martes, 1 de diciembre de 2020

REALIDADES Y FICCIONES

—Revista Literaria—

Nº 44 – Diciembre de 2020 – Año XI

ISSN 2250-4281 – Edición trimestral

Inscripción gratuita como LECTOR

si escribe a zab_he@hotmail.com

indicando nombre y apellido, ciudad y país

(se le avisará cada nuevo número trimestral).

“Monarca” 
Mónica Villarreal (2020)
(Acrílico sobre canvas 14" x 11")
Serie Mariposas
  

Sumario

• Poemario de Luis Benítez editado en Estados Unidos, con comentario de George Franklin.

• “El hidroeléctrico canto de las Sirenas” de Tajes Baddouh. (Arturo Desimone)

• El duelo necesario. “L’essència del nus (La esencia del nudo)” de Salvador Riera. (Anna Rossell)

• Desde el mar menor hacia la capital confinada: “MM2033. Casi una distopía” de Milagros López. (Josefina Tafalla Brotons)

• Novela “La Culpa” de Beatriz Berrocal” (Leonard Isaac Belacord)

• Por una semiosis poética. “El hacha de plata” de Miguel Veyrat. (Anna Rossell)

• “Un cruzamiento” de Franz Kafka. Cuento y análisis. (Héctor Zabala)

• Nuevos colaboradores de Realidades y Ficciones:

George Franklin, Miami, Estados Unidos

           Arturo Desimone, Aruba (Antillas Holandesas) - Argentina

           Josefina Tafalla Brotons, Murcia, España

           Leonard Isaac Belacord, León, España

 

 

POEMARIO DE LUIS BENÍTEZ *

EDITADO EN ESTADOS UNIDOS

(Edición bilingüe)


Katakana Editores (#katakanaeditores), sello con sede en Miami, Estados Unidos, en junio pasado ha colocado en librerías y a través de Amazon el título The afternoon of the elephant and other poems (https://www.amazon.es/AFTERNOON-ELEPHANT-OTHER-POEMS-poetry/dp/1734185023), colección poética del argentino Luis Benítez.

El volumen, cuyo título original en español es La tarde del elefante y otros poemas, fue traducido al inglés por Beatriz Allocati, con supervisión general del poeta estadounidense George Franklin. Es la primera edición en lengua inglesa de la obra, precedida por la venezolana, de 2006; la mexicana, de 2008; la italiana, de 2012, y la argentina, de 2014.

Luis Benítez
En la contracubierta del poemario señala George Franklin: “¡Qué suerte tenemos de poseer este volumen de poemas en inglés de Luis Benítez! Una figura importante en la literatura contemporánea en español, Benítez no solo crea poemas; él piensa en poesía. Los poemas de The Afternoon of the Elephant son una forma de reflexionar sobre el mundo físico y social al mismo tiempo que hacen que ese mundo sea real al tomar en cuenta animales, océanos, amigos y amantes, el tigre dientes de sable, la garza, el salmón, el trucha, la mofeta, incluso el elefante fugitivo que interrumpe nuestras conversaciones mundanas y come fruta de la mesa del café. The Afternoon of the Elephant destruye lo habitual y nos pide que consideremos la forma en que el pensamiento enriquece la experiencia y restaura nuestra conciencia de la amplitud del mundo fuera de nosotros. Benítez es una voz en estas páginas, una razón apasionada que rechaza la mezquindad que recorre nuestra vida cotidiana, que celebra lo que se pasa por alto”.

Un poema en castellano e inglés de este libro: 

 

Nacimiento del tango

La luna vertical que se lleva el alba

y que vio surgir y enajenar a tantas cosas,

el mar que se condensa en el Río de la Plata,

la calle que olvidaste nombrar cuando después,

a la música, agregaste las palabras,

te oyeron salir de la nada quizás en una flauta

que se detuvo asombrada, tal vez

en la melodía distraída de alguno.

¿De qué susurro y latido, de qué silbido sin rumbo,

de qué cadencia de pasos por qué calles apagadas

nació el tango, de qué silencio de hombres solos?

El negro bozal y el criollo amargo

que despedían su tiempo

y los rubios pobres que bajaron de los barcos

y el campo en la ciudad, con la ternura

y el dolor y la noche y el espanto

fueron tu cuna y tus primeros pasos.

Alguien oyó el destino de unos acordes

perdidos en los rumbos de otras armonías

y los reunió convertidos en la primera milonga.

Ella acunó, madonna maleva, en sus brazos

tu lágrima más joven, tango.

 

Birth of the tango

The vertical moon that takes dawn away

and that saw so many things arise and captivate,

the sea condensing in the River Plate,

the street you forgot to name when later,

you added words to the music,

heard you coming out of the blue maybe in a flute

that stopped in amazement, perhaps

in somebody’s absent-minded melody.

Of what whisper and beat, of what whistling

without direction,

of what cadence of steps along what spent streets

was tango born, of what silence of lonely men?

The black muzzle and the bitter Creole

that said good-bye to their time

and the poor fair-haired people getting off the ships

and the country in town, with the tenderness

and pain and night and awe

were your cradle and your first steps.

Someone heard the destination of a few chords

lost in the paths of other harmonies

and gathered them turned into the first milonga.

It lulled, wicked madonna, in its arms

your youngest tear, tango.

Born of woman, just like men.

 

* Luis Benítez (Buenos Aires, 1956) ha recibido diversos reconocimientos internacionales por su obra literaria. Sus 36 libros de poesía, ensayo y narrativa han sido publicados en Argentina, Chile, España, Estados Unidos, Francia, Inglaterra, Italia, México, Rumania, Suecia, Venezuela y Uruguay. Su biografía se encuentra en Suplemento de Realidades y Ficciones Nº 64: http://colaboraciones-literatura-y-algo-mas.blogspot.com.ar/2015/03/suplemento-64-realidades-y-ficciones-en.html    

Currículo de George Franklin en esta edición de Realidades y Ficciones – Revista Literaria, Nº 44: https://revista-realidades-y-ficciones.blogspot.com/2020/12/realidades-y-ficciones-revista.html

Email: franklin@gsfranklinlaw.com

  

 

EL HIDROELÉCTRICO CANTO DE LAS SIRENAS DE TAJES BADDOUH

Arturo Desimone ©

Juan Carlos Tajes Baddouh

Los confines del agua,

Estambul, Artshop, mayo 2020

(edición trilingüe)

 

Juan Carlos Tajes Baddouh: poeta, viajero, maestro del arte de crear máscaras (el artefacto crucial del teatro antiguo y de la poesía vivida), un tanguero —con todo lo que eso implica— de Uruguay, el conocimiento de los duros frutos del exilio político y del amor ambos a la vez le trajo a Ámsterdam, su hogar permanente desde entonces donde él mantiene su “forja”, su taller de forjar máscaras en lo que antes era el famoso barrio rojo, hoy el barrio chino de la ciudad portuaria cantada por Jacques Brel y por David Bowie.

Juan Carlos Tajes

Las vidas y los semimundos de Juan Carlos Tajes Baddouh parecen un cruce entre la estética y los alrededores descritos por ambos, Brel y Bowie, el bajo fondo, el glam, la austeridad, el burdel del tango y de la canción y lo pansexual de un fauno danzando con el hada madrina. Vino de Uruguay en los tenebrosos años ‘70 de la década anterior, preparado para inmigraciones por el ADN de sus ancestros: un egipcio judío sefardita que pasó tiempo en Marseille, donde quizá se cruzó con el padre de otro Juan Carlos, Gardel; dos abuelas fieras (una judía libanesa —antes famosa por su belleza e independencia— la otra una navarra católica) que sobrevivieron largos y tenebrosos viajes en fraguas famélicas con destinos portuarios perteneciendo al tal llamado nuevo mundo: Cuba y Argentina. Todo esto nada bajo la superficie de las hojas de Los Confines del Agua, su nuevo poemario. 

