gratuita como LECTOR o COLABORADOR
si escribe a zab_he@hotmail.com
indicando nombre y apellido, ciudad y país
(se le avisará cada nuevo número trimestral).

“Mariposa Monterrey”
Mónica Villarreal (2023)
(Acrílico sobre panel, 35 cm x 28 cm)
Serie Mariposas

  

Sumario

• Cuando los muertos cuentan. “Así los trata la muerte” de María Rosa Lojo. (Héctor Zabala)

• Secreta Buenos Aires, lo que se esconde en las barrancas de Escobar; sobre el libro de Eduardo Jorge Arcuri. (Leandro Francisco)

• Una vida al borde del abismo, “Saturno” de Sarah Chiche. (Anna Rossell)

• Ennatu Domingo, una experiencia vital riquísima. “Madera de eucalipto quemada” de Ennatu Domingo. (Anna Rossell)

• Hermann Hesse, retratista de la sociedad. (Jesús Quintanilla Osorio)

• La ciudad que nos habita. (Omar Roldán Rubio)

• Nuestras revoluciones internas. “Los de abajo” de Mariano Azuela. (Adán Echeverría)

• Luis Benítez: “En letras es la hora de América Latina”. (Reportaje de Elizabeth Auster y Juan Sebastián Rodríguez)

Nuevos colaboradores de Realidades y Ficciones:

            Leandro Francisco, Belén de Escobar (Provincia de Buenos Aires), Argentina

            Jesús Quintanilla Osorio, Chetumal (Quintana Roo), México

            Elizabeth Auster, Mendoza (Mza.), Argentina

            Juan Sebastián Rodríguez, Mendoza (Mza.), Argentina

 

 

CUANDO LOS MUERTOS CUENTAN

Héctor Zabala ©

 

María Rosa Lojo

Así los trata la muerte

Buenos Aires, Alfaguara, 2021

 

Ya al terminar de leer el segundo de los nueve cuentos que componen esta obra, me dije: ¡Cómo puede escribir tan bien! Después, vencido por mis tareas del día, me fui a dormir con un único pensamiento: retomar su lectura cuanto antes.

Leí tres veces este libro de María Rosa Lojo en los días subsiguientes y en cada lectura descubría nuevas singularidades, nuevas facetas, nuevos detalles, que me obligaban a desear leerlo otra vez. Es más, en cada ocasión que concluía el libro, me lamentaba de que no lo hubiera alargado con más y más historias.   

Utilizando al Cementerio de la Recoleta a modo de hilo conductor (una sutil Sherezade ad hoc), nos deleita en estas 250 páginas, reviviendo a sus personajes históricos como poquísimos escritores serían capaces. Y es que su erudición, cimentada en investigaciones profundas (unas cien referencias bibliográficas, páginas 251 a 262, así lo prueban), logra hacer hablar a todas esas personas tal como lo harían después de la resurrección de la carne o como con seguridad lo habrán hecho en la vida que les cupo.


Ingeniosamente, Lojo hace escribir y contestar cartas a sus personajes, recordar pasajes de sus vidas o monologar sobre lo vivido, discutir con otras personas —ora de tiempos futuros, ora de tiempos pasados— en un juego donde se mezcla la elegancia literaria, el preciosismo poético, el drama (y a veces la tragedia), el humor bien dosificado.

Sus fantasmas no solo cobran vida, sino que reviven tal como nuestro inconsciente espera de ellos. Aunque utiliza anacronismos intencionales, la autora tiene el talento de que tales anacronismos nos resulten increíblemente creíbles, naturales, convincentes. A través de las herramientas mencionadas, a uno le queda la sensación de que todo lo escrito es veraz, incluso a pesar de la fantasía explícita del planteo.

No estoy exagerando en nada, si digo que esta obra es una joya que necesitábamos los argentinos. Porque nos muestra de todo. Va al fondo de cada una de las idiosincrasias involucradas reflotando ideas, pasiones, miedos, cuentas pendientes. Y lo notable, es que María Rosa Lojo escribe sin prejuicios históricos de ninguna clase, tal como debe ser; no como nos tienen acostumbrados muchos, demasiados, historiadores y ensayistas de cierto renombre.

Así, desfilan en sus páginas Camila O’Gorman, la abadesa Eloísa, la montonera “Hilda”, Dominguito Sarmiento, Mariquita Sánchez de Thompson, Eduarda Mansilla, Lucio V. Mansilla, el emperador Nerón, Victoria Ocampo, entre los más conocidos. Pero también otros más ignotos para el público, como Polidoro Segers, José María Calaza Couso o “Macoco” Álzaga Unzué, sin faltar indígenas ranqueles ni chamanes patagónicos. Y hasta se da el lujo de mechar a figuras mitológicas en alguno de sus textos. Estos personajes no solo interactúan con otros similares, sino que en ocasiones mencionan o sugieren a terceros que no entran en acción pero están ahí, en el recuerdo de ellos y en el nuestro también.

Esperemos que, para beneficio de muchos más lectores, haya varias nuevas ediciones de Así los trata la muerte, porque se trata de un libro que debe tener por destino un lugar destacado y permanente en nuestras bibliotecas particulares.

Solo me resta decir: ¡gracias, María Rosa, por escribirnos esta verdadera obra de arte!

 

 

MARÍA ROSA LOJO


Nacida en la ciudad de Buenos Aires, Argentina, doctora en Filosofía y Letras (con orientación en Letras), docente universitaria, ha ejercido durante años el cargo de investigadora principal del CONICET. Es autora de una destacada producción literaria y académica.

Su obra creativa, traducida a varios idiomas, comprende:

• Novelas: Canción perdida en Buenos Aires al Oeste, La pasión de los nómades, La princesa federal, Una mujer de fin de siglo, Los libres del Sur, Finisterre, Árbol de familia, Todos éramos hijos y Solo queda saltar.

• Colecciones de cuentos: Marginales, Historias ocultas de la Recoleta [1], Amores insólitos de nuestra historia y Cuerpos resplandecientes. Santos Populares argentinos.

• Poesía y microficción: Visiones, Forma oculta del mundo, Esperan la mañana verde, Bosque de ojos. Microficción y poemas en prosa, El libro de las Siniguales y del único Sinigual [2], Los brotes de esta tierra.

 

Su investigación académica ha tenido como coronación estas obras:

• Ensayo e investigación: La ‘barbarie’ en la narrativa argentina; Sabato: en busca del original perdido; Cuentistas argentinos de fin de siglo. Estudio Preliminar; El símbolo: poéticas, teorías, metatextos; Los ‘gallegos’ en el imaginario argentino. Literatura, sainete, prensa [3]; Identidad y narración en carne viva. Cuerpo, género y espacio en la novela argentina (1980-2010) [4]; Leopoldo Marechal y el canon del siglo XXI [5].

• Ediciones críticas: Lucía Miranda (1860), de Eduarda Mansilla. Edición crítica [6]; Sobre héroes y tumbas, de Ernesto Sabato [7]; Diario de viaje a Oriente (1850-51) y otras crónicas del viaje oriental de Lucio V. Mansilla. Edición crítica [8].

 

Asimismo, se han escrito sobre su obra literaria varios libros monográficos, tesinas de grado, tesis de maestría, tesis doctorales, y unos ciento ochenta trabajos académicos (artículos, ponencias, capítulos de libro), tanto en la Argentina como en el extranjero.

 

Ha sido multipremiada. Entre otras distinciones, con el Primer Premio Municipal de Narrativa de Buenos Aires, el Premio Konex, el Premio Internacional de Poesía Antonio Viccaro 2017 (Canadá), la Medalla de la Hispanidad, la Medalla del Bicentenario, el Premio a la Trayectoria en Literatura 2014 de Artistas Premiados Argentinos, el Gran Premio de Honor 2018 de la Sociedad Argentina de Escritores, el Gran Premio de Honor 2020 de la Fundación Argentina para la Poesía y la Medalla Europea de Poesía y Arte Homero (Bruselas) 2021.

https://www.mariarosalojo.com.ar

https://es.wikipedia.org/wiki/María_Rosa_Lojo

 

Referencias:

[1] con Roberto Elissalde.

[2] con Leonor Beuter.

[3] María Rosa Lojo, directora, con Mariana Guidotti y Ruy Farías.

[4] María Rosa Lojo y Michele Soriano, directores, María Rosa Lojo y María Laura Pérez Gras, editoras.G

[5] María Rosa Lojo editora y Enzo Cárcano coeditor.

[6] Introducción y notas de María Rosa Lojo y equipo.

[7] María Rosa Lojo coordinadora. Estudio filológico-genético y Nota filológica preliminar de Norma Carricaburo

[8] Introducción y notas de María Rosa Lojo (dirección) y equipo.

 

 

SECRETA BUENOS AIRES, LO QUE SE ESCONDE EN LAS BARRANCAS DE ESCOBAR

Leandro Francisco ©

 


Eduardo Jorge Arcuri

Secreta Buenos Aires

Livriz, Buenos Aires, 2022

 

Eduardo Arcuri, escritor y vecino de la ciudad bonaerense de Escobar, publicó en septiembre del año pasado su libro Secreta Buenos Aires, donde plantea la hipótesis de que el fuerte de Santa María del Buen Ayre, que se conoce como la primera fundación de la ciudad hecha por Pedro de Mendoza (1536), estuvo ubicada en la zona del Barrio El Cazador [1] y no en Parque Lezama [2], como marca la historia oficial.

 

Mapa florentino 1596 Australis Suramérica-Río de la Plata. 
Puede observarse la desembocadura del río Luján en el estuario paranaense, sin el 
curso hacia el actual partido de Tigre ni detalles importantes del Riachuelo de La Boca.