Todo esto no debería dar la impresión falsa de que Los Confines del Agua sea un libro de poemas confesionales o desinhibidos, todo lo contrario. El poeta uruguayo-holandés retrata su vida a través de una conversación con el mar en una retrospectiva calma que igual tiene algo, un átomo cantante que levanta su sombrero tanguero para saludar al divino Walt Whitman con su liberador “Song of Myself” (Canto a mí mismo). A pesar de ser uno más de los hijos salvajes de Whitman, los textos de Tajes Baddouh están vestidos con humoroso conocimiento de los límites de su propio ser, en lo que se distingue radicalmente de lo norteamericano.

Por ejemplo, uno podría detectar o interpretar en ciertos versos casi una sugerencia de una autocomparación al lobo marino.

Hubo una teoría que los navegantes y argonautas de nuestro pasado, hombres flotando por largos períodos en los desiertos marítimos, inventaron las sirenas porque vieron focas y lobos marinos que tenían algas pegadas a sus cabezas, parecidas a pelos largos femeninos en el mirar famélico de marineros mareados.

Juan Carlos a lo largo de décadas vividas en “le port d’Amsterdam” sigue sonando sudamericano desde sus honduras. La poesía previene el naufragio, porque reconoce y demarca los confines del agua. En esta serenata, rinde honor a sus fieras ancestrales y fuertes a quien debe por lo menos uno de sus apellidos: Tajes, que hace pensar en tahúr, y Baddouh, el más explícito que significa en árabe directamente la palabra de la que derivamos beduino

Como tanguero y beduino su poesía respeta la poesía, el viaje, el nomadismo, y los códigos de honor —hasta cuando rompen con la convención y los códigos conocidos—, la memoria y la felicidad. Las famosas palabras del cantante gaucho argentino Facundo Cabral pueden funcionar en el truco y pueden confirmar el código de Tajes Baddouh: No soy de aquí, ni soy de allá / No tengo edad, ni porvenir / Y ser feliz es mi único color de identidad.

Baddouh rehúsa de separar la vita activa de la vita contemplativa —eso lo hacen los intelectuales por convención. En cambio, su trabajo es una forma de evitar lo penosamente cerebral, y lo forzado —lo cual los poetas evitamos, siguiendo la luz del vino.

La conciencia política que él trae de su juventud latinoamericana la hace confrontar al mar Mediterráneo —el cual los romanos llamaron “Mare Nostrum” o “Mar Nuestro” en aquella manera tan posesiva. El Mediterráneo que antes era el lugar del heroísmo de Hércules y Eneas, hoy por hoy es el muestrario de toda falta de heroísmo en esta época, cuando las autoridades europeas sancionan el rescate de los exiliados de la Troya Siria del siglo XXI.

Los Confines del Agua prohíben el relativismo, a pesar de ser un canto libertino y poco melancólico, trae esa dura mirada ética, un puño de sal que pega fuerte. El destacado fabricante de máscaras endemoniadas, en un poema Tajes Baddouh habla de lavar su cara en el agua contaminada del Japón después del tifón arrasador.

Su ex vecino, el poeta argentino Santiago Sylvester, ha dicho que “los poetas tenemos que creer que Homero vivió” como un deber existencial que nos justifica. Uno de las raras evidencias que Homero sí era una persona, un autor con idiosincrasias, es el hecho que en toda la Odisea y toda la Ilíada uno no encuentra una sola vez la palabra griega para el color “azul” a pesar de tratarse de epopeyas marítimas. (Esta ausencia lo afirma el cronista de viaje y escritor nigeriano Teju Cole, en un ensayo reciente sobre Noruega, sin presentar una teoría de la enigmática ausencia del color del mar). Puede ser que al oído de Homero no le gustó el sonido de la palabra ‘’blé’’ (μπλε) o puede ser que buscaba la mayor cantidad de variaciones, la descripción más amplia posible de los rostros que puede tener el mar. En el poemario moderno o posmoderno y marítimo de Tajes Baddouh, él también busca señalar las distintas caras de los mares, deleitándose, haciéndonos pensar en poetas de la modernidad cubana más que en los poetas suicidas de su Uruguay natal, pero igual con una dignidad que señala al oleaje danzante de la línea nerudiana más que a la aleta del tiburón y la amargura de la línea de Vallejo.

En su contemplación de los ríos neoyorquinos, el Hudson y el East River, con sus “oropeles brillantes y fastidiosos” resuena la advertencia oracular de “El Norte es una Quimera” cantada por la diva venezolana Cecilia Todd, la gran intérprete de la poesía anónima de la llanura venezolana.

Los Confines del Agua nos habla de saltos de agua, y claramente, de los confines de la libertad.

Un breve panegírico y una meditación dando reconocimiento al elemento del agua.

¿Llegará Tajes-Baddouh a rendir breves homenajes a los otros elementos esenciales —cuatro, según la tradición occidental, y cinco según el sistema chino?

 

Currículo de Arturo Desimone en esta edición de Realidades y Ficciones – Revista Literaria, Nº 44:

https://revista-realidades-y-ficciones.blogspot.com/2020/12/realidades-y-ficciones-revista.html

Email: arturodesimone@gmail.com


 

EL DUELO NECESARIO

Anna Rossell ©

Salvador Riera

L’essència del nus (La esencia del nudo)

Quorum Libros, 2014, 79 páginas

 

Obligado por la enfermedad de parkinson a retirarse del ejercicio de su profesión de ingeniero, Salvador Riera, nacido en Terrassa en 1959 y radicado en Mataró, dedica desde el año 2010 una buena parte de su energía a sus pasiones: la poesía y la fotografía. Y nos regala una amplia muestra de ambas en este primer poemario en catalán, publicado en noviembre de 2014. L’essència del nus (La esencia del nudo) nos muestra la trayectoria de un alma duramente golpeada y dolorida por la insólita noticia de un diagnóstico inesperado y lacerante, que poco a poco se reencuentra a sí misma en la vida, renacida con renovada sensibilidad para afrontar su nueva realidad y abrirse con más fuerza al sufrimiento de otros, a la ternura y al amor.

Salvador Riera

Así abren este poemario poemas sobrecogedores donde se manifiesta la herida abierta y sangrante de quien se rebela encarnizadamente contra el huésped insólito, que deviene inclemente secuestrador de vida, de sueños y esperanzas. El sujeto poético, ahora rehén, se resiste denodadamente contra el mal que ha tomado posesión de él y lo ha secuestrado: “Y tú, / en medio de nadie, / codicioso de un cuerpo desnudo, / henchido de impotencia. // Y tú, sí Tú, ¿por qué me has secuestrado?” (Rehén). La idea del secuestro como metáfora del mal se extiende más allá de la enfermedad personal para denominar la malignidad en general y se hace patente en los títulos de la primera parte del poemario a través de diversas variantes del campo semántico del secuestro: Propietario, Hurto, Ladrón, Expolio, que se transmutan a continuación en las variaciones de sus consecuencias sobre aquél que lo sufre: Dolor, Culpa, Dependencia.

Y, casi de inmediato, la voz poética traspasa el umbral de la propia piel para hacer extensivo el daño y el dolor a todo el cuerpo social, manifestando sensible empatía hacia el sufrimiento de la gente sencilla, sometida al poderoso sin escrúpulos, capaz de chuparle al humilde hasta la última gota de sangre en beneficio propio. El poema Propietario presenta el cuadro sintomatológico de la economía neoliberal y de sus estragos en tiempos de crisis, que, sin mencionar su nombre, tiene en Grecia el ejemplo de su actualidad más flagrante: “Soy banquero y te chupo la sangre, / para mí eres poco más que un cuerpo extraño / que acabaré vomitando / cuando me importune. // Y no quiero sólo tu dinero. // Debes saber / que soy yo / quien te ha permitido ser quien eres, // y cada vez / te exigiré... // ...aún más...”. O bien cuando hace inventario de las manifestaciones diversas del poder corrupto, de sus sicarios y de su insaciable apetito: “La oligarquía / dibuja ríos de heces. / Buitres infectos.// Avaros afanes / encauzan la riqueza. / Chapucería.// Farsa inmunda / de omnipresente delirio. / Fausto boato” (Apoteosis). Una actuación perversa, que, en alianza con las nuevas tecnologías y el cebo seductor de una publicidad veneradora de lo material y vendedora de espejismos, el poeta califica de Cirrosis, por la capacidad destructiva que tiene del tejido social: “Tétricos dominios / de empresas mundiales. / Oligopolios. // Éxitos efímeros / donde pululan promesas. / Oscuro ciberespacio”. Y encontramos la fusión del mal personal y el social en muchos de los poemas que siguen, que analizan sus plurales manifestaciones: “Cuando el mal es perverso aguijonea alevoso, / saquea los corazones, envenena las almas, / desalienta la cordura, desprecia las palabras, / desmenuza los sentidos, degüella la alegría. // Cuando el mal es cercano [...] // Cuando el mal es sutil, [...] // Cuando el mal es injusto [...]”. Pero la voz poética termina con un gesto de resistencia y deja entrever la chispa de esperanza que se irá fortaleciendo, para convertirse en lucha declarada en un combate que apunta a la victoria a medida que va avanzando el poemario, pues concluye: “Cuando el mal es infinito, sólo le gana la vida” (Hurto). O alienta al otro a superar el sufrimiento y a transformarlo positivamente: “No bebas la sangre. // Bebe lágrimas de cielo / de este pozo gélido, / [...]” (Dolor).

Vislumbramos señales de transición desde la dolorida existencia del comienzo a la entrega a la confianza y a la ternura de una sensibilidad afilada y espoleada por el desorden en algunos poemas que siguen: “Enfrascados en un mundo de constantes olvidos, / como aquellos cangrejos perdidos en el infinito, / caminamos ora hacia atrás, ora hacia adelante, / sorteando escollos y arrecifes surgidos / de la nada.// Nada es más grande que el diminuto gesto / del instante donde no somos más que nada.// Nada es más sencillo que el beso de la nada” (Sencillez). O bien cuando la voz poética reconoce abiertamente que ha comenzado un proceso hacia un estado más sosegado y sereno, que ve luz más allá de la aflicción: “[...] // en afanosa busca del nexo de unión / entre el alma y el sentimiento / de luto.// Un lugar donde se cobija el verso, / el poema, el tiempo codiciado / del ser.// Donde la palabra siega el hilo / las penosas muletas del ayer, / [...]” (Cordura).

Los títulos de los poemas a continuación lo demuestran claramente: Claridad: “Camino de luz de alma herida. / Desnuda libertad de infiernos malditos”, Lucha: “Fatigadas las manos de tanto temblor. / El corazón, Sol naciente de lóbregas serpientes”, Esperanza: El destino está más allá / y debemos tener la esperanza / de conquistar el mañana, // donde todo ya no sea oscuro”, Deseo: “Se vislumbra luz al fondo de la hondonada, [...]”, donde se nos muestra el poder redentor de la palabra, de la poesía: “Arduo muro de mudas palabras, / alzado en silencio, / hoy por fin derribado / por un recio martillo / de palabras escritas” (Martillo de palabras).

En la última parte del poemario la voz poética parece haber logrado el equilibrio reencontrando la armonía perdida; se complace en la observación de la naturaleza en clave erótica: “Anhelante pino adolescente / alzado al alba, / fina corteza, tronco soberbio, / apuntan apenas sus brotes. // Húmedo césped, ardiente savia, [...] // Manantial de luz de sol naciente, / [...]” (Bosque virgen). El léxico se ha transfigurado para vestirse de positividad: “Lágrima de luz, claridad tenue / plateado destello, frágil viruta / de vírgenes cuerpos. [...]” (Lágrima de luz), y se aproxima al amor: “Y me acerco a ti, / no me atrevo a turbar tu sueño, / la cara delicada, / los ojos perlados, / las manos sedosas, / los húmedos labios / anhelando un beso, / el beso que vengo a besarte, / en silencio” (Besos de silencio), o bien este otro, en el que leemos el verso que da título a todo el poemario y establece su núcleo: “Nos queda lo más puro, / la esencia del nudo, / aquello que te arraiga a mí / y aquello que me arraiga a ti, // algo tan sencillo / como decirte que te amo” (Amor sencillo). Y se deja cautivar por la dulzura a la que lo impele el plácido recuerdo de un anciano, que, jugando con la homofonía de las palabras catalanas vell, vellesa (viejo, vejez) / bell, bellesa (bello, belleza), le sugiere belleza: “Sabia serenidad, rostro abatido, / cara surcada por los pliegues del adiós, / obstinación de un cuerpo que no se deja abatir, / manos de senectud marchitas. // [...] // Sufre heroico los quebrantos de la vejez, / era muy vital, ahora no puede. / El abuelo se ha hecho mayor. Tiene el corazón lleno de belleza” (Belleza).

Uno de los poemas de esta última parte impresiona especialmente por la fuerza del sentimiento que sabe transmitir con la genial sencillez de la mejor poesía: “Si me ves y ves que yo no veo, / mírame. // Si me ves y ves que yo no oigo, / háblame // Si me ves y ves que tartamudeo, / escúchame. // [...] // Y por encima de todo, / no dejes nunca de amarme (Si me ves).

Estilísticamente el poemario, de un léxico riquísimo, es un híbrido de varios registros, a caballo entre el poema rimado clásico y la modernidad del verso blanco y el verso libre. Escribe el prólogo el poeta Eduard Miró Saladrigas. La mayor parte de los poemas van precedidos por citas de poetas catalanes y acompañados, en buena comunión, de fotografías del propio Salvador Riera.

 

Currículo de Anna Rossell en Realidades y Ficciones – Revista Literaria Nº 11:

http://revista-realidades-y-ficciones.blogspot.com.ar/2012/12/blog-post.html

https://www.facebook.com/annarossellliteratura

http://annarossell.blogspot.com.es/

http://es.wikipedia.org/wiki/Anna_Rossell_Ibern

Email: arossellib@gmail.com

 

 

DESDE EL MAR MENOR HACIA LA CAPITAL CONFINADA

Josefina Tafalla Brotons ©

Milagros López

MM2033. Casi una distopía

Libro digital. Amazon, 2020

 

 

Milagros López
La novela de la escritora murciana Milagros López —MM2033. Casi una distopía— brota de las inundaciones que arruinan el litoral murciano en 2018. Imagina y sitúa en 2033, quince años después, el Mar Menor muerto; la subsistencia en la capital de la Región de Murcia desdibujada en sus contornos. Las situaciones climatológicas van a ser adversas y se ha instaurado un gobierno imperioso e inclemente. Vivificante resulta, en la portada de este libro analógico, la Torre de la Catedral, iluminada y agrietada en el cielo borrascoso y oscurecido, del pintor murciano Juan Tapia. La novela se consigue en Amazon.