 

«Me permito deducir que Mendoza no fundó ninguna ciudad sino una paupérrima fortificación de adobe y paja. Al considerar que hace 500 años el estuario del Río de la Plata llegaba hasta las barrancas de Escobar, también me conduce a teorizar sobre la ubicación donde pudo haberse asentado el real Santa María del Buen Ayre y su primer puerto natural, con la intención de que no solo sirva para esclarecer una historia escondida, sino aportar documentación, mapas y hallazgos arqueológicos que no fueron considerados en su momento; de este modo, pretendo ofrecerle al partido de Escobar, el reclamo por el reconocimiento histórico que le fuera denegado por meros argumentos políticos del siglo XX». - Eduardo Jorge Arcuri

Cuestionar la historia oficial requiere no solo de años de ardua investigación y compromiso, sino también de mucho coraje. En especial, si de los orígenes de Buenos Aires se trata. Eduardo Jorge Arcuri es escritor, dramaturgo y corrector literario, vecino de Belén de Escobar, a quién tuve el honor de entrevistar por la publicación de su reciente libro, sobre las cuestiones más reveladoras de esta narrativa histórica que pone encima de la mesa la hipótesis de “La Primera Ciudad de Buenos Aires” en Belén de Escobar y no en Parque Lezama, donde la ubicó el poder político de la década de 1930.

«Tengo la intención de desmitificar la hipótesis oficial que atribuye el asentamiento del real Santa María del Buen Ayre en Parque Lezama, a partir de que el lugar, no solo carece de pruebas arqueológicas relacionadas, ni tiene otro criterio que no sea el de haber sido considerada desde el punto de vista de intereses políticos en 1936», expone el autor.

 

Ubicación de referencia entre la zona de Las Vizcacheras, el río Paraná, el río Luján, 
el Barrio Parque El Cazador en el Partido de Escobar y el Parque Lezama en la 
Ciudad Autónoma de Buenos Aires sobre planimetría actual. Fuente: Google Earth.


Esta obra nace de la investigación del periodista e investigador Federico Kirbus (fallecido en 2015), publicada entre 1978 y 1980 bajo el título de La primera de las tres Buenos Aires. Kirbus, quién tuvo la osadía de ser el primero en poner en duda la Primera Fundación de Buenos Aires, fue cuestionado en su método de investigación y el equipo del doctor en arqueología Daniel Schávelzon consideró que sus investigaciones «carecen del más elemental rigor científico y las fotos aéreas usadas son una superchería». Según lo expresa textualmente Schávelzon en su publicación Asiento de la Primera Buenos Aires. Entre la historia y el mito, publicado en el año 2006.

 

Mapa diseñado a mano alzada por el piloto Pedro Fuentes en 1730. Muestra la zona denominada Rincón de Riblos —suertes de sobra en el reparto de tierras que hizo Juan de Garay, actualmente Pdo. de Escobar—. En esta ilustración pueden reconocerse: el río de las Conchas (actual río Reconquista), la cañada de Escobar (actual arroyo Escobar) y el río de Luxan (actual río Luján). Se observa que, según el proceso de sedimentación permanente, el río Luján ya muestra una leve curvatura hacia el sur con respecto al siglo XVI según estudio de Raúl A. Molina.


 Junto con su amigo, el investigador escobarense Pedro Santroni, tuvieron la intención de rescatar la hipótesis de Kirbus, pero a los pocos meses de intentar el desarrollo de una nueva argumentación, Santroni falleció por Covid y el grupo que habían conformado junto a Marcelo Sica, se desarticuló y Arcuri tuvo que continuar solo.

Fue así, que a partir de la conformación de un equipo interdisciplinario, esta vez, el autor logró recopilar más y mejores resultados, con el objetivo de poder probar que Pedro de Mendoza no fundó la primera ciudad de Buenos Aires, sino apenas dos de los tres reales (o fortificaciones militares) para la conquista del Río de la Plata, ambicionada también por el reino de Portugal y la intromisión del comercio inglés y francés.

A partir de ese antecedente, Arcuri comenzó a trabajar sobre una nueva hipótesis, reforzando los puntos débiles de la presentación de su antecesor, buscando ya no los restos de una ciudad que no fue tal, sino los restos de un combate como el ocurrido el día de Corpus Christi, el 15 de junio de 1536, cuyas consecuencias se aproximan a los hallazgos arqueológicos en la zona de Las Vizcacheras (en el Partido de Escobar), donde además de testimonios de lugareños, se han encontrado restos de nativos y objetos europeos datados en el siglo XVI, típicos de un enfrentamiento armado entre ambas facciones.

   

Peto y balas de arcabuz de diferentes calibres (con muestras de impacto), exhibidas en el 
Museo Municipal Campiglia de Belén de Escobar, hallados en la zona de El cazador.

 

Peto y balas de arcabuz de diferentes calibres (con muestras de impacto), exhibidas en el Museo Municipal Campiglia de Belén de Escobar, hallados en la zona de El Cazador.

«Comencé a analizar los puntos cuestionados y solicité información al Archivo General de Indias en Sevilla y otros museos de ciencias nacionales de España. De los archivos de armas como el Archivo Provincial de Guipúzcoa, el Archivo Histórico Nacional de España, el Archivo General de Simancas, y el archivo particular de la casa Zavala (en San Sebastián, España), del que me enviaron, entre otros datos, documentación digitalizada de la capitulación que Pedro de Mendoza firmó con el rey Carlos I y Emperador del Sacro Imperio Romano Germánico», detalla el escritor escobarense.

«También obtuve información de archivos y museos de otras localidades argentinas; contando, además, con intervención directa de muchos profesionales en arqueología, geología, ingeniería, arquitectura, historiadores, investigadores y vecinos baqueanos de la zona, a quienes acompañé en sus recorridas por la amplia zona de Las Vizcacheras», explica.


Observación de albardones en la zona arqueológica de Las Vizcacheras y Anahí.


El libro, que fue presentado en la Feria del Libro de Escobar, el 17 de septiembre del 2022, fue declarado de Interés Institucional por resolución Nº 17243/21 del Honorable Concejo Deliberante del Partido de Escobar y editado por Livriz. En la obra, el autor describe los errores de interpretación histórica, en los que se basaron los miembros de la Comisión para la Celebración del IV Centenario de la fundación de Buenos Aires (1936), a partir de los cuales se estableció que este suceso ocurrió en Parque Lezama. Además, busca poner en evidencia que la historia no siempre está contada con fundamentos reales ni criterio científico de investigación.

El autor considera que se debe reconocer a las Barrancas de Escobar (Barrio El Cazador - Villa Alegre) como la más sólida hipótesis del posible lugar donde se asentó el real Santa María del Buen Ayre y a la zona de Las Vizcacheras como el espacio donde se pudo haber desarrollado el combate del día de Corpus Christi del 15 de junio de 1536. A partir de este punto, pudo deducir dónde se habría asentado el real, considerando las distancias descritas por Ulrico Schmidl [3] y el sitio que pudo cumplir con los tres pilares de una conquista militar como ser, la estrategia, la táctica y la logística que permita controlar la navegación del Gran Paraná en el siglo XVI.

«En el libro expongo que no hubo más que una sola fundación de la ciudad de Buenos Aires y que la llevó a cabo Juan de Garay en 1580. Pedro de Mendoza no tenía permiso del rey para fundar ninguna ciudad sino apenas tres reales o fortificaciones, para evitar que Portugal se apodere del estuario del Río de la Plata y por ende, el acceso al Paraná por el que se podía arribar al cerro de la plata (cerro de Potosí). La idea original no era venir a combatir al indio sino a los portugueses y otros expedicionarios europeos. El problema con los nativos se debió al abuso feudal europeo en la campaña de conquista. Es en este punto donde se diferencian las dos campañas: Pedro de Mendoza vino a conquistar, mientras que Juan de Garay vino para colonizar», sostiene.

En la obra se explica que Pedro de Mendoza buscaba en estas tierras, una cura para la sífilis que había contraído en 1527, durante el sitio de Roma. Esto lo llevó a tener que asumir por su cuenta los costos de la campaña conquistadora. «Cuando Mendoza comprendió que en estas tierras no crece el guayacán con el que pensaba curarse, abandonó la campaña al año siguiente de su arribo, falleciendo en el viaje de regreso a España, antes de llegar a las Islas Canarias», expone Arcuri.

A partir de mapas, ilustraciones y documentos antiguos, el autor aporta datos e información para que se reconozca a la localidad de Belén de Escobar como la más sólida de las hipótesis del primer asentamiento de Pedro de Mendoza en 1536, además, pide «que se reconozca el derecho a fundamentar los hitos principales como ser el posible lugar donde estuvo asentado el real Santa María del Buen Ayre (y agrega que, en el siglo XVI), el río Luján y la cañada de Escobar como riachuelos eran aptos para utilizar como puerto natural, considerando que el estuario llegaba hasta la zona de Escobar.»

  

Fragmento del mapa del Depósito General Topográfico de Ingenieros (España), publicado por Robert Jackson, relacionado con los movimientos del ejército hispano lusitano durante la campaña de 1759 contra la sublevación de los guaraníes. En este mapa puede observarse (círculo rojo) la desembocadura del río Luján en el río Paraná y no en el río de la Plata como lo hace actualmente, además de una cruz de enterramientos humanos, similares a las usadas en lugares de combate que podría corresponder al combate de Corpus Christi (1536) donde hubo unos mil nativos muertos y una treintena de europeos, entre ellos Diego de Mendoza, hermano del Adelantado y el capitán Luján, sobrino de Pedro de Mendoza.

 

Con estos argumentos, pretende proponer la creación de un polo turístico, histórico y cultural que contribuya al interés histórico y al desarrollo del turismo de cercanía que también beneficie al Partido de Escobar.

 

Mapa francés del s. XVII que muestra la forma cónica del estuario y la desembocadura del río Luján en el Gran Paraná frente a la Isla Primitiva. Estos detalles muestran el curso del río Luján en el s. XVI, además de justificar el lugar estratégico para asentar el real por la estrechez del río, espacio que coincide con el lugar reconocido como Rincón de Riblos en el actual Partido de Escobar, desde donde se podía controlar la costa oriental y el ingreso al Paraná.

  

Lo que se oculta bajo las Barrancas de Escobar

 

Entre vecinos escobarenses e isleños del Paraná, se comenta que en Las Vizcacheras [4] hubo más de un asentamiento nativo, además de varios cementerios indios. Allí se encontraron (y todavía se pueden encontrar) restos fósiles humanos y fragmentos de cerámica indígena de diferentes tribus, sobre todo de las etnias guaraní y querandí mencionadas por Antonio Rodríguez y Fermín Leite en las crónicas de la época.

«En otros sitios cercanos a estos hallazgos, muchos aficionados encontraron más restos humanos enterrados a una profundidad de entre 20 y 40 cm que no respetan los ritos funerarios de nativos, junto a restos de armas de tecnología lítica como puntas de flechas, bolas arrojadizas (bolas guachas o bolas perdidas), un par de cabezas de hacha y otras piedras que no son de este lugar, sino de zonas serranas, que debieron ser producto de canje entre nómades querandíes con otras tribus»”, explica Arcuri.

Además, por estas zonas se han desenterrado de modo clandestino, balas de arcabuz, restos ferrosos, otros fragmentos de armas presumiblemente del siglo XVI que quedaron en manos de coleccionistas privados y otras que aún están a la espera de un análisis más profundo por parte de profesionales especializados en arqueología en campos de combate.

 

[1] Barrio El Cazador, Partido de Escobar (Provincia de Buenos Aires), Argentina.

[2] Parque Lezama, Ciudad de Buenos Aires, barrio del sur de la ciudad cercano al Riachuelo.

[3] Schmidl, Ulrico (en algunas versiones su apellido también fue trascripto como Schmidel y Schmidt).

• Schmidel, Ulrico. Viaje al Río de la Plata, 1534-1554. Notas bibliográficas y biográficas por Bartolomé Mitre. Prólogo, traducción y anotaciones por Samuel A. Lafone Quevedo. Buenos Aires, Cabaut y Cía. Editores, 1903.

• Schmidl, Ulrico. Crónica del viaje a las regiones del Plata, Paraguay y Brasil. Buenos Aires: Comisión Oficial del IV Centenario de la Primera Fundación de Buenos Aires; Peuser, 1948.

[4] “Las Vizcacheras” es un yacimiento arqueológico ubicado a orillas del arroyo El Tajamar, en los fondos del barrio El Cazador, en la ciudad de Belén de Escobar. Se estima que fue habitado por grupos de cazadores-recolectores indígenas entre 1500 y 1750.

 

 

EDUARDO JORGE ARCURI 


Escritor y dramaturgo, nacido en San Martín (Provincia de Buenos Aires), Argentina, el 28 de noviembre de 1946. Con más de 32 obras escritas, se especializa en narrativa histórica. Su reciente libro «Secreta Buenos Aires» se complementa con la también estrenada obra teatral «Mamá te presento a mi noviE» dirigida por el actor y director Osvaldo Laport y producción de Francisco Scarponi.

Autor multifacético de narrativa y dramaturgia ha explorado en las diversas manifestaciones que lo convierten en un autor de temática renacentista, entremezclando las ciencias exactas con las conductas humanas, donde lo que prevalece es la historia de las civilizaciones antiguas. 

Además de «Secreta Buenos Aires» entre sus títulos más renombrados se encuentran: «Trafalgar – Nelson, El arte de la estrategia», «Napoleón, el arte de la guerra», «Templarios, el arte de las finanzas», «El arte de fumar en pipas», «Manual del asador criollo», «La Revolución francesa, biografía de la rebelión más sangrienta del siglo XVIII» entre numerosos libros de cuentos, novelas, manuales y biografías que se publican en su página web: https://autorliterario.wixsite.com/eduardo-arcuri

 


UNA VIDA AL BORDE DEL ABISMO

Anna Rossell ©

 

Sarah Chiche

Saturno

Traducción por Álex Gibert

Gatopardo Edicionaes, 2022, pp. 168

 

Quien más quien menos se podrá sentir identificado en algún momento con la historia personal de la voz narradora de esta novela de familia.

Sarah Chiche

Porque esta es una vida absolutamente condicionada de manera enfermiza por el entorno familiar, un entorno del que la protagonista no se puede librar, que casi le causa la muerte, anímica y física.

Y es que la familia es siempre un referente importante e inevitable, pero a menudo es mucho más, también en el peor sentido.

Saturno hace sospechar, con poco margen de error, que el texto es la autobiografía novelada de quien lo escribe. Que la protagonista es el alter ego de la autora lo corrobora el hecho que la ascendencia de aquella sea, como la de la autora, judía; que la heroína entienda la escritura como refugio y herramienta para aliviar su dolor y que la autora sea psicóloga, como su narradora —esta decide al final de su narración estudiar y «aprender a curar a otra gente»—. Seguramente el hecho que las penalidades que narra han sido vividas en carne propia otorga al texto una fuerza y una autenticidad que aflora en todo momento y facilita la empatía.

La trama se inicia con un Prólogo, que no lo es al uso. Se trata en este caso de la descripción de la muerte del padre de la narradora desde la añoranza y la tristeza de su voz; un preludio que introduce a los lectores en la atmósfera de lo que seguirá y que da a entender que esta muerte —la desaparición con treinta y cuatro años de la figura paterna en plena juventud, cuando la niña tiene solo quince meses— le será a ella la primera y más importante fuente de los males. Se entiende, pues, que la narradora protagonista ha conocido a su padre solo de manera indirecta, a través de los recuerdos y las explicaciones de los miembros de la familia. Y ya sabemos que los recuerdos son selectivos y la memoria muy interesada.

Empezamos conociendo la historia desde que los abuelos vivían en Argelia y tienen dos hijos, Armand y Harry, que son enviados a un internado de élite en Normandía cuando empieza la Guerra de Independencia de Argelia (1954-1962).

Que la abuela estuviera a punto de perder a Armand hace que se desarrolle un nexo más fuerte entre ella y este hijo, cosa que provocará una evolución bastante diferente de carácter entre los hermanos. Harry, futuro padre de la chica, queda emocionalmente descuidado y, ansioso de buscar herramientas de compensación, se adentra en la observación del cielo y de las estrellas y en la lectura, mientras que Armand crece menos afectivo e impresionable. Por consiguiente, el futuro de los chicos será diferente: los dos estudiarán medicina, como el abuelo y el padre, que tiene una clínica privada, pero Armand acabará la carrera —no, en cambio, Harry— y se incorporará a la clínica familiar. Esta disidencia por parte de Harry comportará el empeoramiento de su relación con la familia, que ya lo considera la oveja negra. Más todavía cuando se enamora perdidamente de Ève, una mujer desequilibrada, de una belleza deslumbrante, que arrastra las consecuencias de una niñez muy problemática, con quien acaba casándose.

Cumple contar el núcleo de la trama para dar a entender cómo se puede desarrollar el futuro de la niña, que desde su más tierna infancia ya empieza a percibir la desafección de todo su entorno hacia su padre, con excepción de Ève, de quien sabremos que puede ser la mejor madre del mundo o pasar de un momento a otro a las reacciones más virulentas.

Con estos condicionantes no nos puede extrañar que la joven protagonista se aleje de este ambiente, se exilie, viva al borde del abismo, inmersa en el más profundo dolor anímico y físico, caiga en profundas depresiones y llegue a acumular plurales intentos de suicidio. Evidentemente sale adelante y puede contarlo, el lector tendrá que descubrir cómo lo conseguirá.

Conocer esta trayectoria familiar permite también al lector seguir, porque están de trasfondo, los acontecimientos de los últimos años de la historia de Argelia, de los llamados pieds noirs, los colonos europeos que fueron a este país africano durante la ocupación francesa (1830-1962) a buscar otra vida y sus descendentes (sobre todo franceses, pero también valencianos, menorquines y roselloneses), que fueron expulsados hacia el viejo continente a raíz de la Guerra de Descolonización. Justo es decir que los judíos fueron tratados mejor que los musulmanes y que los judíos que protagonizan los hechos de la novela no eran pieds noirs, sino que sus antepasados habían llegado al país en el siglo XV, con su expulsión de España por parte de los Reyes Católicos.

Que Chiche escriba sobre el itinerario vital propio y familiar después de muchos años y que conozca los acontecimientos a través de los recuerdos del tío y de los abuelos, provoca que en algún momento se produzca alguna incoherencia temporal en la narración de los hechos, cosa que no perjudica la calidad de la escritura.

Sarah Chiche es autora de otras tres novelas.

Saturno ganó los premios Roman News y Rive Gauche y le valió a la autora la nominación a otros muchos premios. Es la primera novela de Chiche que se traduce al español. Saturno, con el título Saturn, ha salido este mismo año en catalán de la mano del sello Periscopi.

 

 

ENNATU DOMINGO, UNA EXPERIENCIA VITAL RIQUÍSIMA

Anna Rossell ©

 

Ennatu Domingo

Madera de eucalipto quemada.

Un relato sobre los orígenes y las identidades.

Navona Editorial, 2022, 184 pp.