Como en las novelas distópicas, la incomunicación de la sociedad moderna toma forma. El aislamiento, cumplimiento de las normas, alineamiento, regímenes despóticos, el territorio irreal, la amenaza que justifica el castigo o la muerte, son roles característicos y habituales en series y videojuegos actuales. Resuenan en MM2033: Un mundo feliz de Aldous Huxley; 1984 de George Orwell; y, en particular, Nosotros (1920), de Yevgueni Zamiatin, la primera de género distópico, donde el nosotros es unido al yo inseparable.

Resulta irónico que las reglas mejoradas por la autora para la sociedad casi anti utópica en 2033, puedan cotejarse con las medidas de aislamiento reales que vivimos por la pandemia de covid-19. Porque están organizadas en su argumento a partir del tejido pedagógico y didáctico; por tanto, no es ajeno al encasillamiento sociopolítico contemporáneo con el planteamiento a tratar de los temas significativos (cambio climático, medio ambiente, feminismo-antifeminismo, lenguaje inclusivo, el género, etc.). Se aglutinan al lenguaje medido de M. López con la crítica implícita de cara a la miseria de actitudes garantes y acuerdos que se necesitan en educación, coherentes e imparciales.

En 2018, Leda es profesora de inglés, tiene veintiséis años, casada con Jonás y madre de dos niñas: Marina y Beatriz, de cuatro y dos años. En 2033, está divorciada; es Formadora de Lenguas en la Zona Centro. Sus hijas ya no están con ella, conciernen al sistema, como todo joven, desde los trece años. Sin embargo, puede verlas un día al mes, dos horas. Acabado el verano, vuelve en su Volvo negro a su trabajo, distinguiendo, entre dos mares obstruidos, el manojo de edificios en abandono, demolidos. Baja el Puerto de la Cadena, hacia Gran Vía y cruza la plaza de la Red (la vieja plaza de Santo Domingo)... El Sistema despótico tiene su sede en la Catedral de Murcia, que también es Restaurante. Los cabecillas del Sistema, congregados y sentados en los sillones del Coro, son cultamente combinados: sociólogos, filólogos, científicos, matemáticos… El cortinaje publicitario, que irrumpe en los contextos distinguidos, persiste en el cercano futuro enérgico. Los distintivos colores propagandísticos, negro y amarillo, son representativos de un Ejecutivo implacable, designado los Cabezas. No hay noticieros ni informativos diferentes a Reginet. El astro candente es maligno en MM2033. Sus víctimas fallecen por insolación en una Región yerma, retirada del resto. Se ha desatado la cólera del mar Mediterráneo con su rugido siempre, porque la celular laguna del Mar Menor ha desaparecido en su seno. El grito extático trastorna el ambiente y enloquece a sus habitantes.

En la lucha de fuerzas cumplen las medidas adoptadas con rigor; véanse: La persona sale a la calle cubierta y discretamente protegida; predomina el tono gris o discreto porque hay restricciones, pero se puede conseguir algún primor de estraperlo, el Mercado Alternativo (las tostadas de pan y aceite que saborea Leda). Se mantiene un metro la distancia entre las personas en la jornada laboral porque, ante el riesgo de combustión, no se puede hablar, salvo de temas didácticos; se requiere mansedumbre ante los objetivos requeridos. No hay pausas; si se siente el vértigo o el desmayo, como en una serie de ciencia ficción, se incrustaría a los profesores en Población Prescindible. El examen es involuntario, las clases no son presenciales; no hay libros nuevos, las bibliotecas están obstruidas. La masa no mira a la cara. Los movimientos son maquinales. Se hace la compra a la hora establecida, solo un día. Se mueven en una sola dirección, con punteados pilotes y cintas negras y amarillas; también, con sus marcas en los productos suministrados. Ante los controles precisos, hay que ir provistos de acreditación, fotografía y huella dactilar. Hay que saber fingir por proteger la pertenencia al Sistema. No hay gentíos en la parada del bus, ni multitud en la calle; de noche que se ve hacer deporte solo, a las 22.00 horas. La sexualidad es admitida con el arquetipo, a elegir entre Celibato, Fidelidad o Apertura. En la última mencionada, se origina la relación entre Leda y la Operaria Mussa, ingeniera informática. En este armazón social se vislumbran: el Grupo de Objetores (es preciso callar bocas). El Grupo de Prescindibles, en Asylums (los padres de Leda) que no se pueden visitar. No existen incapacitados físicos ni mentales, se incluyen en Desaparecidos como los acosados objetores, exiliados o abandonados que, supuestamente, han escapado a los montes; aunque las esperanzas en los más jóvenes salen al encuentro. Son Inmesa Palus. Se instruyen en logística e ingresan en reservas de los fondos volcánicos de dos de las cinco islas del Mar Menor, en espera del momento S (ese de Sublevación). Así es como Milagros López revela la utopía o su sueño. La trama está concordada al proceso de crímenes, reivindicados por un grupo, El Destape; seguidos por Leda en las noticias insinúa la información veraz de la manipulación entre intereses partidistas y alternos. Entre los imputados, marineros acosados, pescadores, hortelanos con su apoyo impulsivo y pruebas escondidas.

El lenguaje es esmerado y sutil. M. López sabe penetrar en el detalle ocioso y semiconocido. Influye en su manera de tejer el tenue detalle en la narración, la narrativa de Juan Benet con la idea de Región y el contorno determinado real (Herrumbrosas lanzas). Y, reconoce el fundamento, en suspensión, que el escritor sitúa en la posguerra y la Guerra Civil; la basa de nuestra Historia contemporánea donde la imagen eficaz de M. López también procede como la creciente. Y, en esto gravita la crítica y la súplica de Milagros López, en que la labor en la educación no sea estéril, en que se estime ese aceite intergeneracional. Sirva de ejemplo un nimio detalle; El portero Felipe ha instruido a Leda en cómo esquivar los controles. En su congoja, la protagonista apresura el vehículo automático para sentirse libertada. Felipe vigila; viste un mono marrón; precinta bultos pesados que guarda en la piscina. Sin describir qué hace o quién manda, la literata sugiere que amontona víveres o suministros. La prosa sale grácil, sin engaños, abiertamente consoladora. No me pregunto en este instante si en 2033 seguirá este confinamiento. En mi sentir, Mar Menor 2033. Casi una utopía, nos dejará fríos.

 

Más sobre la trayectoria y obras literarias de Milagros López en Suplemento de Realidades y Ficciones Nº 71:

https://colaboraciones-literatura-y-algo-mas.blogspot.com/2016/12/suplementode-realidades-y-ficciones-n.html

 

Currículo de Josefina Tafalla Brotons en esta edición de Realidades y Ficciones – Revista Literaria, Nº 44:

https://revista-realidades-y-ficciones.blogspot.com/2020/12/realidades-y-ficciones-revista.html

Email: finatafalla@gmail.com

 

 

LA CULPA DE BEATRIZ BERROCAL

Leonard Isaac Belacord ©

La culpa (novela)

Editorial: Platero Coolbooks, 2019

ISBN 8412180216

 

Aunque no es la primera vez que Beatriz Berrocal escribe y publica para adultos, sí puede que estemos ante la más sólida de sus novelas.

La culpa representa la madurez literaria de su autora, su confirmación como narradora no solo para lectores infantiles y juveniles para los que tiene sobradamente reconocida su calidad literaria, sino también para lectores de más edad a los que se acerca a través de una prosa enriquecida con notable expresividad y talento.