 

Un libro lleno de sabiduría, el de Ennatu Domingo. Una experiencia vital riquísima que es urgente compartir. Porque lo que la joven autora nos cuenta es esencial para nuestra sociedad, para la buena convivencia, aquí y en el mundo en general, y para proyectar un futuro esperanzador donde la justicia y una vida digna sea posible para todos.

Ennatu Domingo

Madera de eucalipto quemada es, como con acierto anuncia el subtítulo, Un relato sobre los orígenes y las identidades, un libro compendio de conocimientos adquiridos por los poros de la piel, a través de la vivencia de fuertes emociones que una mente lúcida y bien equilibrada ha sabido analizar, racionalizar y transmitir. Es un libro inteligente y muy necesario.

Ennatu Domingo (Dansha/Humera, Etiopía, 1996) promete como escritora, pero también —y esto es muy alentador— como representante de una joven generación que tiene la mirada diáfana y conocimientos profundos para establecer puentes entre culturas, naciones y países, para emprender o colaborar con proyectos transformadores que nos hagan más ricos y nos permitan construir un mundo en el que el ser humano sea el eje de las políticas.

El libro es una fuente de información y, más importante aún, de múltiples y urgentes reflexiones de diversa índole, ninguna de ellas fácil. Plantea preguntas sobre cómo construimos nuestra identidad, qué consecuencias tienen el desarraigo y la desculturización, nos hace conscientes de los prejuicios y del desconocimiento que los causa... Pero también nos permite conocer el país donde nació la autora, Etiopía, el fuerte desequilibrio entre el mundo rural (donde vive la mayor parte de la población) y la ciudad, la historia del país, su presente y las dificultades que afronta de cara al futuro, que la autora se plantea como un reto al que hacer frente y que ella puede contribuir a definir en positivo.

Ennatu Domingo, adoptada por una familia catalana en 2003, llega a Barcelona con siete años, una edad en la que la integración ya no es fácil. Sin embargo, después de una vida de miseria y penalidades y de las recientes muertes, por VIH, de la madre biológica, Yamrot, con veinticinco años, y del hermano pequeño, Mikaele, la chica se adapta y se inserta fácilmente en la sociedad catalana.

Víctima del maltrato por parte del marido, Yamrot deja la casa familiar con el hijo mayor, Getachew, para ir a vivir a Wereta, con su hermano y su mujer. A partir de ese momento la vida de Yamrot, una mujer rural de ascendencia muy humilde en busca de subsistencia, será nómada y al límite: su recorrido de Humera y Dansha a Wereta, también a Gondar, cerca de la frontera con Eritrea, acaba con su acogida por las hermanas de la congregación de Teresa de Calcuta. Indocumentada, por no estar inscrita en ningún registro, la familia será invisible y no percibirá ninguna ayuda del gobierno.


Este es el trasfondo de todo el contenido del libro, que nunca deja de formar parte esencial de la vida de la autora. Porque, contrariamente a lo que ocurre a menudo, ella conserva la conciencia de sus raíces que en todo momento sus padres adoptivos, con gran inteligencia, le ayudan a conservar. Tanto los padres catalanes como ella misma saben hasta qué punto esto es importante; viajan con cierta frecuencia a Etiopía a los lugares donde ha vivido y le ayudan a recuperar su lengua materna, el amárico, cuando, después de tres años en Cataluña, ya lo había perdido. Esto permite a Ennatu crear un sentimiento de doble identidad, que ella percibe con razón como enorme riqueza, un gran privilegio y un manantial de oportunidades.

Su trayectoria vital, pero también su sólida personalidad, hace de Ennatu Domingo una mujer muy excepcional con conciencia, también muy excepcional, de cuestiones esenciales: el feminismo, la importancia de corregir las desigualdades, la de combatir el racismo y la de conservar nuestros orígenes a través de la cultura y la lengua maternas. Todas ellas le proporcionan las herramientas para abordar problemáticas que necesitamos encarar con gran urgencia y le permiten sacar conclusiones magníficas que a simple vista —solo a simple vista— parecen paradójicas: que la convivencia de diferentes culturas y lenguas en un mismo espacio geográfico no es sinónimo de pérdida de las culturas y las lenguas respectivas, sino que puede ser al revés. Y que esto tampoco implica desconocimiento de las que no son la propia o las propias ni mala convivencia. Al contrario, es cuando sentimos respeto por todas las culturas, cuando las percibimos como enriquecimiento y un patrimonio a conservar.

Como corresponde a la escritura autobiográfica, la narración la conduce la voz de la protagonista en primera persona. Domingo no narra de forma lineal, sino que va alternando su infancia en Etiopía con sus vivencias en Cataluña y, sobre todo, con las reflexiones que el fuerte contraste entre los recuerdos de las dos situaciones y las dos culturas le provocan, unas reflexiones impagables.

Más adelante, terminado el instituto, sigue estudios de Ciencias Políticas en la Universidad de Kent (Canterbury, Gran Bretaña) y, después, de master en Conflicto Internacional y Seguridad en Bruselas (Bélgica). Esto le permite ampliar aún más su mirada no solo por la formación académica que realiza, sino también por los compañeros y compañeras con quienes comparte las aulas, una heterogénea confluencia de culturas que impulsa aún más las ideas y el fértil pensamiento.

La línea profesional que ha iniciado la autora augura que su trabajo contribuirá a cambiar la nefasta mirada paternalista (también llamada solidaridad, el reverso de la culpa heredada) de los países autodenominados del primer mundo hacia los del tercero: ha trabajado como becaria en International Crisis Group (ICG) en Nairobi, Kenia; ha obtenido una Beca Shuman para trabajar en el Departamento de Asuntos Exteriores del Parlamento Europeo en Bruselas, en el ámbito de las relaciones de la UE con los países de África, el Caribe y el Pacífico. Actualmente investiga como asistente del think tank European Center for Development Policy Management (ECDPM), en Maastricht, Holanda.

Dice la contraportada que este es uno de esos libros que sacuden el alma y te provocan más preguntas que respuestas. Es cierto. Y si provoca más preguntas que respuestas significa que es un texto que ha logrado su objetivo, que debemos agradecer. Y mucho.

El libro se ha publicado este mismo año en catalán, de la mano del mismo sello editorial, con el título de Fusta d’eucaliptus cremada. Un relat sobre els orígens i les identitats.

 

 

HERMANN HESSE, RETRATISTA DE LA SOCIEDAD.

Jesús Quintanilla Osorio ©

 

Sin duda, Hermann Hesse es uno de los grandes maestros en el arte de la literatura y perfecto retratista de la sociedad.

Demian [1] es un acabado ejemplo de su arte, pues en la imagen del protagonista de la historia adivinamos la perspicacia de una mente sagaz, que, a su vez, puede envolverse en su juvenil inocencia en los lazos del astuto Demian con suma facilidad.

El lobo estepario [2] nos muestra la singularidad en la soledad, y para quien observa desde su altillo a una sociedad envuelta en las apariencias, vestida de una hipocresía disimulada con finos modales, que vive estratificando en severas capas a quienes no encajan en ella.

Hermann Hesse

Knulp [3], como lo hiciera Nabokov con su famoso personaje Pnin [4], o Kipps [5], de H.G.Wells, dibuja la vida de un personaje que en sí mismo no debía llamar la atención de nadie, pero que por su forma de ser y de vivir, es el atractivo de las personas sujetas al sedentarismo o que se han asentado en un lugar y viven una vida muy ordenada, siendo Knulp alguien que ha vivido la vida como un vagabundo sin asentarse en ningún lado en particular, y aprendiendo diversos oficios de las cuales es conocedor experto de tal suerte que le consideran como un maestro en ciertas artes, pero sin llevar el peso de la responsabilidad de vivir una vida hogareña con las presiones que esta misma entraña cuando se tiene dependientes y debe procurarse llevar un plato de comida cada día. De hecho, los modales y la buena vestimenta de Knulp son un atractivo para las mujeres que le consideran un galán, pues además es sumamente atractivo y con modales tan finos que parece un aristócrata, lo cual despierta la envidia de personajes como el sastre pobre que debe trabajar duramente para sacar a sus hijos de la miseria.

Hesse logra darle vida a personajes de esta clase, o como en su Shiddarta [6] que retrata la vida del joven Gautama con tal maestría que nos parece haberle conocido personalmente.

Hesse despliega entonces, su habilidad como fiel retratista de la sociedad de su tiempo.

 

[1] Hesse, Hermann. Demian (1919).

[2] Hesse, Hermann. El lobo estepario (1927).

[3] Hesse, Hermann. Tres momentos de una vida (Knulp) (1915).

[4] Nabokov, Vladimir. Pnin (1957).

[5] Wells, Herbert George. Kipps, historia de un alma simple (1905).

[6] Hesse, Hermann. Shiddarta (1922).

 

 

LA CIUDAD QUE NOS HABITA

Omar Roldán Rubio ©

 

Hablar de nuestra ciudad, cualquiera que esta sea, puede parecer simple, pero les aseguro que no lo es tanto, sobre todo porque, al momento en que intentamos hacerlo, un cúmulo de recuerdos se atropella en nuestra memoria. Las imagen

es que nos asaltan se distorsionan, crecen, se multiplican y de pronto se convierten en un pegote de rostros, formas y nombres que necesitamos ir desgajando, redescubriendo.

Cuando a base del laborioso ejercicio de ordenar los recuerdos logramos capturar plenamente algunos de ellos, entonces se agolpan infames, en nuestro pecho, un sinnúmero de emociones que nos pueden ahogar sin haber dicho siquiera una palabra.

La evocación —qué sería el hombre sin este vocablo que más que palabra es acción revividora de las cosas— es invocar algo que nos devuelve a otro espacio, estadio donde no existe esencialmente nada sino uno y el tiempo.