A lo largo del extenso relato, Berrocal nos traslada a los años —no tan lejanos— en los que el mundo se vio inmerso en una de las crisis económicas que lo azotó con crudeza. La crisis de 2008, que se extendió hasta varios años después, tuvo importantes repercusiones sociales y laborales en la población mundial, si bien la novela transcurre en una localidad española cuyos dirigentes políticos forman parte de una trama de corrupción que se complica a medida que la novela avanza.

La caracterización de los numerosos personajes denota un detallado trabajo previo para la creación de los mismos, cada uno de ellos con sus aciertos y errores, con su lado visto y su cara oculta, lo que les hace tener una dimensión más humana, más cercana al lector.

La utilización del efecto Rashomon en la narración ofrece la visión de distintos personajes ante un mismo hecho. Lo que para unos supone la mentira, la traición o el desengaño, para otros significa únicamente una manera de sobrevivir, algo que si no hubiesen hecho ellos lo hubiesen hecho otros, ante lo cual, tienen el derecho de tomarse la justicia por su mano y erigirse como poseedores de la razón cuando, desde otro punto de vista, no son más que perdedores que no saben asumir su ocaso.

El sentimiento de culpa que da título a la novela, se manifiesta como algo que aparece a veces sin motivo pero que no hace acto de presencia cuando sería esperable. Quienes de verdad deberían sentirse culpables por su conducta, se libran del peso con tal de no asumir responsabilidad sobre lo hecho, mientras que el sentimiento anida en personas que no tienen por qué sufrirlo.

El otro pilar de la narración es la Filosofía, concebida como instrumento para enseñar a pensar, para que los seres humanos no cometan repetidamente los mismos errores y tropiecen una vez tras otra en la misma piedra que les conduzca a repetidas crisis con iguales consecuencias.

Merece la pena destacar la importancia de las relaciones personales en el texto. Las situaciones que se derivan de la crisis económica y social, así como las generadas por las actuaciones de los personajes, dan lugar a conflictos personales que sostienen la intriga hasta el final.

La ambientación de las cacerías en las que tienen lugar los encuentros entre políticos y otras personas influyentes de la clase alta, la investigación de la muerte de uno de los protagonistas, y la resolución final de todos los hilos abiertos hacen de esta novela un conglomerado genialmente organizado de temas en los que no falta tampoco una complicada historia en la que el amor trata de abrirse paso aunque el precio a pagar sea alto.

 

 

LA CULPA

(por su autora)

Beatriz Berrocal ©

Resulta complicado para la autora de un texto hacer una semblanza del mismo pero si en algo quiero llamar la atención es en el peso de algunos de sus personajes, entre los que me gustaría señalar el papel de las mujeres y especialmente de Helena pues ella representa la lucha interna entre la educación tradicional recibida y el despertar a la actualidad, al momento reivindicativo que vive la mujer del presente al que tiene que despertar o quedarse para siempre anclada en la vida acomodada que le había servido hasta el momento pero cuyas bases empiezan a resquebrajarse a sus pies.

Es difícil romper con lo aprendido hasta el momento cuando se llega a una edad en la que se empieza a pensar que es tarde para muchas cosas. Helena, sin saberlo, comienza a ser consciente de que su vida no tiene que seguir siendo la misma eternamente, y aprende que, a sus cincuenta años, no es demasiado tarde para casi nada, que es mejor abrir los ojos a una nueva realidad que perder la oportunidad de decidir sobre du vida definitivamente. Una vez claras las opciones que tiene frente a ella, ha de decidir si el precio que tiene que pagar es asumible, si las consecuencias que su decisión tendrá no solo en su vida, sino en la de las personas de su entorno, valen la pena o no.

Otro de los personajes que me gusta porque sé que hay muchas mujeres como ella en la realidad es Adriana, que representa el conformismo, la resignación, la mentira aceptada como medio de vida, como pena inevitable, como el tributo a pagar para una supuesta posición social que le compensa la miseria que siente interiormente.

Nuria, Marlen, y hasta la pequeña Raquel son otros personajes femeninos que guardan dentro la rabia, la calma o la resilencia para adaptarse a las situaciones más inesperadas y así poder sobrevivir.

A todas ellas les debo el descubrimiento de distintas mujeres que no tienen nombres ficticios sino reales, que viven o malviven creyendo que no pueden hacer ya nada para sentirse mejor y a las que desde las páginas de esta novela les quiero gritar que nunca es tarde, que merece la pena dar un paso adelante para encontrarse más a gusto consigo mismas.

 

 

BEATRIZ BERROCAL PÉREZ

Nacida en la provincia española de Zamora, aunque residente en León, esta escritora se formó como enfermera en la prestigiosa escuela universitaria Marqués de Valdecilla de Santander.

Sus primeros pasos profesionales en el mundo de la enfermería los dio ya en León, donde estableció su residencia formando allí su familia y compaginando su trabajo con la afición a la escritura, que poco a poco iría cobrando peso en su vida hasta hacerse ya imprescindible.

La primera publicación vino de mano de la editorial Everest, con Memorias de Tristán Saldaña, novela juvenil que sigue ganando lectores cada año contando ya con doce ediciones en la actualidad.

A ella seguirían otras novelas infantiles y juveniles: Muna, que relata la experiencia de los niños procedentes de campamentos saharauis que pasan un verano en diferentes localidades españolas; Tengo un dragón en la tipa, que aborda el miedo escénico en los niños; y Marioneta, de lectura imprescindible en incontables centros escolares ya que trata el tema del acoso escolar contado en primera persona, tratando de que el lector lo viva de una manera mucho más cercana.

Ha publicado también poesía infantil: La princesa que quería escribir, donde cuenta la historia de una princesa que no quiere esperar a que ningún príncipe azul la rescate de su castillo, sino que quiere valerse por sí misma haciendo lo que más le gusta: escribir.

También con poesía infantil obtiene en 2015 el Premio Luna de Aire, con el título: La revolución de las perdices, en el que combina los versos con el sentido del humor de forma que los niños y niñas se diviertan leyendo.

Para adultos ha publicado: Mujer tenías que ser, Cantando los cuarenta, In crescendo… y su celebrada Cosa mía, en la cual la violencia de género se describe como no se ha hecho hasta el momento, pues es el propio maltratador el que narra la novela, expresando sus sentimientos, sus motivos, sus miserables razonamientos para llevar a cabo unos hechos deleznables que conmueven al lector, que le guían poco a poco hasta encontrar a la verdadera protagonista de la novela, que surge entre las páginas del libro a través de sencillos poemas como cartas anónimas que quiere hacer llegar a quien las lea al otro lado de las páginas del libro.

Al norte del norte, El refugio de los versos, Buenos días señora Walker… son otros de los títulos con los que esta autora sigue contribuyendo al panorama literario internacional.

Ha participado en varias antologías tanto de relatos como de poesía infantil, y en la actualidad tiene pendiente la publicación de algunas otras, así como la de varios textos tanto para público juvenil como adulto o infantil.