¿Qué pudiéramos hablar entonces de nuestra ciudad si consideramos que cada uno de nosotros es único? Sin duda caeríamos en la cuenta de que cada cual habita una distinta aunque la misma en apariencia, pues las vivencias, las circunstancias que nos van tejiendo son diferentes a las de los demás.

Sí, existen muchas, infinidad de ciudades útero, tantas como habitantes de este mundo seamos. La mía es confusa en partes, sobre todo en lo referente a nombres o datos precisos desde mi andar en ella. Sin embargo, en otros aspectos es clara. Por ejemplo, bien recuerdo algunas calles de mi infancia, como la Calzada 5 de Mayo, sobre todo en invierno, con aquellos enormes guardianes apostados sobre sus orillas, cuyos derrengados brazos, al recibir los aleteos nocturnos, se magnificaban haciéndose misteriosos, tenebrosos quizá.

Figuras, esos mismos árboles, que en otoño, por el viento que les desgarraba suavemente el ocre vestido, antes verde confeccionado por la primavera, comenzaban a transmutarse en gárgolas.

Esos espectros semidesnudos fueron muchas veces testigos del placer que me causaba, de tarde en tarde y con el murmullo de los pájaros sobre sus ramas y en mis oídos, pisar una y otra vez los retazos de su vestimenta regados por el suelo.

Aún hace eco en mi memoria el inefable crujir de las hojas bajo mis pies mientras recorría, con cierto temor, esa calzada que ahora, ya ajena a mi infancia, es una simple avenida llena de autos y de ruido, sin la tranquilidad y la frescura que en otros veranos tenía cuando la gente, para resguardarse de los latigazos del sol, se refugiaba bajo el manto de los árboles.

Esa calle, además, es entrañable para mí porque me regresa a una mañana fresca de domingo en que mi padre, un gigante entonces para mi apenas mirada, me llevaba de la mano. Yo vestido con un uniforme a rayas negras y doradas y puestos mis primeros zapatos de cuero negro —con tachones de madera en la suela— comprados un día anterior. Él con pantalón de gabardina, camisa abierta abajo del pecho y chamarra delgada con el cuello levantado sobre la nuca.

Llegamos antes de las ocho de mañana a la 5 de Mayo; la arenga de los pájaros nos recibió. Cruzamos de prisa y traspusimos el portón del campo deportivo 1º de Mayo donde me esperaba el llano para jugar mi primer partido de fútbol.

 

 

NUESTRAS REVOLUCIONES INTERNAS

Adán Echeverría ©

 


Nada embrutece tanto

como el trato diario con los sabios.

Mariano Azuela

 

“Demetrio Macías, con los ojos fijos para siempre, sigue apuntando con el cañón de su fusil”. Así termina la novela Los de abajo de Mariano Azuela (1873-1952), y uno tiene que recargar la espalda en algo sólido para poder respirar y sentirse completo. Entonces la reflexión se extiende para repasar página por página las imágenes, las escenas, los sonidos que se van escapando del libro.

Novela de actualidad aún por lo que implica el trasfondo de la misma, ya que las traiciones, la violencia, la lucha sin sentido son parte de la naturaleza humana y de la política que los avienta sobre uno y otro cuadro:

“—¿Por qué pelean ya, Demetrio?

Demetrio, las cejas muy juntas, toma distraído una piedrecita y la arroja al fondo del cañón. Se mantiene pensativo viendo el desfiladero, y dice:

—Mira esa piedra cómo ya no se para…”

Los de abajo es un texto cargado de sinceridad, adornado con la natural poesía que todo escritor tiene en la pluma para encadenar ideas, haciendo que frases como: la oscuridad impenetrable de la noche, salgan sobrando para mirar las acciones una a otra, y esas pequeñas carencias se suplen con el argumento, ya que como decía un maestro: la novela aguanta todo.

Ha sido vista, además, como un documental de la Revolución Mexicana de 1910, al menos de una pequeña parte de un conflicto armado donde al final, las traiciones de los grupos políticos, las mentiras y artimañas comenzaban a sembrar sus parabienes.

¿Qué nos deja leer en la actualidad Los de abajo?, primero habría que señalar que sigue siendo una narración fresca la que el autor utiliza al estimular las acciones: El hombre, sin alterarse, acabó de comer; se acercó a un cántaro y, levantándolo a dos manos, bebió agua a borbotones. Luego se puso en pie.

En este 2010 uno puede replantearse en la lectura de Los de abajo, imágenes agotadas ya por los filmes mexicanos de la revolución, los documentales históricos, que cada septiembre y noviembre venimos celebrando desde hace ya 100 años. Pero la obra de Azuela no queda fundida en la descripción de una historia más sobre “los alzados”. Toda ella es una gran metáfora sobre el México que le tocó vivir, y que con gran visión analiza el futuro del conflicto armado, que hoy se nos presenta como el mismo conflicto de siempre, y que nos hace cantar en son de crítica política: songo le dio a morondongo, morondongo le dio a bernabé… ya que todo mundo en la política como en la vida, se traiciona, se aplaude, se pisa, se hace a un lado, para repartirse el pastel; al final el gran ganador para este 2010 es una Partidocracia anquilosada que agita su cola para golpear y destruir esos monumentos revolucionarios, como “tumbas blancas y vacías”, hasta hacerlos caer. Esa doble moral cultural que los hace, por un lado festejar bicentenarios y centenarios, y por otro desaparecer las instituciones que nacieron con la revolución.

Así, es espantoso mirar como poco a poco la Partidocracia va finiquitando cada uno de aquellos logros por el que murieron millones de personas en el país, durante el conflicto armado. Esas personas que murieron junto con los ideales:

“—Mira esa piedra cómo ya no se para…”

Mariano Azuela

Azuela logra retratar al mexicano puro, con todas sus bajezas, con todas sus indiadas, con toda su mala leche y uno se ríe al encontrar a los compañeros propios retratados en la novela; para luego mirar en silencio y a solas, y reconocerse ahí mismo, metidito hasta los huesos, bien dibujadito que acaba uno. Porque la historia es cíclica y el hombre tan simple, y se repite y se repite, y el jodido más jodido, y el fregón, cada día más bravo.

Uno puede mirar a la distancia las obras de los escritores clásicos mexicanos, como Mariano Azuela, y reconocer la enorme distancia cultural e intelectual que existe entre aquellos escritores y los escritores jóvenes que nos toca conocer en los encuentros de escritores que se hacen por todo México, uno puede vivir sin esas nuevas novelas que sobre la revolución e independencia se han escrito con el presupuesto del Bicentenario y Centenario, pero nos sigue pareciendo como obras que todo lector debería atesorar novelas como esta de que hablamos hoy de Azuela, o leer El Diablo en México de Juan Díaz Covarrubias, o El Rey Viejo de Fernando Benítez. Justo es reconocer que la cultura literaria en México ha sufrido, más que un estancamiento, un retroceso dramático que tiene que ver con la mala educación pública y privada, el difícil acceso a muchos libros por la crisis económica en que se encuentra la mayoría de los lectores mexicanos: siempre será mejor comer un taco y llenar la panza que comprarse un libro. Pero además este retroceso cultural de los escritores tiene que ver con la falta de humildad. Cualquier chamaco tiene una oportunidad en algún proyecto editorial naciente y siente que puede despreciar a escritores mexicanos clásicos como José Joaquín Fernández de Lizardi, Federico Gamboa, Alfonso Reyes, Heriberto Frías. No tienen los tamaños que un Mariano Azuela quien dice en el tomo III de sus Obras Completas: “Como lector tengo la manga ancha: dos veces he leído la obra completa de Marcel Proust y hace treinta años que no puedo acabar el Ulises de James Joyce.” En cambio ¿qué han leído algunos de los que hoy publican sus novelas, sus poemas, sus cuentos ya en editoriales o en las revistas que circulan en México? He escuchado de parte de algunos jóvenes: “Yo solo leo escritores que siguen vivos”, lo cual es una lástima ya que se perderán no solo a los clásicos mexicanos sino a los universales.

En otra parte del mismo tomo III, Mariano Azuela aclara: “Mi amigo don Manuel Pedro González, distinguido crítico cubano, me dijo un día, un tanto alarmado, que un conocido hombre de letras de México, al corriente del movimiento literario contemporáneo, le había declarado no haber leído Los de abajo. Con sano corazón y sin ánimo de hacer frases, le respondí al momento: ‘Si yo no la hubiera escrito tampoco la habría leído’”. Ante todo a los escritores mexicanos del 2010 les hace falta, entre otras cosas, Humildad.

¿Qué celebraremos este 2010?, no queda mas que pensar en que tenemos que celebrar la palabra, el pensamiento abierto que se nos va lanzando dentro de la literatura, y que en muchas ocasiones, por desidia, supongo, dejamos empolvar en los libreros. Ya que esta novela, como muchas otras del mismo género, ha retratado un determinado tiempo en la historia mexicana, tan universal; y nos permite mirar desde la lejanía las formas sociales que debemos reconocer para trazar nuestro futuro.

Al final, como Desiderio Macías, somos hombres que con los ojos fijos seguimos apuntando: ¿hacia dónde?

 

 

LUIS BENÍTEZ: “EN LETRAS ES LA HORA DE AMÉRICA LATINA”

(Reportaje a Luis Benítez)

Elizabeth Auster © y Juan Sebastián Rodríguez ©

 

La editorial Pro Latina Press [1], de Nueva York, acaba de inaugurar su colección Gala de Poesía, dedicada a difundir en nuestra lengua la obra de los más destacados poetas latinoamericanos, con la edición de La vida entera. Una antología [2], del poeta argentino Luis Benítez [3]. El autor nacido en Buenos Aires en 1956, una de las voces de la poesía argentina actual de mayor reconocimiento internacional, brinda precisiones al respecto.