 

Currículo de Leonardo Isaac Belacord en esta edición de Realidades y Ficciones – Revista Literaria, Nº 44:

https://revista-realidades-y-ficciones.blogspot.com/2020/12/realidades-y-ficciones-revista.html

 

 

POR UNA SEMIOSIS POÉTICA

Anna Rossell ©

Miguel Veyrat, El hacha de plata

La Isla de Siltolá, Sevilla, 2016,

149 páginas

 

 

La poesía de Miguel Veyrat (*Valencia, España, 1938) escapa a cualquier definición; la rehúye. Es precisamente esta esencial intención lo que mueve a su autor a su insurrecta escritura. No por capricho estético o lúdico-experimental, sino por una radical voluntad de indagar, de arrancar sentido (nuevo) al sistema de signos de que nos valemos para comunicarnos. Veyrat —de espíritu ilustrado y semiólogo— manifiesta su insaciable sed de conocimiento explorando el lenguaje más allá de sus límites. Inconformista e iconoclasta, hace de la heterodoxia su herramienta más útil para rastrear nuevas posibilidades significativas y construir una compleja y rica semiosis, que la voz poética reivindica para conferir al ser humano la genuina cualidad de ser: Creyó entonces que creía en la li / bertad de violar el sistema / de la propia lengua. Y envolverse / con ella en la red amarilla / de la locura. Deber innato de todo / intérprete de todo escriba / en su quietismo estético de una / muerte en vida donde creía / ser ala y —en efecto, no era nadie. (Tocados del ala).

 

Miguel Veyrat
Veyrat no se limita a lo lingüístico; su semiótico proceso de escritura, reclama una libertad que lo trasciende, incorporando a su lenguaje una tupida red culturalmente connotativa, que, en progresión geométrica, lo hace exponencialmente fértil. La potencia expresiva y comunicativa de su poesía es por ello inconmensurable; adentrarse en su lectura, un reto y un placer intelectual. Poseedor de una vastísima cultura y paladín acérrimo de una escritura auténtica, el autor teje un denso universo semiótico que exige al lector exquisita atención y estar a la altura. No resulta fácil. Consciente de ello, Veyrat acompaña su poemario de un aparato de Notas Prescindibles & Alcabala de Deudas que, cada lector se verá impelido a completar, en función de su propio acervo de conocimientos.

Forma y fondo están en la poesía de Veyrat estrechamente fundidos al servicio del nuevo lenguaje: el poeta gusta de todo tipo de encabalgamiento, del uso heterodoxo de los signos de puntuación —o de su ausencia—, algún acento donde la ortodoxia no lo permite (o su falta donde lo exige), y entreteje en sus versos, ora parafraseando, ora aludiendo a ellos de modo subyacente, a un innumerable elenco de referentes: Esquilo, Séneca, Verlaine, Rimbaud, T.S.Eliot, Valdés Leal, Shakespeare, Heidegger, Merleau-Ponty y W.Stevens, Heráclito, A.Machado, Pessoa, Cernuda, Petrarca, Gonzalo de Berceo, V.O.Mateus, Léon Deubel, exponentes de la mitología griega o John Cage y el conjunto rapero estadounidense Rage against the machine… —son una pequeña muestra de una relación interminable—. Con todos ellos Veyrat urde una red que no se agota en lo intertextual, sino que incorpora lo intercultural en el sentido más amplio:

[…] ¿Pero quién será / ese intervalo que hay entre yo y mi? / Paso horas en desclasificar lo infinitamente / ya clasificado, clasificables descono / cidos entre los intersticios del conocimiento. (El intervalo).

[…] Allá / donde la cuerda permanece / cortada tras el límite de la conciencia / Allá donde vidieron palombiellas essir de so / la mar más blancas que las nieves / contral cielo volar Allá donde / la sombra de la sintaxis morfológica / nunca las pudiera alcanzar Allá en donde son / […]. (Se embebe la sombra mía).

Y dijo el mirlo antes de escuchar el disparo / que el silencio no era sino el caos / en reposo. Y la música / con la poesía y otros dioses solamente sus / metáforas. Que la muerte nunca es / la verdadera iniciación / […]. (Cage against the machine version (Fake blood’s Needle drop mix)).

Los nombres mencionados (y faltan tantos otros…) nos dan una ligera idea de los temas que aborda la voz poética, incansable filósofo: la percepción del tiempo y su huella, la muerte, la identidad, el caos, la belleza y la dimensión significativa del silencio. Y, contrariamente a lo que lo dicho pudiera dar a entender, la poesía de Veyrat no apela únicamente al intelecto, sino a lo irracional, y da poemas de extraordinaria belleza:

Ánima como el viento rojo / de los druidas, / daimon como el viento / de la libre palabra / —el fuego prometeico / que ya rompe, / de la médula mana / como del fuego interior / que avanza / desesperada hasta el sol / y tiende el arco / de la vida por su centro, / como viento / rojo a sus raíces —la poesía. (Rectificando Invenies).

Un poeta indispensable.


Currículo de Anna Rossell en Realidades y Ficciones – Revista Literaria Nº 11:

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UN CRUZAMIENTO

Franz Kafka ©

 

Tengo un animal singular, mitad gatito, mitad cordero. Lo heredé con una de las propiedades de mi padre. Desde que está conmigo ha completado su desarrollo; antes era más cordero que gato. Ahora participa de ambas naturalezas por igual. Tiene del gato la cabeza y las uñas; del cordero el tamaño y la forma; de ambos los ojos, salvajes y chispeantes, la piel suave y ajustada al cuerpo, los movimientos a la par vivaces y furtivos. Echado al sol en el hueco de la ventana, se hace un ovillo y ronronea; en el campo corre corno loco y es imposible alcanzarlo. Huye de los gatos y pretende atacar a los corderos. En las noches de luna su paseo favorito son los tejados. No sabe maullar y le repugnan las ratas. Pasa horas y horas en acecho ante el gallinero, pero no ha aprovechado jamás la ocasión de matar.

Lo alimento con leche: es lo que le sienta mejor. La sorbe a grandes tragos entre sus dientes de animal de presa. Naturalmente, constituye un gran espectáculo para los niños. Las visitas son los domingos por la mañana. Me siento con el animal en las rodillas y me hacen rueda todos los niños de la vecindad.

Escucho, entonces, las más extraordinarias preguntas, que ningún ser humano es capaz de contestar; ¿por qué hay un solo animal así?, ¿por qué soy yo su poseedor y no otro?, si antes ha existido un animal parecido y qué pasará luego de su muerte, si no se siente solo porque no tiene hijos, cuál es su nombre, etcétera.

No me tomo el trabajo de responder: me limito a exhibir mi propiedad, sin grandes explicaciones. A veces las criaturas traen gatos; un día llegaron a traer corderos. Contra lo que esperaban no se registraron escenas de reconocimiento. Los animales se miraron tranquilamente con ojos animales, y se aceptaron mutuamente como un hecho natural.

Sobre mis rodillas este animal no conoce ni el miedo ni deseos de perseguir a nadie. Acurrucado contra mí es como se siente mejor. Está apegado a la familia que lo crio. Esto no puede ser considerado, desde luego, como una extraordinaria muestra de fidelidad, sino como el recto instinto de un animal que en la tierra tiene innumerables parientes políticos, pero quizá ni uno solo consanguíneo, y para el cual, por lo mismo, resulta sagrada la protección que ha encontrado entre nosotros.

A veces me da risa cuando me olfatea, se desliza por entre mis piernas y no quiere apartarse de mí. Como si no le alcanzara ser gato y cordero, también le gustaría ser perro. Una vez, como le ocurre a cualquiera, no hallaba yo forma de solucionar ciertos problemas económicos y estaba a punto de terminar con todo. Con esa idea me hamacaba en el sillón de mi cuarto, con el animal sobre las rodillas: entonces bajé los ojos y vi lágrimas que goteaban de sus grandes bigotes. ¿Eran suyas o mías? ¿Tiene este gato de alma de cordero ambición humana? No es mucho lo que he heredado de mi padre, pero vale la pena cuidar este legado.