 

• Pro Latina Press, la casa editorial neoyorquina fundada y dirigida por la profesora, poeta y traductora María Amelia Martin, distribuyó en febrero último en librerías estadounidenses, tiendas virtuales y por Amazon su antología poética publicada en español. ¿Qué le ha impulsado a hacerlo en un país donde la lengua mayoritaria es el inglés?

Luis Benítez

Pues hay varias razones, y muy valederas. Nuestro idioma ha alcanzado una difusión en los Estados Unidos, y en otros países, mucho mayor que en décadas ya pasadas. De hecho, el castellano es la segunda lengua más hablada en los Estados Unidos y existe probadamente un mercado editorial consistente para obras literarias editadas en su idioma original, el nuestro. La inteligente decisión de Pro Latina Press no solamente reivindica la presencia de la lengua de Cervantes, Rubén Darío y Pablo Neruda en la vida diaria de millones de estadounidenses, sino que además valoriza y toma en cuenta a los lectores hispanoparlantes y bilingües de América del Norte, que prefieren leer nuestras creaciones en el idioma natal de los autores. En ese sentido, cabe advertir que la enorme infraestructura académica de los Estados Unidos, con sus cientos de universidades, tanto públicas como privadas, presentes en los cincuenta estados de la Unión, cuenta con sendas bibliotecas y departamentos de Español y Portugués, donde se albergan obras de consulta y se difunde activamente el bilingüismo. Pero no creamos que la dinámica difusión de nuestro idioma se reduce exclusivamente a esa área de Norteamérica; también en otros países tan distantes como el Reino Unido y China, solo por citar dos ejemplos en el marco internacional, la difusión de nuestras letras latinoamericanas en su versión original tiene sus puntos de referencia. En octubre próximo se celebrará la quinta edición de la London Spanish Book & Zine Fair, una feria del libro en español que ya cuenta con auspiciantes, amplia exhibición de obras, recitales, charlas y conferencias acerca de las letras latinoamericanas, amén de un nutrido público local y visitante que no hace más que crecer año tras año. En China, con sus cientos de millones de lectores potenciales, también crece más y más el interés por nuestro idioma, gracias a los cursos de español que brindan sus universidades y el trabajo sostenido del Instituto Cervantes. Un dato no solo de color, sino de peso muy específico, es que en el gran país asiático existe, desde 2012, Mil Gotas, una librería, agencia literaria y editorial dedicada exclusivamente a la difusión de obras en castellano, predominantemente de origen latinoamericano, con sedes en Beijing, Shanghái y Chongqing, que surte de material de lectura a los locales que ya hablan o están estudiando nuestra lengua. Estas pocas referencias concretas que señalo hablan a las claras de cómo el castellano y, por ende, nuestras letras están circulando por el mundo, y cabe deducir que el fenómeno no hará otra cosa más que seguir extendiéndose. Ello confirma el acierto de Pro Latina Press en cuanto a publicar en castellano desde los Estados Unidos para el mundo, ya que, como bien señalaron antes ustedes, no solo distribuye en la Unión, sino a través de las numerosas tiendas virtuales y Amazon, que son vidrieras internacionales.

 

• En contraposición, un estudio realizado por una institución de su país, la Argentina, me refiero a la Fundación Teoría y Práctica de las Artes (TyPA) [4], señala en un párrafo de su página 24, textualmente, que, “en líneas generales, el porcentaje de libros traducidos desde cualquier otra lengua al inglés en Gran Bretaña y los Estados Unidos apenas roza el 3% de la producción total”. Cabe preguntarse cuánto de ese exiguo porcentaje corresponde a libros de poesía, que, como bien sabemos, es el género que menor cantidad de títulos acumula en los catálogos de los grandes grupos editoriales internacionales.

Sin restarle importancia a lo citado, señalo que ese estudio fue publicado hace casi ya una década y que, por otra parte, examina la realidad editorial del período comprendido entre 2008-2012. Ignoro si ese porcentaje, referido a la traducción a la lengua inglesa de obras extranjeras —incluyendo entre todas ellas las escritas en nuestro idioma—, ha variado desde entonces, mermando o incrementándose. Coincido con ustedes en que la poesía, además, tiene un reducido espacio en los catálogos editoriales de los grandes grupos internacionales, pero subrayo que esa falencia viene a suplirla la presencia simultánea en el mercado de cientos de sellos independientes —esto, en cada país, y es bien notorio— que distribuyen, ellos sí, los títulos que los grandes consocios editoriales dejan de lado, en cuanto a narrativa, ensayo y también poesía, tanto en valerosas traducciones a la lengua local como en castellano. Y ese sí, me consta, es un fenómeno que va en aumento.

 

• Sobre ese particular, la revista Ala de Cuervo-Vocablos [5], de Caracas, Venezuela, publicó recientemente una crítica de La vida entera. Una antología, donde la articulista aventura la posibilidad, cercana o más remota, de un “boom de la poesía latinoamericana”, dada la cantidad de poetas de nuestra región que, bien en traducción o directamente en su lengua natal, como lo hace Pro Latina Press en Estados Unidos., son publicados en diversos países, usted incluido. Por otra parte, es bien conocido que títulos suyos, además de ser publicados en Argentina, Chile, España, México, Venezuela y Uruguay, fueron traducidos y editados en Estados Unidos, Francia, Italia, el Reino Unido, Rumania y Suecia. ¿Coincide usted con esa posibilidad?

Pongamos las cosas en claro. Confirmo desde mi punto de vista que la poesía latinoamericana en el mundo alcanza en la actualidad una difusión y presencia que desconocía en décadas anteriores, sea en traducción o bien en nuestro idioma. Y ello, sobre la base de mi propia experiencia, no solo por ese boom que mencionan, sino por el hecho puntual de que, cuando yo vivía en Manhattan, a comienzos de los 90, en todo el estado de Nueva York solamente tres librerías aceptaban recibirnos poemarios en español. ¡Solamente tres en todo el estado! Hoy eso ha cambiado y mucho. Pruebas al canto, que Pro Latina Press distribuye La vida entera. Una antología, que es el primer título de los que se agregarán a su colección Gala de Poesía, dedicada al género latinoamericano, en múltiples librerías de los EE.UU., algo imposible de concretar hace más de tres décadas. Y es verdad que son muchos otros los poetas de nuestro subcontinente cuyos títulos están presentes en el resto de América y Europa. Sin duda –y la misma articulista mencionada lo refiere–, es muy temprano todavía para hablar de un “boom de la poesía latinoamericana”, al menos a la escala del que tuvo la narrativa de igual procedencia en los 60 y 70. Sí, desde luego, es más que deseable que un fenómeno como ese se haga realidad para el género local en un futuro cercano o mediato. Más allá de los vaticinios posibles, me interesa más comprender por qué razones la poesía latinoamericana se abrió tanto campo de proyección internacional en los últimos tiempos –sin duda, no aún en la proporción que ya tiene la narrativa de igual procedencia– y las hallo en factores concretos. Los poetas latinoamericanos hemos recibido y reelaborado, sintetizado, las más diversas influencias culturales, tanto las vernáculas como las provenientes del espectro anglosajón y el europeo, hasta condensarlas en una fórmula nueva, original y multifacética, de una riqueza expresiva francamente renovadora y que, a la larga o a la corta, terminará por marcar definitivamente su lugar y territorio cultural indeleble, dada su capacidad de innovación y transformación del canon internacional en cuanto al género. En letras, es la hora de América Latina, tanto en narrativa como en poesía, y, como sucede con todo fenómeno cultural, intentar retrasar el reloj o adelantarlo es un acto condenado al campo de lo fallido. De hecho, en el terreno de la narrativa, y por citar solo a autoras y autores de mi país, ya están muy presentes en el escaparate mundial nombres y obras como los de Eugenia Almeida, Andrés Neuman, Laura Alcoba, Eduardo Berti, Gabriela Cabezón Cámara, Camila Sosa Villada, Samanta Schweblin, Mariana Enríquez, Jorge Consiglio, Fernanda García Lao, Federico Falco, Ariana Harwicz… entre tantos otros y otras. La lista es mucho más extensa y, a nivel de otros países latinoamericanos, mucho mayor todavía.

 

• Tomamos esta mención de otros países latinoamericanos para repreguntar. ¿Qué sucede en/con ellos respecto de este fenómeno editorial? ¿Hay mayor presencia de unos que de otros en los grandes mercados? ¿Se observa la tradicional división centro/periferia también en esta vertiente?

Por supuesto que en lo que hace al punto de referencia, la difusión internacional de autoras y autores provenientes de los distintos países que componen nuestra Latinoamérica, la realidad es diferente en mayor o menor medida según de qué país estemos hablando. Esto obedece a variadas razones: entre ellas, el apoyo oficial o privado que reciba la difusión de los escritores nacionales en el exterior, las preferencias de las editoriales extranjeras por determinados estilos y temáticas, entre otras, siempre en el marco de la crisis económica mundial predominante en nuestro tiempo, que afecta por igual a lectores, autores y editores. Pero desde el punto de vista general, el conjunto de autoras y autores latinoamericanos cuyas obras se difunden en el exterior es mucho mayor que en las décadas anteriores y nada hace pensar que, pese a las dificultades propias de cada caso particular, ese porcentaje del conjunto vaya a mermar, sino todo lo contrario. En cuanto a la división centro/periferia, creo que es más problemática a escala interna de cada país que a nivel internacional. A una editorial foránea no le importa si la autora o el autor proviene de las grandes ciudades o del interior de su país; sus pautas de evaluación acerca de la conveniencia de publicar sus obras son otras. Sin embargo, a escala de la nación de origen de la escritora o el escritor de quien se trate, si funciona la conocida división entre centro y periferia: todavía una autora o un autor oriundo de la ciudad capital tendrá ventajas respecto de su colega connacional procedente de otra área, porque lo más probable es que sus obras sean previamente más conocidas en el exterior que las del autor del interior, lo que va a influir en la decisión editorial extranjera por un tema de conveniencia comercial y de prestigio. Arriesgarse a editar a un escritor desconocido en el área de distribución que abarca la casa editora foránea -inclusive cuando distribuye también en el país de origen del autor- es un riesgo que esta va a considerar muy seriamente. Es un problema que va resolviéndose muy lentamente, pero la tendencia va por ese camino: cada vez más autoras y autores no oriundos de nuestras grandes ciudades van siendo difundidos en el exterior, para mayor beneficio de ellos y de sus potenciales lectores extranjeros. No olvidemos que, por una simple razón aritmética, son muchos más los autores y autoras que escriben y desarrollan sus búsquedas estéticas en las provincias y los estados interiores que aquellos que lo hacen en las urbes principales.