Tiene la inquietud de los dos, la del gato y la del cordero, aunque ambas son muy distintas. Por eso le queda estrecho el pellejo. A veces salta al sillón, apoya las patas delanteras contra mi hombro y acerca el hocico a mi oído. Es como si me hablara, y de hecho vuelve la cabeza y me mira atentamente para observar el efecto de su comunicación. Para complacerlo, hago como si hubiera entendido algo y asiento con la cabeza. Salta entonces y brinca a mi alrededor.

Quizá la cuchilla del carnicero fuese la redención para este animal, pero tengo que negárselo porque lo he recibido en herencia. Por eso tendrá que esperar hasta que se le acabe el aliento, aunque a veces me mira con razonables ojos humanos, que me tientan a obrar comprensivamente.

 

 

ANÁLISIS DE “UN CRUZAMIENTO” DE KAFKA

Héctor Zabala ©

Lo primero que se me ocurrió al leer este cuento es que el reino animal presenta algunos seres raros entre los mamíferos, como el caso del ornitorrinco. Tan raro que cuando su piel disecada llegó por primera vez a Europa, algunos científicos británicos creyeron que se trataba del fraude de un hábil taxidermista. Sin embargo, fuera de los monotremas, ningún mamífero resulta tan extraño al grado del descrito por el autor.

Franz Kafka era un escritor cultísimo, cuyos conocimientos en materia biológica (Darwin y Mendel, entre otros, habían caído entre sus lecturas) no podían dejarle incertidumbre sobre lo que es posible o no en el mundo natural.

Decididamente no está hablando de un animal verdadero. Nótese, incluso, que ni siquiera da nombre a la especie del animal de su cuento, amén de que siendo una supuesta mascota tampoco le pone nombre propio.

También debemos desechar que esté hablando de un animal mitológico, porque estos se imaginaron siempre en el sentido de reforzar la potencia del híbrido en cuestión. Pero en el caso de este ser kafkiano, su hibridación no mejora al individuo sino que lo empeora.

Asimismo hay que descartar la referencia a un animal de fábula. El gato doméstico no aparece nunca en las fábulas griegas ni romanas; dicho papel lo cumple la comadreja. En realidad, el gato no se encuentra en textos clásicos y su inclusión en fábulas es bastante reciente, de hace pocos siglos. Además, cabe acotar que los fabulistas nunca fueron proclives a elegir animales híbridos.

 

Entonces, ¿a qué se refiere el autor con este engendro?

Alguien podría alegar que Kafka simplemente quiso jugar e inventó un ser mitológico propio. Todo escritor tiene derecho a dar vuelo a su imaginación sin rendir cuentas.

Sin embargo, es muy sabido que con frecuencia los textos de Kafka tienen sentido simbólico. Él mismo confiesa en una de sus cartas que sus cuentos pueden tener más de una interpretación. Es decir, da por sentado que deben interpretarse. No son fantasía pura y casual, sin ton ni son, sino obras con significados, a veces difíciles de detectar.

Entiendo que en Un cruzamiento se refiere al otro yo. A ese yo que el individuo a priori no tiene en cuenta, pero que cuando toma conciencia lo sufre y mucho. Está hablando de una personalidad humana pacífica y agresiva a la vez. Un individuo de naturaleza agresiva que lucha por controlarse a sí mismo, que se domina tras pura fuerza de voluntad, que logra el autodominio a duras penas.

Quizá un antecedente inmediato sea la novela de Robert Louis Stevenson, El extraño caso del doctor Jekyll y el señor Hyde (1886), que muestra el trastorno disociativo de identidad (conocido entonces como trastorno de personalidad múltiple), aunque este caso toca más lo psiquiátrico que lo psicológico. 

Pero si tomamos este último aspecto, descubrimos en el cuento de Kafka el sentido del asunto: la oveja anula al gato, pero el instinto felino siempre queda bajo la superficie. Una fuerza agresiva tan disminuida que no logra nunca concretar el deseo de atacar y destruir, aunque de todos modos se mantiene expectante.

Se trataría, por ende, de un humano expuesto a dos naturalezas contrapuestas, traumado entre la agresividad y la mansedumbre. Una resultante de fuerzas dispares, opuestas. De ahí que dicha persona se sienta como ajena al mundo normal. Que no se reconozca en ningún otro ser con características plenas de gato o de oveja. En síntesis, una personalidad frustrada.

 

¿Una obra autorreferencial?

Probablemente. Carta al padre (1919), compuesta por unas 100 páginas del mismo autor, nos da una pauta de la dura infancia y juventud de Franz Kafka bajo su padre, Hermann Kafka, exitoso empresario de Praga.

Hermann Kafka era autoritario, prepotente, despótico, con su familia y en particular con Franz. Un padre por completo materialista, idea que chocaba con la espiritualidad de un hijo que aspiraba a elevarse intelectualmente. Recordemos que Hermann lo obligó a recibirse de abogado cuando Franz quería seguir una carrera universitaria relacionada con el arte. Que siempre despreció los sueños de su hijo. Que nunca quiso que fuera escritor, que tampoco aprobaba sus cultas amistades y mucho menos sus novias. Que lo que ganaba su hijo “solo servía para pagar cuentas”. Es decir, críticas y humillaciones permanentes que se extendieron mucho más allá de la adolescencia de Franz. Reprobaciones que el padre expresaba en voz alta sin importarle que hubiera terceros presentes, incluso ajenos a la familia. 

Con seguridad, la sutil sensibilidad de Franz se vio afectada por sentimientos encontrados hacia su padre, dando como resultado: amor, odio, indignación, miedo y agresión contenida.

Su obra La metamorfosis, publicada en 1915 (que según Borges debería traducirse como La transformación, ya que el cambio del protagonista implica especies distintas), nos muestra en el fondo esta personal dicotomía kafkiana. Franz Kafka tuvo problemas de salud al parecer desde 1905. Era físicamente débil desde mucho antes que se le diagnosticara tuberculosis pulmonar. En esta novelle, los sentimientos contra su persona, imaginarios o no, de parte de su propia familia (pero en particular de su padre) parecen ser obvios, según algunos ensayistas aunque se hayan volcado en una obra de ficción.

En síntesis, el resentimiento de Franz hacia Hermann era evidente, pero también es palpable su problema interior, el sentido de culpa que le provocaba ese amor-odio hacia su progenitor. Es muy significativo, por ejemplo, este párrafo de su Carta al padre: “Basta en este punto recordar lo anterior: ante ti había perdido la confianza en mí mismo, reemplazándola por un inmenso sentimiento de culpa.”

A tal punto era el terror que le inspiraba su padre, ya desde niño, que dicha carta nunca la envió a su progenitor aunque ya superara la treintena largamente. Solo intentó hacerla llegar a través de su madre, quien tampoco se atrevió a entregarla al destinatario. Carta al padre se salvó de la destrucción gracias a una amiga de Kafka a quien el escritor le confiara una copia.

La frase de las primeras líneas del cuento Un cruzamiento, refiriéndose al supuesto animal, es clave: “Lo heredé con una de las propiedades de mi padre. Desde que está conmigo ha completado su desarrollo; antes era más cordero que gato”. Es decir, que ahora sea menos cordero y más gato implicaría que el resentimiento personal hacia su padre había ido en aumento a medida que transcurrían los años. Al parecer, razones no le faltaban.

Lo de la cuchilla del carnicero bien podría ser una metáfora de un Franz Kafka mirándose al espejo (refiriéndose a su otro yo) y especulando con su propio suicidio: “…pero tengo que negárselo porque lo he recibido en herencia. Por eso tendrá que esperar hasta que se le acabe el aliento, aunque a veces me mira con razonables ojos humanos, que me tientan a obrar comprensivamente.”