 

• La poesía argentina de las últimas décadas ha pasado, inevitablemente, por las circunstancias que atraviesan el país. Así como la manipulación del precio del papel hizo por momentos casi imposible la impresión de nuevos títulos en el formato tradicional, también existe el Programa Sur, que facilita la traducción a otros idiomas (y, por consiguiente, la llegada a otros mercados), o la realización desde 2021 de festivales de poesía de tono federal, organizados por el Estado. ¿Qué opina de estos últimos festivales? ¿Qué importancia da a la existencia de políticas públicas destinadas a la difusión de poesía?

Nuestro país, como tantos otros de la región, sufre periódicamente crisis de orden político, social y económico que afectan a toda la comunidad, también en lo que hace a la cultura propia y su difusión externa. Las medidas oficiales -que difieren según la gestión gubernamental de turno- de acuerdo a su signo influyen positiva o negativamente en este último aspecto. En tal sentido el Programa Sur de Apoyo a las Traducciones, que subsidia la traducción y publicación de obras argentinas en el exterior, instrumentado desde 2009 por el Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto de la República Argentina, ha subvencionado hasta la fecha casi 1.500 títulos traducidos a 49 idiomas y publicados en una cincuentena de países, llevando nuestra cultura a los cuatro puntos cardinales. Debo señalar que, en mi caso particular, varios de los títulos que llevo publicados fuera de mi país -como les sucedió a tantos otros colegas- fueron factibles gracias al Programa Sur. Y un dato más, no menos relevante: el Programa Sur posee un efecto sinérgico. Hace muchos años un editor italiano al que le había propuesto que me publicara bajo su sello me confió: “publique usted primero en los Estados Unidos o aquí en Europa, que luego otros nos vamos a interesar en hacer lo mismo”. Me traducen y publican gracias al Programa Sur y después recibo ofertas de una editora de los Estados Unidos y de otra de Inglaterra para publicarme por las suyas, sin el subsidio nacional. Lo mismo hicieron más tarde editores de Rumania y un grupo editor de París, entre otros. Mi caso no fue el único, desde luego, y creo que la anécdota bien vale para comprender la importancia que tiene la gestión estatal para el escritor argentino en relación a su proyección internacional. Ahora que, a escala interna, el apoyo gubernamental a la realización de festivales culturales con un claro criterio federal también es un factor fundamental e imprescindible. Es inaudito que en Buenos Aires no conozcamos detalladamente toda la enorme producción literaria de las 23 provincias argentinas, insisto en el aspecto de que es la mayoritaria, de alta calidad y diversidad: ¿cómo podemos comparar lo que hacemos en Buenos Aires, una ciudad de solo 3 millones de habitantes, con todo lo que culturalmente hacen los otros 44 millones de argentinos que pueblan nuestra nación? ¡Es cosa de no creer! Pocos fenómenos enriquecen más que el intercambio cultural, tanto de índole externa como interna. No se trata de una mera necesidad: es algo crucial, indispensable. En tal sentido, la implementación urgente de más y más medidas oficiales y también privadas, ¿por qué no?, tendientes de concretar en mayor número y con multiplicada asiduidad festivales, encuentros, ferias del libro, recitales y lecturas públicas bajo un criterio federal prioritario y permanente, será “para bien de todos y para mal de ninguno”, como dice el Martín Fierro.

 

• En ese contexto, ¿qué puede/debe hacer el autor o autora que aún no ha publicado? ¿Cómo se inserta en el circuito de la poesía? ¿Sobreviven las vías tradicionales o es mejor una apuesta por las nuevas redes y la autogestión?

Primeramente debe informarse de modo permanente, estar siempre actualizado acerca de todas las posibilidades que le brinda lo que ya está en curso y aprovechar esas probabilidades de difundir su obra. La tecnología con la que no contábamos todavía los que comenzamos a publicar en la pasada década de los ’80, es un excelente medio informativo acerca de festivales, concursos, encuentros, convocatorias de editoriales para publicación y otras oportunidades de hacer conocidos sus trabajos. Debe participar activamente en cuanto esté a su alcance para relacionarse con otros autores y actuar de manera conjunta, organizando con ellos actos culturales de todo tipo. Debe aprovechar la informática para publicar a escala nacional e internacional sus trabajos en los medios que reciben colaboraciones, que son muchísimos si nos tomamos el trabajo de buscarlos por la Internet. Tiene que suscribirse a los newsletters de editoriales y revistas nacionales y extranjeras, algo que es gratuito y que lo mantendrá al tanto de la oferta y demanda de obras aquí y en el exterior. Tanto la autogestión, las redes sociales, la creación de espacios de difusión cultural a escala local como las vías más tradicionales -como la presentación de sus obras a concursos, por ejemplo- no son solo aprovechables: resultan esenciales. Pero lo importante es que utilice todas y cada una de estas vías: las necesita todas.

 

• Yendo ahora de lleno a La vida entera, Una antología, en la prestigiosa revista madrileña Todo Literatura. República Ibérica de las Letras [6], el poeta y ensayista Alberto Boco reseña este lanzamiento de Pro Latina Press y expone los sucesivos cambios de registro, tonos, contenidos y procedimientos discursivos que ha tenido su poética a través de los 11 poemarios que integran esta selección de su obra. ¿A qué se deben estas diferencias notables en los 42 años de trayectoria que usted acredita en el género, desde su primer poemario publicado en la Argentina en 1980?

Yo entiendo que un estilo poético no puede ser algo cristalizado, encerrado dentro de sus propios límites preestablecidos, por más confortables que, equivocadamente, estos puedan resultar para el autor. Por el contrario, puede y debe ser algo dinámico, cambiante, en continua transformación, ganando continuamente otros campos y territorios para una misma poética. Así, si un lector de mis obras se interna en las páginas de los 11 poemarios cuya selección está incluida en La vida entera. Una antología, advertirá ese movimiento –para mi criterio, ascendente, aunque sin la falsa idea de que un poemario posee más valor que el anterior, sino que meramente son diferentes en forma y contenidos– dirigido al encuentro de una voz propia cada vez más afiatada y segura de sí misma, invariablemente exploradora de los límites del lenguaje, que son el campo de acción de la poesía. Ella nos acerca, o intenta hacerlo, a lo real inefable, una paradoja, pues sus herramientas son las palabras, aunque debemos resaltar que dispuestas en un orden y proclives a insinuaciones, alusiones y elusiones que no son las características del habla cotidiana. La poesía debe sorprender al lector siempre.

 

• El artículo del poeta y crítico Rubén Balseiro en la Revista Cinosargo [7], de México, parece sintetizar esta última declaración suya, cuando manifiesta: “Luis Benítez, después de más de 40 años enriqueciendo la poesía, no solo de nuestro país, sino de la lengua española, nos sigue sorprendiendo y deleitando con sus poemas, porque están más allá de la moda, más allá de lo circunstancial, tienen en sí toda la autenticidad de una verdadera obra artística”. En cuanto a Pro Latina Press, que inauguró con usted su colección Gala de Poesía, ¿sorprenderá a los lectores con nuevos títulos y otros autores latinoamericanos?

Cabalmente, ese es el criterio de este sello estadounidense y el de su editora, María Amelia Martin. Próximamente enriquecerá el fondo de la colección con más autores, destacados poetas de nuestra región que merecen ser más y mejor conocidos en el norte. Personalmente, más allá de la lógica satisfacción y gratitud que me generó que La vida entera. Una antología, fuera el primer título publicado de Gala de Poesía, espero que el ejemplo de Pro Latina Press anime a otros editores, de otras latitudes, a apostar ellos también por la poesía latinoamericana.

 

REFERENCIAS

[1] Website: https://www.prolatinapress.com/ - Facebook: https://www.facebook.com/ProLatinaPress/ - Instagram: https://www.instagram.com/prolatinapress/

[2] La vida entera. Una antología, Pro Latina Press, Colección Gala de Poesía, Nueva York, EE.UU., 10 de febrero de 2023, ISBN 979-8-218-15081-5, 156 pp.

[3] El poeta, narrador y ensayista literario Luis Benítez nació en Buenos Aires el 10 de noviembre de 1956. Ha recibido numerosos premios nacionales e internacionales por su obra literaria. Sus 42 libros de poesía, ensayo y narrativa han sido publicados en Argentina, Chile, España, Estados Unidos, Francia, Inglaterra, Italia, México, Rumania, Suecia, Venezuela y Uruguay. Es una de las voces de la poesía argentina actual de mayor reconocimiento internacional.

[4] Interpretar silencios: la extraducción en la Argentina: 2008-2012. Investigación e informe: Valeria Añón, Fundación TyPA, ISBN ISBN 978-987-33-3869-4, 114 pp., Buenos Aires, 2014. Ver: https://www.typa.org.ar/img/la_extraduccion_en_la_argentina_6ta.pdf

[5] “La vida entera. Una antología”, del argentino Luis Benítez o la internacional poética latinoamericana. Reseña de Matilde Durán Restrepo, publicada en Ala de Cuervo-Vocablos, Caracas, Venezuela, el 17 de febrero de 2023. Ver: http://aladecuervo-vocablos.blogspot.com/2023/02/la-vida-entera-una-antologia-del.html

[6] Un recorrido por “La Vida Entera. Una antología”, de Luis Benítez. Artículo de Alberto Boco, Todo Literatura. República Ibérica de las Letras, publicado el viernes 24 de febrero de 2023. Ver: https://www.todoliteratura.es/noticia/57571/poesia/un-recorrido-por-la-vida-entera.-una-antologia-de-luis-benitez.html

[7] Luis Benítez: más de 40 años enriqueciendo la poesía en lengua española. Reseña de Rubén Balseiro, Revista Cinosargo, México/Bélgica, publicada el 22 de febrero de 2023. Ver: https://www.cinos

 

 

Nuevos colaboradores

 

LEANDRO FRANCISCO

Periodista, actor y docente argentino (Escobar, Buenos Aires, Argentina, 1992). Es técnico superior en Comunicación Social para el Desarrollo, egresado del Instituto Superior de Formación Docente y Técnica Nº 15 de la ciudad bonaerense de Campana. Trabajó como periodista en el medio digital «Qué Pasa Web» y actualmente se desempeña en «El Día de Escobar».

Como actor, formó parte del primer elenco estable del teatro Seminari, en el partido de Escobar, con la obra “Pizarnik en el Club de la Serpiente”, bajo dirección de Osvaldo Laport y dramaturgia de Francisco Scarponi. Actualmente participa de la obra “Una Mujer Inquietante”, de María Rosa Pfeiffer, con la dirección de Graziella Sureda. Como docente dicta la materia Comunicación, Cultura y Sociedad para quinto año de secundaria.

leandro.dfrancisco@gmail.com

 

 

JESÚS QUINTANILLA OSORIO

Originario de San Cristóbal de las Casas (Chiapas), México, es un escritor profesional, autor de numerosos libros, entre los cuales se encuentran disponibles en la red, Humanos sintéticos, La educación como modelo liberador, Mujeres disolutas en la literatura, entre otros. Ha obtenido numerosos premios, entre los que destacan, Premio Internacional Ensayo Periodismo, en Limaclara, Argentina, (2012); mención honorífica internacional de la Revista Katharsis en 2008, segundo lugar nacional de escritores de teatro para adolescentes en Puebla, México (1993).

Ha publicado en las revistas The Upper Room de Nashville (Tennessee, Estados Unidos, editada en 40 idiomas), Prisma (México, 2016), Ecos Cotidianos (México, DF), Migraciones Forzadas (España, Inglaterra, editada en cuatro idiomas), entre otras. Reside en Chetumal (Quintana Roo), México.

El Suplemento Nº 91 de Realidades y Ficciones ha publicado algunas de sus obras: https://colaboraciones-literatura-y-algo-mas.blogspot.com/2021/09/

chusino66@hotmail.com

 

 

ELIZABETH AUSTER

Escritora, redactora, correctora, desarrolladora de contenidos y periodista nacida en Buenos Aires. Obras publicadas: Luis Benítez. Poemas Reunidos (antología en e-book, introducción, selección y notas de Elizabeth Auster), Ed. La Sombra del Membrillo, Madrid, España, 2006. Luis Benítez: Breve Antología Poética. 1ra. edición argentina (selección y prólogo de Elizabeth Auster), Ed. Juglaría, Rosario, provincia de Santa Fe, Argentina, 2008. 1ra. edición inglesa. Luis Benítez: A short poetic anthology (traducción al inglés por Beatriz Allocati). Ed. The Littoral Press, Suffolk, Inglaterra, 2013. 1ra. edición francesa. Luis Benítez: Breve Anthologie Poétique (traducción al francés de Jean Dif), Éditions La Résonance, Pau, Francia, 2014. 1ra. edición española en e-book, Biblioteca de Libros de Poesía, Ed. Itakkus, Jaén, España, 2008. Participó en la antología Silenciadxs pero no silenciosxs, editada por Fanzinera del Sur, Mendoza, Argentina, 2019. Autora del poemario Definiciones, de próxima aparición.

 

 

JUAN SEBASTIÁN RODRÍGUEZ

Escritor, redactor y desarrollador de contenidos nacido en Mendoza. Profesor de lengua y literatura. Director de El Arte de Leer ediciones. Director y editor de Tinta y Grafito: revista de divulgación literaria y artística. Miembro fundador del Círculo de Escritura y Lectura Creativas “Del Bicentenario”. Organizador del festival “Encuentros” realizado en diciembre de 2019 en Casa Serú Atelier Colectivo. Escritor y productor de la obra de teatro leído “Encuentro + tango”. Colaborador en el fanzine interactivo “Nidos de Papel”. Productor y director de “Cuarentenearte”, evento cultural de escritura, lectura y música.

 

 

 

REALIDADES Y FICCIONES

—Revista Literaria—

Nº 54 – Junio de 2023 – Año XIV

ISSN 2250-4281 – Edición trimestral

EX-2022-110593089- -APN-DNDA#MJ del 18/10/2022, incorporado a RL-2018-52429319-APN-DNDA#MJ, Dirección Nacional del Derecho de Autor / República Argentina.

Propietario y director: Héctor Zabala
Av. Del Libertador 6039 (C1428ARD)
Ciudad de Buenos Aires, Argentina
zab_he@hotmail.com
http://hector-zabala.blogspot.com/
Currículo en revista Realidades y Ficciones Nº 40:
https://revista-realidades-y-ficciones.blogspot.com/2019/12/realidades-y-ficciones-revista.html
 

Colaboradores

Corrección general:
Noelia Natalia Barchuk Löwer
Resistencia (Chaco), Argentina
alfana79@hotmail.com
http://noelia-barchuk-literatura.blogspot.com.ar/
Currículo en Suplemento de Realidades y Ficciones Nº 88:
https://colaboraciones-literatura-y-algo-mas.blogspot.com/2020/12/suplemento-derealidades-y-ficciones-n.html



Ilustración de carátula y emblema:
Mónica Villarreal
Scottsdale (Arizona), Estados Unidos
Monterrey (Nuevo León), México
monvillarreal@hotmail.com
@mon_villarreal
https://www.facebook.com/monvillarreal22
Currículo en revista Realidades y Ficciones Nº 17:
http://revista-realidades-y-ficciones.blogspot.com.ar/2014/06/
 


COLABORARON EN ESTE NÚMERO:


Héctor Zabala, Ciudad de Buenos Aires, Argentina

 

• Leandro Francisco, Belén de Escobar (Provincia de Buenos Aires), Argentina

https://revista-realidades-y-ficciones.blogspot.com/2023/06/blog-post.html

leandro.dfrancisco@gmail.com

 

• Anna Rossell, Barcelona (Cataluña), España

Currículo en Realidades y Ficciones – Revista Literaria Nº 11:

https://ca.wikipedia.org/wiki/Anna_Rossell_Ibern

https://www.annarossell.com/

https://es.wikipedia.org/wiki/Anna_Rossell_Ibern

https://twitter.com/Raboliut

https://www.facebook.com/annarossellliteratura

arossellib@gmail.com


• Jesús Quintanilla Osorio, Chetumal (Quintana Roo), México

Currículo en Realidades y Ficciones – Revista Literaria Nº 54:

https://revista-realidades-y-ficciones.blogspot.com/2023/06/blog-post.html

 

• Omar Roldán Rubio, Tulancingo (Hidalgo), México

Currículo en Realidades y Ficciones – Revista Literaria Nº 48:

https://revista-realidades-y-ficciones.blogspot.com/2021/12/realidades-y-ficciones-revista.html

 

• Adán Echeverría, Mérida (Yucatán), México

Currículo en Realidades y Ficciones – Revista Literaria Nº 26:

http://revista-realidades-y-ficciones.blogspot.com/2016/09/realidades-y-ficciones-revista.html

adanizante@yahoo.com.mx

 

Elizabeth Auster, Mendoza (Mza.), Argentina

Currículo en Realidades y Ficciones – Revista Literaria Nº 54:

https://revista-realidades-y-ficciones.blogspot.com/2023/06/blog-post.html

 

Juan Sebastián Rodríguez, Mendoza (Mza.), Argentina

Currículo en Realidades y Ficciones – Revista Literaria Nº 54:

https://revista-realidades-y-ficciones.blogspot.com/2023/06/blog-post.html

 

Noelia Natalia Barchuk, Resistencia (Chaco), Argentina

 

Mónica Villarreal, Scottsdale (Arizona), Estados Unidos – Monterrey (Nuevo León), México

 

El listado completo de colaboradores se encuentra a la derecha del blog bajo el acápite COLABORADORES de Revista REALIDADES Y FICCIONES. A la fecha comprenden 101 colaboradores desde la fundación de la revista.

 

REVISTA: https://revista-realidades-y-ficciones.blogspot.com/

 @RyFRevLiteraria

 

SUPLEMENTO: https://colaboraciones-literatura-y-algo-mas.blogspot.com/

 @RyF_Supl_Letras

 

Las opiniones vertidas en los artículos de esta publicación son de exclusiva responsabilidad del autor pertinente.

“Realidades y Ficciones”
Mónica Villarreal (2014)
acrílico y óleo sobre
papel-lienzo, 30 cm x 30 cm
 


 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 


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