 

 

FRANZ KAFKA

Nació en Praga (por entonces parte del Imperio Austrohúngaro), el 3 de julio de 1883. Murió en Viena el 3 de junio de 1924, víctima de tuberculosis pulmonar.

Su biografía, así como otra de sus obras con su pertinente análisis, se encuentra en la revista Realidades y Ficciones Nº 2. Artículos sobre este extraordinario escritor pueden leerse también en los números 7, 9, 17, 19 y 43. (Consultar ÍNDICE DE REVISTAS a la derecha del presente blog).

 

Currículo de Héctor Zabala en Realidades y Ficciones – Revista Literaria Nº 40:

https://revista-realidades-y-ficciones.blogspot.com/2019/12/realidades-y-ficciones-revista.html

http://hector-zabala.blogspot.com.ar/

Email: zab_he@hotmail.com

 

 

Nuevos colaboradores

GEORGE FRANKLIN

Autor de dos libros de poesía: “Traveling for No Good Reason” y “Among the Ruins”. Magister en Escritura Creativa de la Universidad de Columbia, Nueva York; Doctor en Inglés y Literatura Norteamericana de la Universidad de Brandeis, Massachusetts, y Doctor en Derecho de la Universidad de Miami.

Más sobre sus obras y trayectoria literarias en Suplemento de Realidades y Ficciones Nº 88.

https://colaboraciones-literatura-y-algo-mas.blogspot.com/2020/12/suplemento-derealidades-y-ficciones-n.html

Email: franklin@gsfranklinlaw.com

 

 

ARTURO DESIMONE

(1984) nacido y criado en la isla de Aruba (Mar Caribe, Antillas del reino holandés) y ciudadano argentino. Sus poemas y cuentos, tanto como artículos sobre política y crítica del arte han sido publicados en diversos jornales literarios en Estados Unidos, el Caribe e Inglaterra (Drunken Boat, New Orleans Review, OpenDemocracy) y traducidos al árabe, español y francés. Cartas a Carlos Marx y Otros Poemas, un poemario bilingüe, fue editado en el Perú. Este año se publicó en Inglaterra otro libro de poemas y dibujos, Mare Nostrum / Costa Nostra (ediciones Hesterglock). El libro La amada de Túnez (Ouafa and Thawra: About a Lover from Tunisia) se publicó este año en África e Inglaterra y ahora en una edición bilingüe argentina por Clara Beter Ediciones.

arturodesimone@gmail.com

 

 

JOSEFINA TAFALLA BROTONS

Nacida el 17 de agosto de 1963 en Orihuela (Alicante), España, es doctora en Filología Hispánica por la Universidad de Murcia y Profesora de Lengua Castellana y Literatura en el Instituto de Enseñanza Secundaria de Santomera (Murcia).

Autora del libro: Albores una revista cervantina y manchega de los años 40, basado en su tesis doctoral, publicado en septiembre de 2019 por la Biblioteca de Autores Manchegos (BAM) de la Diputación de Ciudad Real. Ha colaborado en diferentes Revistas literarias: Empireuma (Orihuela), Monteagudo (Universidad de Murcia), la revista digital Acento Cultural (Tomelloso). Y desde hoy en Realidades y Ficciones – Revista Literaria (Buenos Aires, Argentina). Asimismo, ha participado con una Ponencia en el Festival Murcia Tres culturas, primavera 2011. En Museo de la Ciudad, Ayuntamiento de Murcia: De la casa de Miguel Hernández hacia Claudio Rodríguez; y, como profesora invitada en el Máster de Geriatría de la Universidad Católica de Murcia (UCM) y en el ciclo de conferencias, en el Año Gerontológico del Corte Inglés (2018) con la ponencia: La vejez en Galdós. El abuelo. Ha colaborado también en prensa con artículos diversos en el diario La Opinión de Murcia, LavozdeTomelloso.com y Murcia Plaza.

finatafalla@gmail.com

 

 

LEONARD ISAAC BELACORD

Este joven autor nació en León (España) hace 24 años.

Se ha formado como maestro especializado en Educación Física en la Universidad de León, y es amante de la música y el teatro, aparte de un gran aficionado a la lectura.

Realiza sus primeras incursiones en el mundo de la escritura mediante la creación de relatos cortos con los que participa en diversos certámenes literarios, hasta que se consolida como escritor con la publicación de diferentes episodios de la serie Odiseas Estelares, novelas cortas de ciencia ficción ubicados en el mundo co-bernamental, un universo creado por él mismo en el que se vive otra realidad que transporta al lector a un mundo distópico en el que todo puede ser posible y sorpresivo… no siempre para bien.

Con la publicación de su obra 2058. La mayor mentira jamás contada se define como un nuevo valor literario en la narrativa de ficción distópica actual que le augura grandes éxitos a este autor que ha bebido en las fuentes de grandes clásicos tan diferentes como Orwell, Bioy Casares o Jack Kerouac..

 

 

REALIDADES Y FICCIONES

—Revista Literaria—

Nº 44 – Diciembre de 2020 – Año XI

ISSN 2250-4281 – Edición trimestral

Exp. RE-2020-69834310-APN-DNDA#MJ del 15/10/2020, Dirección Nacional del Derecho de Autor / República Argentina.

 

Propietario y director: Héctor Zabala

Av. Del Libertador 6039 (C1428ARD)

Ciudad de Buenos Aires, Argentina

zab_he@hotmail.com

http://hector-zabala.blogspot.com/

Currículo en revista Realidades y Ficciones Nº 40:

https://revista-realidades-y-ficciones.blogspot.com/2019/12/realidades-y-ficciones-revista.html

 

Colaboradores

Corrección general:

Noelia Natalia Barchuk Löwer

Resistencia (Chaco), Argentina

alfana79@hotmail.com

http://noelia-barchuk-literatura.blogspot.com.ar/

Currículo en Suplemento de Realidades y Ficciones Nº 78:

http://colaboraciones-literatura-y-algo-mas.blogspot.com/2018/09/suplemento-de-realidades-y-ficciones-n.html

 

Ilustración de carátula y emblema:

Mónica Villarreal

Scottsdale (Arizona), Estados Unidos

Monterrey (Nuevo León), México

monvillarreal@hotmail.com

 @mon_villarreal

https://www.facebook.com/monvillarreal22

Currículo en revista Realidades y Ficciones Nº 17:

http://revista-realidades-y-ficciones.blogspot.com.ar/2014/06/

 

COLABORARON EN ESTE NÚMERO:

• George Franklin, Miami, Estados Unidos

• Arturo Desimone, Aruba (Antillas Holandesas) - Argentina

• Anna Rossell, Barcelona (Cataluña), España

• Josefina Tafalla Brotons, Murcia, España

• Leonard Isaac Belacord, León, España

• Noelia Natalia Barchuk, Resistencia (Chaco), Argentina

• Mónica Villarreal, Scottsdale (Arizona), Estados Unidos – Monterrey (Nuevo León), México

• Héctor Zabala, Ciudad de Buenos Aires, Argentina

El listado completo de colaboradores se encuentra a la derecha del blog bajo el acápite COLABORADORES de Revista REALIDADES Y FICCIONES.

 

REVISTA: http://revista-realidades-y-ficciones.blogspot.com/

 @RyFRevLiteraria

SUPLEMENTO: http://colaboraciones-literatura-y-algo-mas.blogspot.com/

 @RyF_Supl_Letras

 

Las opiniones vertidas en los artículos de esta publicación son de exclusiva responsabilidad del autor pertinente.

“Realidades y Ficciones”
Mónica Villarreal (2014)
acrílico y óleo sobre
papel-lienzo, 30 cm x 30 cm

 

 



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